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Sociedad

Comer carne vs. derechos animales: ¿liberamos a los cerdos?

19 de julio de 2019

El debate en torno a los derechos de los animales es acalorado. Para unos pesa más la ética, para otros es cuestión de dinero.

Animal Rights Watch Gegen Tierausbeutung Schweinezucht
Imagen: Animal Rights Watch

La sangre salpica las paredes y el suelo. La vaca patalea y pega un chillido agudo mientras el carnicero atraviesa con un profundo corte su arteria carótida. ¿Está el animal muerto? El hombre le da una patada en el pecho: no hay reacción alguna. Antes había intentado aturdir al animal disparando con una pistola de bala cautiva directamente sobre su cerebro. Sin éxito.

Las sangrientas imágenes son de un matadero en Brandenburgo, concretamente en Fehrbellin, a las puertas de Berlín. Fueron tomadas gracias a una cámara oculta y publicadas por la ONG animalista "Animal Rights Watch” a finales del año pasado. El matadero, que incluso ostentaba el sello "bio”, tuvo que cerrar.

¿Excepción o norma?

Pero el objetivo de los activistas es más ambicioso: el cierre de todos los mataderos. Para ello se dedican a divulgar imágenes horrendas como las de Fehrbellin. Van de ciudad en ciudad, por toda Alemania. Este sábado (20.07.2019) estarán en Stuttgart. "Para nosotros se trata simplemente de no matar animales para satisfacer nuestra demanda”, dice a DW Achim Stammberger, miembro de la organización. Escándalos como los de Fehrbellin son en su opinión "normales en la mayoría de los mataderos”.

Heike Harstick, secretaria general de la Asociación Alemana de la Industria Cárnica, les lleva la contraria. Dichas condiciones son una excepción, dice a DW. "Las imágenes son dramáticas y no deberían tolerarse en absoluto, así de claro”. Pero dice que por desgracia estas excepciones siempre han estado ahí. "Se toman como si fueran la regla, pero esto no es para nada cierto. Y nosotros también intentamos actuar contra esto”.

La granja de los animales

Harstick dice que en los últimos años la industria cárnica ha hecho mucho por mejorar la protección de los animales. Señala que la videovigilancia en gallineros y mataderos ha aumentado y que se ha puesto en marcha una iniciativa por la que una parte de los trabajadores mantiene estándares por encima de las exigencias legales. Los animales, además, tienen más espacio y reciben heno en lugar de solo forraje.

Una manifestación de "Animal Rights Watch" en HamburgoImagen: Animal Rights Watch

Pero a los activistas como Stammberger de "Animal Rights Watch” no les basta con mejores condiciones. Piden acabar con la ganadería con fines económicos y el derecho a la vida de cada animal. "Eso sería lo mínimo, pero junto con ello están el derecho a la integridad física y el derecho a la libertad”, afirma Stammberger. Libertad también para los 26 millones de cerdos y 12 millones de vacas que están en las pocilgas y vaquerizas alemanas.

La carne no es verdura alguna

Antes se pensaba que la carne era sana y que los animales eran estúpidos e insensibles. Pero esto ha cambiado, según el animalista: "Tenemos nuevos conocimientos y esta ganadería tradicional ya no está justificada; ni científica, ni éticamente. Es por ello que a nosotros no nos vale otra cosa que salir de este sistema”.

La asociación de Stammberger solo tiene 400 miembros activos. Pero la cifra de alemanes que renuncian a la carne aumenta de forma permanente. Actualmente se sitúa en torno al millón de personas. En las estanterías de los supermercados se ven muchos más productos vegetales sustitutivos de la carne que hace tres años. No es ninguna sorpresa que la venta de alimentos veganos y vegetarianos se halla doblado desde entonces. Y el tema de comer carne o no está presente en casa, en los restaurantes y en las cantinas.

Un poco menos "Schnitzel”

Para Harstick, sin embargo, esto no debería ser un motivo de inquietud entre los productores de carne. "Se ha reducido un poco el consumo de la carne de cerdo”, dice. Pero argumenta que la razón es el aumento de la población musulmana. En cambio, se estaría comiendo más carne de ave. "No es que el grueso de la población alemana se pase al veganismo. Para nada. Eso no lo espera nadie”. ¿Y los animalistas como Stammberger y sus compañeros de lucha? "Esa gente se ha formado su opinión y no está abierta a la argumentación”, sostiene Harstick.

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Hay pocos debates tan emocionales como el de la protección animal y el consumo o no de carne. "Por ambos lados”, cree Stammberger. "Muchas personas tienen la sensación de que se les está quitando algo”.

Las salchichas deberían ser baratas

Desde 2022, la Ley Fundamental de Alemania establece que la protección animal es un objetivo del Estado. En la Ley de Protección Animal también está regulado el trato a estos seres vivos. Por ejemplo, que no se puede matar animales sin un "motivo razonable”. Las leyes son sin embargo vagas en lo relativo a la "ganadería de acuerdo con la especie”. Son los reglamentos del Ministerio de Agricultura los que regulan esto más concretamente. Es enormemente controvertido, sin embargo, que sea adecuado que las cerdas madre vivan en jaulas poco más grandes que ellas.

En las encuestas, la mayoría de los alemanes se pronuncia a favor de mejores condiciones en la ganadería, más controles y más protección animal. Y dicen estar dispuestos a pagar más en el supermercado por ello. Ulrich Enneking, profesor de márquetin agrícola en la escuela superior de Osnabrück, intentó comprobar esto en a través de una encuesta y un estudio de campo. El resultado: tres cuartos de los clientes se deciden por las "bratwurst”, los filetes y el gulash de la variante más barata. Para la mayoría, la carne "bio” y con etiqueta de protección animal era demasiado cara.

Las salchichas son uno de los platos más queridos en AlemaniaImagen: picture-alliance /dpa/P. Pleul

"Ahí diagnosticamos una diferencia entre la compra real y la compra hipotética”, dice Enneking a DW. "No es ningun secreto que los alemanes son sensibles a los precios”, continúa el investigador. "Los consumidores alemanes no están preparados a gran escala para comprar productos de mayor valor o por ejemplo ir a mercados, como sí hacen los franceses”.

"El negocio va viento en popa”

Con 60 kilos de carne por persona al año, Alemania es uno de los países que más consume en el mundo. Enneking está convencido no obstante de que la tendencia hacia una alimentación más vegana seguirá creciendo en este país. También el activista animalista Stammberger opina que en el futuro serán cada vez más las personas que renuncien a los productos cárnicos. Eso sí, le gustaría que el cambio fuese más rápido.

¿Y la empresa de Brandenburgo que tuvo que cerrar el matadero por los vídeos de "Animal Rights Watch”? El propietario, citado por el diario regional "Märkische Allgemeine”, dice que no volverá a hacer algo así. Ahora sus vacas son llevadas a sacrificar, descuartizadas en la localidad de Fehrbellin y vendidas en una tienda rural. "El negocio va viento en popa”, afirma.

Autor: Peter Hille (eal/mn)

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