Colombia y la Verdad: otra oportunidad para una paz detenida
José Ospina-Valencia
30 de junio de 2022
"Hay futuro si hay verdad" es la premisa de la Comisión de la Verdad en su Informe Final. Colombia, en donde la guerra era "normal", da otro paso en el propósito de "cerrarle la entrada a las armas en la política".
Colombia ha vivido en realidad tres guerras paralelas: una contra las guerrillas, producto de la Guerra Fría; la otra, contra las drogas, impulsada y cofinanciada por Estados Unidos, país consumista y proveedor de armas, y la tercera contra la maquinaria que se resiste a desmontar la industria del crimen generada por estas guerras.
"El Informe es extraordinario porque han escuchado, han preguntado, han indagado los últimos cuatro años sobre las dinámicas, las lógicas, los intereses, las motivaciones y los resultados de estas largas violencias", dice a DW Luis Eduardo Celis, asesor de la Fundación Paz y Reconciliación. El analista reconoce el "gran trabajo de la Comisión independiente como un "referente de validación de muchas cosas que ya sabíamos". Celis se refiere al asesinato de unos 5.000 miembros del partido Unión Patriótica, a los secuestros y asesinatos de las FARC y el ELN y los paramilitares, pero también a las ejecuciones extrajudiciales de 6.402 jóvenes a manos del Ejército, los conocidos como "falsos positivos".
Documentación de las atrocidades desde 1962
Durante cuatro años, la Comisión escuchó a 28.562 víctimas y victimarios, recorrió 559 municipios, obtuvo relatos de exiliados en 23 países y recibió 1.203 informes, entre ellos del Centro de Memoria Histórica. "Colombia tiene una larga experiencia en la documentación del conflicto", dice a DW la politóloga María Emma Wills, quien hizo parte del Grupo de Memoria Histórica que sentó las bases del Centro Nacional de la Memoria.
El aporte de este organismo a la Comisión de la Verdad "fue fundamental", dice a DW, por su parte, Gonzalo Sánchez, exdirector del mismo Centro de Memoria Histórica, y agrega que la Comisión tuvo también en cuenta investigaciones desde 1962 que ya mostraban los rostros sangrientos de la violencia en Colombia, por lo que "la Comisión de la Verdad no partió de cero, sino que ha contado con un gigantesco acervo recopilado durante décadas".
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Críticas a la Comisión y al Informe
Si bien el 28 de junio de 2022 se conocieron 3 informes, en los próximos meses se esperan unos 7 más. La profesora María Emma Wills destaca el aporte de la sociedad civil, empezando por las víctimas: "Tú recorres Colombia y encuentras museos comunitarios de la memoria, jardines de la memoria, casas de la memoria".
Pero, a pesar de la seriedad del Informe de la Comisión de la Verdad, las críticas e incluso el rechazo no se han hecho esperar. El mismo presidente Iván Duque no asistió al evento de presentación, y miembros de su partido hablan de "lavado de cara a la insurgencia". En un comunicado, el partido de gobierno, Centro Democrático, dijo que "no es apropiado que se establezcan verdades definitivas sobre el conflicto y sus actores (…)" y que "gracias a las acciones tomadas por el gobierno de Álvaro Uribe se acabaron los falsos positivos".
Antes de opinar sobre el Informe, la profesora Wills recomienda leerse las 1475 páginas de los tres capítulos publicados. "Algo que solo pocos han hecho desde el 28 de junio”, reconoce.
Un hecho importante para Gonzalo Sánchez, doctor en sociología política y autor del reciente libro "Caminos de guerra, utopías de paz" (Planeta) es que el Informe llega en un momento clave, "porque lo ha recibido el presidente electo (Gustavo Petro), que está dispuesto a desarrollarlo".
