Durante años, las víctimas alemanas y chilenas de la Colonia Dignidad han estado insistiendo que el Gobierno alemán les ofrezca indemnizaciones y reparaciones. Un grupo parlamentario alemán visita nuevamente el antiguo asentamiento de la secta alemana en el sur de Chile. La Colonia Dignidad fue fundada por el pastor laico Paul Schäfer en la década de 1960.

Schäfer mantuvo estrechas relaciones con el régimen militar de Augusto Pinochet. La Colonia Dignidad también sirvió como un sitio de tortura para el régimen militar. Schäfer estableció un régimen de represión y trabajo forzado, los niños sufrieron abusos sexuales y miembros de la secta fueron encarcelados. La embajada alemana en Chile no se preocupó por las víctimas. En junio de 2017, el Parlamento alemán votó unánimemente para tratar los crímenes cometidos en la Colonia Dignidad.

Deutsche Welle: Sr. Schüller, actualmente varios parlamentarios alemanes se encuentran en los terrenos de la Colonia Dignidad. No es el primer viaje de este tipo. ¿Cómo califica lo ocurrido en el útimo tiempo con respecto a este tema?

Andreas Schüller: Hace un año, todos los grupos políticos votaron a favor de la solicitud de investigar los crímenes. Califico como positivo que los parlamentarios viajaran en un momento en que también tienen lugar conversaciones entre el Ministerio de Relaciones Exteriores alemán y los ministerios en Chile. Esto le da aún más énfasis a la decisión del Parlamento.

La decisión del Parlamento se produjo unos 30 años después del final de la dictadura en Chile. ¿No es un poco tarde?

El Parlamento pudo y debió haberse expresado mucho antes y mucho más claramente, o sea, ya en tiempos de la dictadura en Chile (1973-1989). Los gobiernos federales de la época habrían tenido que activarse incluso antes, ya en los años 70. En ese entonces se supo por primera vez lo que sucedió en la Colonia Dignidad: el trabajo forzado, el abuso sexual de niños. A partir de 1973, hubo una cooperación muy estrecha con el servicio secreto DINA del régimen militar de Pinochet. En este sentido, ahora es muy tarde, algunos perpetradores ya fallecieron y muchos están ahora jubilados.

Usted formuló la acusación que presentó el Centro Europeo por los Derechos Constitucionales y Humanos (ECCHR) en 2011 contra el médico de Colonia Dignidad, Hartmut Hopp. Hopp fue sentenciado a cinco años de prisión por complicidad en el abuso infantil en Chile, pero no es extraditado a Chile como ciudadano alemán y actualmente vive en Renania del Norte-Westfalia. ¿Cuál es el objeto de la acusación?

Hartmut Hopp se escapó a Alemania cuando era buscado en Chile con una orden de detención y justo antes de que el veredicto en su contra se convirtiera en definitivo. Después de eso, habría tenido que ir a la cárcel en Chile. Como resultado, presentamos una demanda contra Hopp en 2011. Poco después, la fiscalía de Krefeld inició investigaciones en su contra, por complicidad en el abuso sexual de menores y lesiones físicas debido al uso indebido de drogas psicotrópicas. Entonces las personas fueron sedadas en los terrenos o en el hospital de Colonia Dignidad. Y por complicidad en el asesinato, es decir, en la "desaparición" de opositores chilenos los años 70 y 80.

¿Y cuál es el estado del proceso?

Hasta el momento, la fiscalía no ha interrogado a todos los que viven en Alemania que fueron responsables en ese momento. La fiscalía ha solicitado archivos, que luego llegaron. Pero siempre ha sido un proceso muy lento. El estado de Renania del Norte-Westfalia nunca le dio prioridad. Durante siete años ha sido completamente infructuoso. Hartmut Hopp, quien debió haber cumplido una sentencia de prisión hace mucho tiempo en Chile, está todavía libre en Alemania sin tener que enfrentar procesos judiciales.

¿Por qué no llega el apoyo en Renania del Norte-Westfalia?

Estas son por supuesto investigaciones difíciles. Se trata de hechos de hace mucho tiempo y que han sucedido en parte en otro país. Eso siempre es difícil de investigar. Pero precisamente en estos casoso hay que priorizar la investigación. Se le debe dar a la fiscalía, o a un solo fiscal, el espacio necesario y deben finalmente habilitarse los recursos para que los procesos se realicen adecuadamente y todo el complejo de Colonia Dignidad sea despejado, tomando en cuenta a todos los testigos y pruebas que están disponibles en Chile y en Alemania. Suponemos que incluso más sospechosos viven en Renania del Norte-Westfalia y en Alemania, los cuales también deben ser investigados.

Ahora se establecerá un fondo de ayuda, aunque aún no está claro cómo se procederá y cómo será equipado. ¿Cómo califica esta decisión?

En primer lugar, es importante señalar que también hay un fracaso de la República Federal de Alemania. Así lo llamó también el exministro de Relaciones Exteriores Steinmeier. Por lo tanto, debe entregarse el apoyo rápido y no burocrático que se espera desde hace mucho tiempo. Muchas personas que vinieron a Alemania desde la Colonia Dignidad dependen de la asistencia. Hicieron en parte trabajos forzados, sin haber cotizado en ningún sistema de seguridad social. Lo mismo se aplica a las víctimas chilenas, también deben tenerse en cuenta. Por eso se requiere un fondo de ayuda no burocrático en todos los casos. Alemania es responsable de ello. Es, además, un grupo de personas relativamente manejable.

Autor: Kersten Knipp. (RR)

Andreas Schüller es un abogado de derecho internacional y miembro del Centro Europeo de Derechos Constitucionales y Humanos (ECCHR). Es coautor de la acusación contra el médico Hartmut Hopp, quien junto con el líder de la secta, Paul Schäfe,r construyó la Colonia Dignidad.

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