Quienes observan el acontecer colombiano aguantaban el aliento, como temiendo que cualquier cosa pudiera ocurrir este jueves (24.11.2016) e impedir la firma del nuevo acuerdo de paz con las FARC. ¿Había motivo para ello?
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Cuando los representantes del Estado colombiano y la guerrilla de las FARC firmaron un acuerdo (26.9.2016) para poner fin a más de medio siglo de enfrentamientos armados, la opinión dominante daba por sentado que el mismo sería ratificado vía plebiscito el 2 de octubre. El alto nivel de abstención y el hecho de que la mayoría de los votantes rechazara ese pacto tal como estaba redactado sorprendió, ante todo, a quienes seguían el proceso de paz desde el extranjero. Una nueva versión de ese convenio, que asimiló 56 de las 57 modificaciones propuestas por todas las fuerzas políticas del país, fue suscrita este jueves (24.11.2016) por el presidente Juan Manuel Santos y el máximo líder de las FARC, Rodrigo Londoño, en el Teatro Colón de Bogotá.
La diferencia es que ahora todos aguantaban el aliento, como temiendo que cualquier cosa pudiera ocurrir e impedir la firma protocolaria. ¿Qué obstáculos de último minuto habrían podido surgir? Consultados por DW, ni Sabine Kurtenbach, del Instituto Alemán de Estudios Globales y Regionales (GIGA) de Hamburgo; ni Peter Birle, director de investigación del Instituto Iberoamericano (IAI) de Berlín; ni Fernando Mires, profesor emérito de la Universidad de Oldenburg, veían escollos en el horizonte. "Lo único que podría impedir la suscripción de ese documento es un atentado de gran magnitud”, comentaba Kurtenbach, trayendo a la memoria ataques y asesinatos recientes descritos por algunas fuentes como una "guerra sucia” contra el acuerdo de paz.
Incertidumbre y violencia
"Yo estoy de acuerdo con Günther Maihold, de la Fundación Ciencia y Política (SWP), de Berlín, cuando argumenta que la incertidumbre propicia la actuación de grupos violentos porque éstos se creen invisibles con el caos como trasfondo. Pero, considerando los precedentes en la historia colombiana, cabe decir que también hay grupos que recurren a la violencia precisamente para crear el caos. Hay sectores que atizan el miedo con miras a hacer fracasar todos los esfuerzos para pacificar al país; eso no ha parado desde la década de los ochenta. Colombia es uno de los Estados donde más periodistas independientes, defensores de derechos humanos y dirigentes de movimientos sociales han sido asesinados”, explica la experta del GIGA.
"Y buena parte de esos homicidios han sido perpetrados por fuerzas paramilitares. De ahí que a críticos acérrimos del acuerdo de paz con las FARC, como el expresidente Álvaro Uribe, se les acuse de hipócritas cuando dicen hablar en nombre de las víctimas del conflicto armado; la mayoría de ellas se registraron mientras Uribe estuvo en la jefatura del Gobierno y sus muertes corrieron predominantemente por cuenta de los paramilitares, no de los guerrilleros. Al analizar el perfil de quienes han perdido la vida en ese contexto salta a la vista qué es lo que está en juego: esto tiene que ver con quiénes temen perder el control de los recursos en el campo y verse obligados a rendir cuentas por violaciones de derechos humanos”, agrega Kurtenbach.
Cuando la tinta se seque
"Insisto, aparte de agresiones de índole política, no creo que nada pueda sabotear la suscripción del nuevo acuerdo de paz este 24 de noviembre. Después de todo, los adversarios del pacto original, alineados con Uribe, dieron por terminado el debate al constatar que no podrían vetar su contenido antes de la firma. Lo que está por verse, aún cuando Santos y sus aliados tienen la mayoría en el Congreso bicameral, es si el texto del convenio será ratificado sin que se le hagan ajustes. Eso sigue siendo posible. También habrá que estar atentos a la posición que asuma el tribunal de más alto rango en Colombia; ante esa corte se han entablado varias demandas contra el aceleramiento de ciertos procesos en el Parlamento”, acota la politóloga.
"Uribe pide que se realice otro plebiscito para aprobar el nuevo acuerdo. Yo no pienso que la sociedad colombiana soporte otro referendo en esta materia; recordemos que la abstención durante la primera consulta fue enorme. Políticamente, lo que exige Uribe luce contraproducente. A mi juicio, lo que quieren los colombianos de uno y otro bando es que este asunto se defina de una vez y en las mejores condiciones posibles”, opina Mires. El catedrático de Oldenburg trae a colación un factor que seguramente será explotado en la venidera campaña por la presidencia de Colombia: la polarización. "Aún si el acuerdo de paz es ratificado en ambas cámaras del Congreso, la sociedad seguirá estando dividida por esa cuestión”, sostiene Birle, del IAI.
