Colombia recibe los primeros invitados a la firma de la paz
25 de septiembre de 2016
Varios mandatarios extranjeros ya llegaron a Cartagena de Indias, donde se realizará el histórico evento.
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Cartagena de Indias será el lugar donde el Gobierno colombiano y las FARC firmaran la paz en un gran evento que se realizará mañana lunes (26.09.2016) y al que asistirán más de 2.500 invitados nacionales e internacionales.
Faltando un día para la histórica firma, la ciudad está blindada con la presencia de unos 4.000 uniformados que garantizarán la seguridad de los asistentes por aire, tierra y mar. La ministra de Comercio, Industria y Turismo, María Claudia Lacouture, destacó hoy que "lo que se busca a través de este evento, el momento más importante e histórico en el país después de 52 años de conflicto es una representación de la Colombia que ha sufrido y que mañana festeja donde cerramos las puertas de la guerra y abrimos las de la paz.
Los primeros invitados extranjeros que llegaron al corralito de piedra fueron el canciller de Noruega, Børge Brende, y el presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís. Brende calificó la firma de la paz como una "oportunidad histórica para pasar a un nuevo capítulo”.
Desde el sábado (24.09.2016) se encuentran en Cartagena el presidente Juan Manuel Santos y el máximo líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Rodrigo Londoño, Timochenko, quienes firmarán el texto de 297 páginas a las cinco de la tarde del lunes, hora local.
Según información de la Presidencia, se espera la llegada en las próximas horas de los mandatarios de Bolivia, Evo Morales; de El Salvador, Salvador Sánchez; de Guatemala, Jimmy Morales; de Perú, Pedro Pablo Kuczynski; de Brasil, Michel Temer; de Chile, Michelle Bachelet; y de México, Enrique Peña Nieto. Además, se espera también a los ministros de Exteriores de Suecia y España, Margot Wallstrom y José García-Margallo, respectivamente; el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry; el rey emérito de España, Juan Carlos I de Borbón; el presidente del Banco Mundial, Yinm Yong Kim; y la directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, y este lunes llegaría el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.
El acto principal tendrá una duración de 70 minutos y será transmitido por televisión. Allí, estarán presentes además de los presidentes, directivos de organismos multilaterales y cancilleres, representantes de las víctimas del conflicto armado interno, miembros de la sociedad civil y cientos de periodistas.
Tras la firma del acuerdo de paz está pendiente la aprobación por parte de los colombianos de lo pactado en Cuba mediante un plebiscito convocado para el próximo 2 de octubre. Posteriormente, y con el acuerdo refrendado, los cerca de 8.000 guerrilleros empezarán a concentrarse en 27 sectores ya definidos durante 180 días, tiempo durante el cual entregarán sus armas a las Naciones Unidas.
MN (dpa,efe)
Guerrilleras de las FARC: del combate a la paz
Jóvenes mujeres que forman parte de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia fueron inmortalizadas vestidas con uniforme militar y con ropa de calle. Un antes-después que pronto podría ser realidad.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/F. Vergara
Yeimi, Frente 48 de las FARC. 23 años
Cuando el próximo 26 de septiembre se firme la paz, no solo se habrá puesto término a más de medio siglo de conflagración en Colombia, sino que también cambiarán las vidas de miles de combatientes. En la imagen se ve a Yeimi, de 23 años y con 10 como miembro de las fuerzas rebeldes. Su sueño es estudiar computación una vez que se desmovilice.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/F. Vergara
Yuri, Frente 32. 18 años.
Tras esa sonrisa infantil se encuentra Yuri Rentería, combatiente del Frente 32 de las FARC. Para ella, que lleva cuatro años combatiendo en la selva, el futuro se pinta de estudios de ingeniería. La imagen forma parte de una serie obtenida por la agencia AP, que fotografió a varias guerrilleras con uniforme y como civiles, como antesala del nuevo mañana.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/F. Vergara
Mayerti, Frente 32. 18 años
Justo cuando empezaron los diálogos de paz en La Habana entre la guerrilla y el Gobierno de Colombia, hace cuatro años, Mayerli se sumó a las unidades del Frente 32 de las FARC. Entonces tenía 14 años. Hoy, con 18 y toda la vida por delante, espera estudiar enfermería tras la desmovilización.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/F. Vergara
Derly. Frente 49. 24 años
Nueve años de su vida Derly los pasó combatiendo en la selva como miembro del Frente 49 de las FARC, que opera(ba) en el departamento de Caquetá. Si el 2 de octubre los colombianos votan por el sí al acuerdo de paz, Derly tendrá una oportunidad de probarse a sí misma y empezar a prepararse para estudiar medicina, que es la profesión que aspira tener una vez que las armas hayan sido calladas.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/F. Vergara
Sofía, Frente 49. 19 años
Seguramente fue involuntario, pero Sofía posa con cara de tristeza en uniforme y con una amplia sonrisa como civil. Esta joven de 19 años, seis de ellos en la zona de Caquetá combatiendo como parte del Frente 49 de la guerrilla, quiere estudiar leyes. Desde que comenzó la guerra en Colombia, más de 250 mil personas han perdido la vida y millones han sido desplazadas.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/F. Vergara
Johana, Frente 32. 19 años
Como muchas de sus compañeras, y quizás por lo que vio en los combates, Johana quiere ser enfermera. Ingresó con 13 años a la guerrilla, donde pasó seis años de su vida. Es miembro del Frente 32 asentado en Putumayo y que forma parte del Bloque Sur de las FARC. Toma el fusil con seguridad y prestancia, pero más segura y presta se ve de civil.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/F. Vergara
Yiceth, 18 años
Yiceth pasó a engrosar las filas de las FARC cuando tenía 14 años, hace cuatro. Ella, como todas las otras jóvenes de esta galería, forma parte de los numerosos adolescentes que combatieron, contraviniendo acuerdos internacionales. Ahora desea cumplir dos anhelos: terminar la secundaria y estudiar enfermería. Si la guerra continuara, sus sueños y los de cientos de combatientes se verían truncados.