Frontera colombiana seguirá cerrada hasta el 1 de noviembre
30 de septiembre de 2020
Las autoridades colombianas han decidido mantener los límites geográficos del país cerrados para evitar más contagios. No obstante, los vueltos internacionales fueron reanudades este mes en varios aeropuertos del país.
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Colombia extendió hasta el 1 de noviembre el cierre de sus fronteras terrestres, marítimas y fluviales para evitar un repunte de contagios del nuevo coronavirus, informó este miércoles (30.09.2020) la autoridad migratoria.
El director de Migración Colombia, Juan Francisco Espinosa, anunció en un video a los medios locales que la medida tiene como objetivo permitir a los departamentos limítrofes prepararse a "una posible reapertura, sin poner en riesgo la ciudadanía".
El nuevo decreto prorroga por un mes el cierre iniciado el 16 de marzo, 10 días después de que se detectara el primer caso de COVID-19 en el país. Durante octubre seguirá habilitado el cruce fronterizo por razones humanitarias, administrativas o de fuerza mayor, y se mantendrá el servicio de carga, precisó la entidad en un comunicado.
Colombia relajó en septiembre el confinamiento estricto que impuso el 25 de marzo ante una tendencia a la baja de los contagios y fallecimientos. A mediados de este mes también reanudó los vuelos comerciales internacionales.
Con casi 26.000 muertos y más de 824.000 contagios, el país dejó atrás las medidas estrictas de encierro y pasó a un nuevo modelo de autocuidado y el uso generalizado del tapabocas en el espacio público.
Durante la emergencia sanitaria, decenas de miles de venezolanos golpeados por la crisis económica volvieron a su país, aunque el gobierno espera el retorno de buena parte de ellos dado el prolongado deterioro de la situación en la otrora rica nación petrolera.
Según la ONU, unas cinco millones de personas migraron de Venezuela desde 2015. Colombia comparte fronteras terrestres con Venezuela, Ecuador, Brasil y Panamá.
JU (afp, efe, eltiempo.com)
Migración México-EE.UU.: ¿por el Río Grande hacia una vida mejor?
Miles de refugiados y migrantes centroamericanos tratan de llegar a EE.UU. desde México a través del fronterizo Río Grande. Por esa ruta, el fotógrafo Adrees Latif pasó un año documentando gente, caminos y peligros.
Imagen: Reuters/A. Latif
El camino largo
Huyen de la violencia y la pobreza en sus países de origen con el anhelo de una vida mejor. Los de la imagen ya caminaron más de mil kilómetros. Ahora, solo el Río Grande separa a estos refugiados y migrantes de su ansiado destino: Estados Unidos.
Imagen: Reuters/A. Latif
Peligro mortal
Ladi, de Honduras, y su sobrino de cuatro años lo lograron. Y subieron la pendiente del lado estadounidense. No todos los inmigrantes tienen tanta suerte. El Río Grande no es muy ancho en muchas partes, pero es traicionero. En junio, la foto de un padre y su hija de dos años ahogados causó conmoción mundial: ambos fueron arrastrados por la corriente.
Imagen: Reuters/A. Latif
Frontera natural
La frontera entre EE.UU. y México se extiende a lo largo del Río Grande por casi 2.020 kilómetros. Esto corresponde a casi dos tercios de la longitud total de la frontera entre los dos países. La embarcación de la imagen cruzó en mayo desde Los Ébanos.
Imagen: Reuters/A. Latif
Métodos extremos
Muchos intentan cruzar hacia Estados Unidos en familia, como la hondureña Gabriela, de 16 años, con su bebé. Los traficantes de personas se aprovechan de la situación, según informan los guardias fronterizos estadounidenses. A veces, los “coyotes” tomaban como rehén a uno de los niños y amenazaban a los policías con tirarlo al río si se acercaban demasiado.
Imagen: Reuters/A. Latif
El otro negocio
También hay otra realidad: a través de la frontera fluvial, los traficantes ingresan drogas a Estados Unidos. Los paquetes en la imagen contienen 63,5 kilos de marihuana con un valor estimado de 112.000 dólares. Los traficantes probablemente dejaron este encargo cuando escucharon que se acercaban autos.
Imagen: Reuters/A. Latif
En fila
En abril de 2019, estos migrantes esperaban juntos para entregarse a los guardias. Querían solicitar asilo. En mayo, la cantidad de cruces fronterizos ilegales alcanzó su punto máximo: casi 133.000 personas fueron detenidas.
Imagen: Reuters/A. Latif
Presión por ayuda
El presidente Trump convenció a México de hacer más esfuerzos para evitar que los migrantes y refugiados centroamericanos llegaran a su país. Trump había amenazado al país vecino con aranceles, entre otras cosas. Las medidas parecen haber funcionado, ya que los cruces ilegales en la frontera disminuyeron. Este joven fue una de las 34.000 personas que fueron detenidas en septiembre de 2019.
Imagen: Reuters/A. Latif
El problema de la "deportación"
¿Hay migrantes escondidos aquí? Testigos informaron que grandes grupos de personas fueron transportados a esta casa en McAllen, Texas, luego deportadas. El acuerdo con el Gobierno mexicano incluye que los solicitantes de asilo tendrán que esperar en México su audiencia, no en territorio estadounidense. Hasta febrero pasado, EE.UU. deportó a unas 57.000 personas a través de la frontera.
Imagen: Reuters/A. Latif
Parte del muro lista
Para parar la inmigración ilegal, una de las promesas electorales centrales de Trump fue construir un muro en la frontera con México. El proyecto sigue estancado. Sin embargo, a principios de 2020, un empresario empezó a construir uno: cerca de la ciudad de Mission, mandó construir una valla alta de metal, financiada con fondos privados, de casi cinco kilómetros a lo largo del Río Grande.