"El partido de Uribe, Centro Democrático, continuará rechazando tanto el nuevo pacto de paz como la decisión de que fuera el Parlamento, de mayoría oficialista, la instancia llamada a refrendarlo. Uribe perseverará porque la campaña electoral es inminente y Santos tiene el tiempo en contra. No pienso que Uribe pretenda anular por completo lo acordado con las FARC, pero él puede hacer campaña con la promesa de enmendar las partes del convenio que sean modificables. El pacto original iba a tener rango constitucional, pero ese ya no es el caso: aunque aspectos fundamentales del nuevo acuerdo adquirirán rango constitucional, otros sólo darán pie a la promulgación de leyes y las leyes son derogables”, explica Birle.
De cara a la contienda política que comenzará en 2017 y terminará en las urnas en 2018, Kurtenbach advierte que la popularidad del candidato presidencial favorable a la política de paz iniciada por Santos dependerá no solamente de la implementación de los acuerdos, sino sobre todo de que la población perciba el final del conflicto armado como una mejora concreta de su vida cotidiana.
Evan Romero-Castillo (ERS)
Colombia: de la guerra a la paz
Cesa el fuego en Colombia, tras décadas de violencia y tensiones sociales que tuvieron origen en la lucha por la tierra entre campesinos y terratenientes desde los años 20 del siglo XX y estallaron con fuerza desde 1960.
Imagen: LUIS ACOSTA/AFP/Getty Images
Largo y tortuoso camino
Los violentos enfrentamientos sociales con los que hoy se pretende acabar en Colombia tuvieron origen en los años veinte del siglo pasado con la lucha por la tierra entre campesinos y latifundistas; pero estallaron con fuerza a partir de la década de los sesenta.
Imagen: Reuters/J. Vizcaino
Los años cuarenta y cincuenta: “La Violencia”
Enfrentamientos sangrientos entre liberales y conservadores provocan cientos de miles de muertes. El asesinato del liberal Jorge Eliécer Gaitán (foto), en 1948, origina protestas conocidas como El Bogotazo y e inicia el llamado período de La Violencia. Miembros del partido comunista son reprimidos. Se fundan grupos clandestinos. El Ejército asalta poblados y persigue a "campesinos comunistas".
Imagen: Public Domain
1964: las FARC y el ELN
Se fundan las guerrillas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN). Las FARC pretenden enfrentar la concentración de tierras. El ELN nace de la radicalización del movimiento estudiantil y teólogos de la liberación como Camilo Torres (foto). El Gobierno intenta combatirlas a ambas con asistencia de Estados Unidos.
Imagen: picture-alliance/AP Photo
Los años setenta y ochenta: el M-19
Surgen otros movimientos clandestinos como el M-19 –que protagonizaría acciones como la trágica toma del Palacio de Justicia en 1985 (foto)−, MAC y MOIR. El Gobierno negocia por primera vez con las FARC y el ELN, pero las conversaciones fracasan tras el asesinato del ministro de Justicia.
Imagen: Getty Images/AFP
La década de los ochenta: los paramilitares
Surgen numerosos grupos paramilitares de ultraderecha, al servicio de la protección de grandes terratenientes y sus tierras contra los ataques rebeldes. Con el tiempo, los paramilitares se involucran con los cárteles de la droga. Cuatro candidatos presidenciales y numerosos políticos de izquierda fueron asesinados por los paramilitares entre 1986 y 1990.
Imagen: Carlos Villalon/Liaison/Getty Images
1989: el M-19 se desmoviliza
El M-19 entrega las armas en octubre de 1989 y se convierte en partido político. Su entonces líder, Carlos Pizarro, se lanza como candidato presidencial y es asesinado en campaña en 1990.
Imagen: picture alliance/Demotix/K. Hoffmann
1996: los escuadrones de la muerte
Los grupos paramilitares se integran en las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). Los llamados escuadrones de la muerte llegan a tener hasta 30.000 miembros.
Imagen: AP
1998-99: Pastrana intenta negociar
El Gobierno de Andrés Pastrana negocia con las FARC. Conversa también con el ELN (foto) y las AUC. Se desmilitariza un amplio territorio controlado por las FARC en el sur del país. Una masacre interrumpe las conversaciones con las AUC.
