1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

Colonia: carnaval para propios y extraños

Louisa Schaefer31 de enero de 2008

Las celebraciones por el carnaval de Colonia son el punto culminante de rituales que resultan incomprensibles a muchos fuereños. Pero hay una fiesta que desafía a la forma tradicional de festejar.

Una celebración llena de color.Imagen: AP


En época de carnaval, la ciudad de Colonia puede resultar terrible para los neófitos. Éstos se enfrentarán inevitablemente a sujetos exaltados, disfrazados y a menudo sumidos en un estado totalmente inconveniente mientras van por la calle cometiendo desvaríos que desconocerán una vez que las celebraciones hayan llegado a su fin.

Diversión junto a la catedral de Colonia.Imagen: picture-alliance/ dpa

Parte de las festividades tradicionales son las llamadas Sitzungen. Estas “sesiones” pueden tener un lado glamoroso en la forma de eventos de gala; las más sencillas se asemejan a la opereta o el espectáculo de variedad.

En ellas, los protagonistas hacen un uso liberal de la palabra y el canto para burlarse de los políticos y, a menudo, también de sí mismos.

Para la cantante y actriz estadounidense Victoria Riccio, quien vive en Alemania desde hace veinte años, el primer carnaval fue todo un trauma.

“Cuando llegué por primera vez, fui a uno de esos eventos y no entendí ni una sola palabra. En determinado momento, las personas que estaban en el escenario se quitaron toda la ropa y comenzaron a bailar y saltar desnudos”, recuerda.

“Pensé: ‘Dios mío, ¿dónde he venido a parar?' Pero por otra parte, me enamoré del carnaval de inmediato. Para mí era algo así como una mezcla de Halloween y la mejor fiesta a la cual hubiera ido.”

Los inmigrantes toman el escenario

Pese a todo el despiegue de hedonismo y a la cerveza que corre desenfrenadamente, el carnaval y sus sesiones pueden hacer sentir al inmigrante como invitado no deseado debido a los chistes, que se refieren sobre todo a políticos locales, así como al predominio del dialecto lugareño, el Kölsch.

Así que Riccio, junto con otros, organizaron su propio espectáculo titulado Immigrantenstadl, hecho por y para inmigrantes (lo cual en Colonia puede incluir a todo aquel nacido fuera de los límites de la ciudad).

Cartel del espectáculo alternativo.Imagen: Manfred Wegener

“Un grupo de nosotros se reunió con algunos artistas y músicos en un local del sur de Colonia y pasamos horas planeando cómo podría ser la función”, dice Hektor Haarkötter, otro de los promotores. Immigrantenstadl comenzó así hace tres años, y aspira a incorporar aspectos de otras culturas para captar a una audiencia más internacional.

“El carnaval de Colonia puede ser un ritual muy tradicional, lleno de usos antiguos para disfrutar una fiesta”, agrega. “Nosotros tratamos de innovar integrando costumbres y formas de otras culturas y naciones. Por ejemplo, mezclamos las vestimentas de Baviera con las de Japón, hacemos samba brasileña y nos vestimos con faldas típicas de Turquía”.

Una ciudad de inmigrantes

Tonos de jazz resaltan la melodía cuando los protagonistas cantan “hemos venido para quedarnos, no nos iremos”, en referencia a que una de cada cinco personas que viven en Colonia tiene origen migratorio. Es mucha gente, en una ciudad de cerca de un millón de habitantes.

Tomar las diferencias culturales y reflejarlas con sentido del humor es lo que convierte a éste en un espectáculo muy atractivo, dice Julien, un ciudadano francés que desde hace tres años vive en Colonia.

Un aspecto del espectáculo.Imagen: Christel Barth

“Es como una mezcla de chistes y bromas acerca de alemanes e inmigrantes en Alemania, y cómo todos viven juntos”, indica. “En la vida real, muchos tabúes rodean a estos temas. ¡Aquí no hay ninguno, en lo absoluto”.

Una cerveza, o tres, animan la velada

Puede que sea el hip-hop turco, o las melodías griegas, o las sambas brasileñas, lo que hacen a Immigrantenstadl un espectáculo atradtivo tanto para locales como para fuereños.

“Ponte un disfraz verdaderamente loco, saca tu buen humor o, si encuentras el lugar adecuado, la gente puede ayudarte”, reitera Riccio, quien además aconseja a los neófitos: “Por supuesto, una, dos o tres cervezas tipo Kölsch también son un buen apoyo moral”.

Ir a la siguiente sección Descubra más
Ir a la siguiente sección Tema del día DW

Tema del día DW

Ir a la siguiente sección Más de DW