Para el investigador, las recomendaciones son una tarea histórica para la democracia, porque "la verdad en Colombia no puede ser un instrumento de reconfiguración, de retaliación". Y concluye que, "tras cuatro años de una paz suspendida, la paz tiene una segunda oportunidad". Los investigadores Celis, Wills y Sánchez coinciden en que, si bien la lucha por la paz seguirá siendo fuerte, Colombia va por buen camino "cerrándole las puertas a las armas en la política".
(ms)
Parques colombianos: el otro legado de los Acuerdos de Paz
El descubrimiento de nuevas especies en zonas de los Andes, la Amazonía y regiones costeras del Pacífico y el Caribe de Colombia, que estuvieron aisladas durante casi medio siglo, abre el país al ecoturismo.
Imagen: Parques Nacionales
Colombia, campeona en biodiversidad
Colombia cuenta con 59 áreas naturales que pertenencen al Sistema de Parques Nacionales Naturales. Representan 142.682 kilómetros cuadrados de la superficie del país, de los cuales un 11,27% constituye el área continental y el 1,5% el área marina. Allí hay 311 tipos de ecosistemas continentales y costeros, entre los que están la Serranía de la Macarena (foto) y la Sierra Nevada de Santa Marta.
Imagen: PNN/C. Byfield
Concentración de riqueza
Solo en un 10 por ciento del territorio se concentra el 70 por ciento de la biodiversidad, debido a que cuenta con dos océanos y grandes áreas geográficas naturales, como la Amazonía, la Orinoquía, los Andes y los valles de los ríos Cauca y Magdalena. Así, se sitúa como el primer país en diversidad de aves (foto) y orquídeas y el segundo en variedad de plantas, anfibios, peces de río y mariposas.
Imagen: Parques Nacionales
Aumentando la biodiversidad, descubriendo nuevas especies
A la biodiversidad existente hay que agregarle la descubierta en territorios inaccesibles durante casi medio siglo debido al conflicto armado. En junio de 2016, el gobierno colombiano lanzó una iniciativa compuesta por una veintena de expediciones científicas que han permitido el hallazgo de nuevas especies. Los territorios explorados han sido zonas de los Andes y la Amazonía, entre otras.
Imagen: Felipe Villegas, Instituto Humboldt/Colombia Bio
Parques abiertos al ecoturismo
La Serranía del Parque del Chiribiquete (foto) formó parte de estas expediciones científicas, pero permanece cerrado al público al encontrarse habitado por pueblos indígenas incomunicados. De las 59 áreas protegidas 29 tienen vocación ecoturística y 23 están abiertas al ecoturismo. Se trata de una estrategia de conservación y gestión que también busca mejorar la vida de las comunidades locales.
Imagen: S. Winter
Observación de flora y fauna, una de las actividades principales del ecoturismo
Las comunidades ofrecen actividades como observación de fauna y flora silvestre, en el marco del Programa de Ecoturismo Comunitario. Esta iniciativa se lleva a cabo en 8 áreas protegidas: Corales del Rosario y San Bernardo, Iguaque, Utría, Otún Quimbaya, Cocuy, Chingaza (foto), Nevados y Cueva de los Guácharos, y en dos áreas protegidas de concesión de servicios ecoturísticos: Tayrona y Gorgona.
Imagen: Parques Nacionales
De la coca al ecoturismo
Colonizada a mitades del siglo XX por millares de campesinos expulsados de las zonas andinas, la Serranía de la Macarena ha convivido con la guerrilla, las Fuerzas Militares y los cultivos de coca, reúne formas de vida de cuatro regiones naturales: Orinoquía, Amazonía, los Andes y la Guyana. Asimismo, dentro del parque fluye el río Caño Cristales (foto), conocido como el río de los siete colores.
Imagen: PNN/C. Byfield
El atractivo de los corales colombianos
No obstante, el parque de los Corales del Rosario y San Bernardo atrajo a 939.081 visitantes en el segundo trimestre de este año. Ubicado en la costa Caribe de Colombia, comprende una amplia zona marina frente a las costas de los departamentos de Bolívar y Sucre, la formación de arrecife de coral (foto) más extensa y con mayor diversidad y desarrollo de la costa continental del Caribe colombiano.
