A pesar de que Colonia Dignidad fue fundada hace casi más de 50 años y su líder, Paul Schäfer, capturado hace casi diez, todavía hoy es una historia de heridas abiertas y temas pendientes a nivel político, judicial y social. También es un capítulo rodeado de misterios y silencios, en que el cine y la televisión han puesto su mirada.

Muchos se enteraron de la existencia de la secta alemana en el sur de Chile recién con el estreno de la película Colonia, del alemán Florian Gallenberger, en 2016. Ahora una serie de televisión, coproducción chileno-alemana (Invercine y Wood, Storyhouse, Mega y CNTV) vuelve a inspirarse en la vida al interior del asentamiento.

Se trata de Dignity, una producción de ocho capítulos que ayer fue estrenada en Alemania y será lanzada en Chile a comienzos del 2020. Filmada íntegramente en Chile, uno de los atractivos es que usó locaciones de la propia Villa Baviera, como se conoce hoy a Colonia Dignidad.

Andreas Gutzeit, productor de Storyhouse y autor principal del guion explica que "éste no es un relato de todo lo que pasó en la colonia ni pretende mostrar exactamente todo lo que allí ocurrió, sino que es un thriller dramático acerca de una familia, que ocurre en el ambiente político y de la colonia de la época. Queremos mostrar los mecanismos que allí funcionaban, donde las familias fueron separadas, las verdades fueron falseadas y la gente fue persuadida de creer en hechos falsos y sobre esos fundamentos construyeron su vida”.

"Nos inspiramos en hechos o personajes de la vida real y a partir de eso hacemos ficción. No es documental, ni un relato de rigor periodístico ni una investigación histórica. Todos los personajes son ficcionales, excepto el líder de la secta, Paul Schäfer”, apunta la productora chilena María Elena Wood.

Hablada en alemán y español, cuenta con un destacado elenco de actores alemanes y chilenos, que incluye a Götz Otto en el papel de Schäfer y Devid Striesow como el médico de la colonia. El actor paraguayo-alemán Marcel Rodríguez interpreta al protagonista, Leo Ramírez, un abogado que será clave en la persecución de Schäfer y quien también tiene motivaciones personales y un pasado que lo vincula a la colonia. Su lucha apunta también a rescatar a su hermano, a quien no ve hace 20 años.

Reflexiones en un caso abierto

El resultado es, en opinión de Wood, un thriller que "entretiene y emociona, y muestra las consecuencias que tuvo este sistema de vida para quienes allí habitaban”. Los productores esperan que la serie ayude a dar a conocer una historia todavía actual, sobre la que aún hay ignorancia, y que también alerte sobre el peligro las sectas y los líderes que son seguidos ciegamente.

"Nos interesó este tema porque aún está vivo, no está resuelto en Chile ni en Alemania. Las víctimas no han sido debidamente reconocidas y, por lo tanto, las heridas todavía están abiertas. A los Estados les ha costado mucho hacerse cargo de esta historia negra de derechos humanos que permitió que durante más de 40 años existiera un lugar donde había ciudadanos de ambos países que eran esclavizados, torturados, abusados y asesinados”, sentencia Wood.

Filmar en un lugar como la ex Colonia Dignidad, que todavía hoy es motivo de controversias, supone una carga especial. "Es un tema muy grande, muy político, con preguntas abiertas, pero teníamos un muy buen guion y una estructura para contar lo que pasó. También ayudó rodar en el lugar original y hablar con las víctimas y la gente que sigue ahí en la actual Villa Baviera”, relata el actor Marcel Rodríguez.

Wood afirma que los actuales colonos aceptaron que se filmara al interior del lugar, pero no tuvieron ninguna participación en la producción, no pusieron condiciones y respetaron la libertad editorial del equipo de filmación.

Durante el rodaje, el equipo pudo compartir con los habitantes de la colonia, con quienes habitualmente comían de noche. "Fueron muy abiertos con todos. Tenían la necesidad de hablar sobre su historia y lo que habían vivido, quizás también porque no es una historia cerrada y porque mucho tiempo vivieron apartados del mundo exterior. Están tratando de abrir las puertas”, relata Marcel Rodríguez.

Para Andreas Gutzeit, uno de los propósitos de la serie, además de mostrar la vida en la colonia y los crímenes que allí se cometieron, era abordar las implicancias con la política alemana y el silencio de tantos años hasta que ésta se interesó por este tema.

"No estamos contando algo nuevo”, dice el guionista y productor, también en referencia a la película de 2016. "Pero esta serie puede servir para que la gente en Chile y Alemania se involucre con este tema que es increíblemente complejo”. Cuanta más atención se le preste, más probable es que las autoridades correspondientes se ocupen del caso y den soluciones.

Así como la película Colonia tuvo repercusiones políticas y motivó el mea culpa del gobierno alemán, esta serie devuelve el tema al debate público, en medio de la discusión de medidas de reparación y justicia pendientes.