Imagen: picture-alliance/dpa
2002: Íngrid Betancourt y Álvaro Uribe
Tras el secuestro de una aeronave en febrero, el gobierno interrumpe las negociaciones con las FARC, durante las que cientos de personas murieron. El 23 de febrero, las FARC secuestran a la candidata presidencial Íngrid Betancourt (foto). Álvaro Uribe gana la presidencia en mayo, intensifica el combate militar y rechaza las negociaciones. Es reelegido en 2007. Betancourt fue liberada en 2008.
Imagen: AFP/Getty Images
2003-2006: desparamilitarización y amnistía
Tras largas negociaciones, unos 32.000 paramilitares de las AUC deponen las armas (foto). Unos 4.200 de ellos son juzgados por violaciones a los derechos humanos hasta 2014. Muchos vuelven a tomar las armas. En junio de 2005 se aprueba la Ley de Justicia y Paz, una amplia amnistía para miembros de los escuadrones de la muerte.
Imagen: picture-alliance/dpa
2007-2008: “falsos positivos”
En 2007 son detenidos los primeros políticos de derecha, acusados de vínculos con los paramilitares, también en el entorno de Uribe. En septiembre de 2008 estalla el escándalo de los "falsos positivos": sobre todo entre 2004 y 2008, más de 3.000 personas fueron asesinados por el Ejército, para falsear la estadística de guerrilleros eliminados. Cientos de militares han sido juzgados desde entonces.
Imagen: Jesús Abad Colorado
2012: comienza el diálogo de paz con las FARC
El 20 de junio de 2010 es elegido presidente el exministro de Defensa Juan Manuel Santos. En 2012 entra en vigor la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras para reparar a las víctimas y desplazados. En noviembre, se inician oficialmente los diálogos de paz entre el equipo de negociadores del Gobierno (foto) y las FARC.
Imagen: Reuters
2014-2015: se fija fecha tope para el pacto
El Gobierno colombiano anuncia que prepara conversaciones con el ELN. Santos es reelegido en junio de 2014. Las negociaciones con las FARC se traban o suspenden varias veces por acciones militares de ambas partes hasta que, el 23 de septiembre de 2015, Santos y Rodrigo Londoño Echeverri (Timochenko), líder las FARC, se encuentran en La Habana y fijan el objetivo de firmar la paz en seis meses.
Imagen: picture-alliance/dpa/A. Ernesto
2016: diálogos de paz con el ELN
El 30 de marzo, Frank Pearl, representante del Gobierno de Colombia, y Antonio García, jefe de la delegación del ELN (foto), anunciaron en Caracas el inicio de un proceso formal de diálogos de paz. Mientras, las FARC y el Gobierno aplazaron, por desavenencias, la firma del acuerdo de paz definitivo, que se pretendía inicialmente conseguir antes del pasado 23 de marzo de 2016.
Imagen: Reuters/M. Bello
23.6.2016: firma del acuerdo de cese el fuego
El Gobierno de Colombia y las FARC han alcanzado un acuerdo para el cese el fuego bilateral y definitivo, cuyos detalles se darán a conocer en La Habana en un acto al que acudirán el presidente Juan Manuel Santos y mandatarios de los países garantes y acompañantes del proceso de paz, entre otros, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, delegaciones de Cuba y Noruega, Chile y Venezuela.
Imagen: picture-alliance/dpa
24.8.2016: pacto final
El Gobierno de Colombia y las FARC rubricaron el acuerdo final que cierra las negociaciones de paz desarrolladas en La Habana, y que deberá ser refrendado por el pueblo colombiano en un plebiscito. El documento fue rubricado por los jefes negociadores, Humberto de la Calle, por el Gobierno y Luciano Marín Arango, alias "Iván Márquez", por la guerrilla, y por los embajadores de Cuba y Noruega.
Imagen: Reuters/A. Meneghini
24.8.2016: se anuncia el plebiscito
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, anunció que convocará a un plebiscito el 2 de octubre para refrendar o rechazar el acuerdo de paz logrado con la guerrilla de las FARC. "Queda en manos de ustedes los colombianos decidir con su voto si apoyan este acuerdo histórico", dijo Santos en una alocución por radio y televisión.