Imagen: Parques Nacionales
Playas de arena blanca y vestigios arqueológicos
En segundo lugar se encuentra el Parque Nacional Natural Tayrona, con un total de 244.365 visitantes en el segundo semestre de 2018. Las playas de arena blanca (foto) de Chengue, Gayraca, Cinto, Neguanje, Concha y Guachaquita delimitadas por manglares forman parte de los atractivos que ofrece el parque, que también cuenta con vestigios arqueológicos de una antigua ciudad del pueblo Tayrona.
Compuesta por dos islas, Gorgona y Gorgonilla, en esta reserva natural el gobierno colombiano construyó una prisión de máxima seguridad en 1959. En 1984 un colectivo de científicos, ambientalistas y llevó a cabo una campaña para el cierre de la misma y así surgió el parque. El paso de las ballenas jorobadas cerca de sus playas en los meses de junio a octubre, atrae a numerosos turistas.
Imagen: PNN
La 'sala de partos' de las ballenas jorobadas
El avistamiento de ballenas jorobadas, de junio a noviembre, también es uno de los atractivos del Parque Nacional Natural de Utria. Aquí se aparean y pasan un tiempo antes de continuar su viaje hacia el sur. A pesar de la presencia esporádica del ELN, el parque, junto con las comunidades locales indígenas, ofrece actividades como el senderismo y la observación de fauna (foto) y flora silvestre.
Imagen: Parques Nacionales
La nueva vida de los indígenas tras el conflicto
Declarado el primer Parque Nacional Natural de Colombia, la Cueva de los Guácharos pertenece a la Reserva de la Biosfera Cinturón Andino de la UNESCO. Ubicado en el sur-occidente del Caquetá, conserva el patrimonio cultural de los indígenas que llegaron a la zona suroriental del Huila. Una vez finalizado el conflicto con las FARC, se empezó a trabajar con la comunidad local sobre ecoturismo.
Imagen: PNN/T. Marent
Territorio indígena no apto para turistas
El Parque Nacional Natural de Güicán, El Cocuy y Chita (foto) es territorio sagrado para los indígenas U‘wa y está cerrado al turismo. No obstante, es un refugio para escaladores de montaña, ya que se trata de la mayor masa glaciar de Colombia, conformada por más de 25 picos cubiertos de hielo y nieve. Las actividades de ecoturismo del parque han ayudado al desarrollo de comunidades locales.
Imagen: PNN/A. Hurtado
La amenaza del cambio climático
Estas áreas naturales no se libran del cambio climático. El Parque Nacional Natural Los Nevados, en el corazón de la región cafetera colombiana, concentra tres de los glaciares del país: Nevados del Ruiz, Nevado del Santa Isabel y Nevado del Tolima. No obstante, la amenaza del deshielo a causa del aumento de temperatura prevé que los dos últimos pueden desaparecer por completo entre 2020 y 2030.
Imagen: Parques Nacionales/Christian García
Destino ecoturístico del Eje Cafetero
Otro destino que está despertando interés en esta zona es el Santuario de Flora y Fauna Otún Quimbaya. Cerca del 90% del área protegida corresponde a bosques naturales y bosques maduros y concentra a más de 300 especies de aves, entre otras especies de fauna (foto) salvaje. Este destino se fue reconocido por tercera vez en el 2017 como entre los 100 destinos de turismo sostenible del mundo.
Imagen: Parques Nacionales
La octava maravilla
La Reserva de la Biosfera El Tuparro se caracteriza por una extensa sabana verde surcada por ríos y playas doradas, y fue definida por el explorador Alexander von Humboldt como la "octava maravilla del mundo". Tuparro es parte de la región del Orinoco, y aunque en el pasado las FARC a veces la usaban como un camino hacia Venezuela, hoy allí se puede practicar senderismo y observación de aves.