Comer como un romano en Berlín
4 de agosto de 2006Los comensales ya no se dan por satisfechos con que la comida sepa bien: ahora quieren "experimentar" algo novedoso. El mercado no ha tardado en reaccionar a la demanda del público. El auge de la llamada "gastronomía vivencial" es enorme también en Alemania. No sorprende que sea justamente en las grandes capitales donde se registre el mayor número de ofertas.
En la cosmopolita ciudad de Berlín por ejemplo, el restaurante de esta temporada es el "Spindler & Klatt". La novedad del restaurante es que invita a comer horizontalmente, es decir, a la romana.
Jabalíes rellenos de tordos
La primera imagen que viene a la mente se asocia con la antigua Roma de cocina y orgías suntuosas. Pero esto dista mucho de la realidad del citado restaurante berlinés. Aquí no se puede comer ni lenguas de flamenco ni pulpejos de camello ni lirones cebados con castañas ni jabalíes rellenos de tordos como lo hacía el emperador Aureliano.
En Berlín, el redescubrimiento del "lying dinner" se limita a eso, a comer en posición horizontal. La cocina que se sirve es una fusión de todo, pero con un poco más de asiático que de lo demás. Aún así, en sus tumbonas han llegado a "yacer" estrellas de la talla de George Clooney, y eso basta para que el restaurante esté, por el momento, siempre lleno a pesar de que comerse un filete en posición horizontal no sea justamente un placer, nos parece.
Condimentos modernos
Las ofertas de la gastronomía vivencial van mucho más allá. En Berlín, Múnich y Hamburgo hay restaurantes en los que entre entrada, sopa y plato fuerte se ofrece un masaje, lo que con seguridad ayuda a estimular el apetito. Tal vez la mejor propuesta para la primera salida de una pareja, pero ése es otro tema.
Hay restaurantes en donde todo se sirve en oscuridad total para que el comensal se concentre en los sabores, o restaurantes en los que los asientos son tasas de excusado, o en los que mientras se come hay acrobacia y espectáculo, etc. todo para satisfacer al cliente. La gastronomía contemporánea demuestra que además de buena comida y bebida, siempre tiene el "ingrediente secreto" para transformar un evento en manjar o al revés.