Imagen: picture-alliance/Xinhua/Colprensa
“Timochenko” ordena bajar las armas
“En mi condición de comandante del Estado Mayor Central de las FARC-EP, ordeno a todos nuestros mandos, a todas nuestras unidades, a todos y cada uno de nuestros combatientes, a cesar el fuego y las hostilidades de manera definitiva contra el Estado colombiano a partir de las 24 horas de la noche de hoy”, decretó desde Cuba el líder de las FARC, Rodrigo Londoño, alias “Timochenko”. (28.08.2016)
Imagen: Getty Images/AFP/Y. Lage
29.8.2016: cesa el fuego en Colombia
El alto el fuego definitivo entre el Gobierno colombiano y la guerrilla de las FARC comenzó a las cero horas de este lunes 29 de agosto. "Este 29 de agosto empieza una nueva historia para Colombia. Silenciamos los fusiles. ¡SE ACABÓ LA GUERRA CON LAS FARC!", escribió a la medianoche en punto el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, en Twitter.
Imagen: Getty Images/AFP/G. Legaria
Una pregunta concreta
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, dio a conocer la pregunta que sus compatriotas responderán en el plebiscito del próximo 2 de octubre: “¿Apoya usted el acuerdo final para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera?”. Santos insistió en que la pregunta no debía ser tendenciosa o manipuladora, sino clara y concreta. (30.08.2016)
Imagen: picture-alliance/dpa/L. Munoz
Los primeros menores abandonan las FARC
Ocho niños y adolescentes fueron entregados por las FARC al Comité Internacional de la Cruz Roja para luego ser sometidos a exámenes médicos integrales y procesos de comprobación de identidades. Más tarde, los menores quedarán bajo responsabilidad de UNICEF. Aún se desconoce la cifra exacta de jóvenes en manos de las FARC. La guerrilla habla de 21 y el Gobierno, de 170. (10.09.2016)
Imagen: picture-alliance/AP Photo/S. Dalton
Observadores para Colombia
El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó unánimemente el plan presentado por el secretario general de esa organización, Ban Ki-moon, para apoyar la aplicación de los acuerdos de paz entre el Estado colombiano y las FARC. 450 observadores en cuarenta localidades de ese país verificarán el desarme y monitorizarán el alto el fuego. (13.09.2016)
Imagen: picture-alliance/dpa/M. Rajmil
Crece la oposición al acuerdo de La Habana
Según una encuesta publicada este 16 de septiembre, el margen de diferencia entre los grupos de personas que votarán a favor (55,3 por ciento) y en contra (38,3 por ciento) del acuerdo de paz con las FARC se ha ido reduciendo. Una semana antes, el 64,8 por ciento dijo que votaría por el “sí” y el 28,1 dijo que lo haría por el no. El número de indecisos ronda el 4,3 por ciento. (16.9.2016)
Imagen: Guillermo Legaria/AFP/Getty Images
La última conferencia de las FARC
El líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Rodrigo Londoño –alias “Timochenko”–, inauguró la décima y última Conferencia Nacional Guerrillera de las FARC, donde sus comandantes aprobaron el acuerdo de paz con el Gobierno. Timochenko hizo hincapié en que las FARC seguirán luchando por la justicia social y los más pobres, pero como un partido político. (17.09.2016)
Imagen: picture-alliance/dpa/M. Duenas Castaneda
Santos en la ONU: “La guerra llegó a su fin”
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, agradeció el 21 de septiembre de 2016 en la ONU el respaldo de la comunidad internacional al proceso de paz con la guerrilla de las FARC y dijo con contundencia que el conflicto armado en su país terminó.
Imagen: picture-alliance/dpa/A. Gombert
Las FARC ratifican el acuerdo
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) anunciaron el 23 de septiembre de 2016 la ratificación unánime del acuerdo de paz alcanzado con el Gobierno colombiano y, de este modo, dejarán las armas tras 52 años de conflicto armado.
Imagen: Reuters/J. Vizcaino
El ELN facilitará la celebración del referendo
El Ejército de Liberación Nacional (ELN), la segunda organización guerrillera de Colombia, anunció un cese de las acciones ofensivas –que no de las “defensivas”– para facilitar la participación de la población en el plebiscito del 2 de octubre en torno al acuerdo de paz alcanzado con las FARC. El ELN no descarta negociar un pacto similar al sellado con las FARC. (26.9.2016)
Imagen: picture-alliance/dpa/El Tiempo
Firmado el pacto de paz con las FARC
El 26 de septiembre de 2016, el presidente Juan Manuel Santos, en representación del Estado colombiano, y Rodrigo Londoño Echeverri, alias “Timochenko”, líder de las FARC, rubricaron el acuerdo que pone fin a 52 años de conflicto armado entre ambos. El convenio es fruto de casi cuatro años de diálogos celebrados en La Habana y fue sellado en Cartagena de Indias ante más de 2.500 invitados.