La crisis generada por las manifestaciones y movilizaciones de los campesinos desencadenó la renuncia masiva del gabinete del presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, quien la noche del jueves informó de los cambios en su equipo de ministros, justo cuando la popularidad del mandatario alcanza sus peores niveles, de acuerdo a las encuestas. Los funcionarios renunciaron colectivamente para dar a Santos la libertad de reconfigurar su más inmediato círculo de asesores.

Santos cambió a cinco de sus 16 ministros, en una breve ceremonia realizada en la sede de Gobierno, en Bogotá. Allí designó a nuevos titulares en las carteras de Interior, Justicia, Minas y Energías, Medio Ambiente y Agricultura. Con estas modificaciones, que se dan además en pleno proceso de negociación de paz con las FARC, Santos enfrentará la última fase de su mandato, que termina en 2014.

El jefe de Estado sostuvo que los relevos formarán un “gabinete de unidad para la paz", objetivo que, según él, "va a requerir una gran movilización ciudadana para planear y ejecutar los acuerdos que se den en La Habana”, en donde el gobierno celebra desde noviembre pasado un proceso de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Cese del fuego inmediato

A la crisis con las movilizaciones agrarias (los campesinos reclaman por el elevado costo de los fertilizantes, el bajo precio que reciben por sus cosechas, el contrabando de alimentos, etc.), Santos suma el lento progreso que tienen las negociaciones de paz con las FARC, lo que ha redundado en que su popularidad registre en la actualidad un bajísimo nivel: 21 por ciento de respaldo ciudadano.

El nuevo ministro del Interior, Aurelio Iragorri, tendrá el reto de impulsar una agenda legislativa para la búsqueda de la paz, mientras que Alfonso Gómez, quien asume en Justicia, deberá implementar un sistema transicional que permita la reinserción a la sociedad de los guerrilleros de las FARC que depongan las armas con la firma de un eventual acuerdo de paz.

Este viernes (06.09.2013), en tanto, el mandatario dijo que en el caso de firmarse la paz con la guerrilla, los combatientes deberán asumir un cese del fuego de forma inmediata. “Tan pronto como alcancemos un acuerdo, habrá un cese del fuego y entraremos en una tercera fase, la de la implementación. Y uno de los pasos fundamentales es que la gente pueda expresarse libremente, de decidirlo en un referéndum”.

Ese referéndum es rechazado por las FARC, que a cambio exigen la instauración de una Asamblea Constituyente. Este nuevo punto de conflicto amenaza con dificultar aún más las conversaciones de paz.

DZC (dpa, Reuters, AFP)