El juicio a una mujer alemana de Estado Islámico (EI) acusada de crímenes de guerra y asesinato por dejar morir de sed a una niña yazidí comenzó este martes (09.04.2019) en Alemania.

Los abogados que representan a la madre de la víctima, entre ellos la británico-libanesa Amal Clooney y la premio nobel de la Paz, Nadia Murad, consideran este juicio como "el primero en el mundo por los crímenes cometidos por EI contra los yazidís", minoría religiosa perseguida y sometida en Irak por los yihadistas a partir de 2014.

A la acusada, Jennifer W., de 27 años y originaria del estado federado de Baja Sajonia (centro), le imputa la Fiscalía federal crímenes de guerra, asesinato por omisión y militancia en una organización terrorista en el extranjero.

Acusada compró a la niña y su mamá para esclavizarlas

La mujer había partido de Alemania para unirse a EI en septiembre de 2014, según la acusación.

Entre junio y septiembre de 2015, la mujer patrullaba, armada y equipada con un chaleco de explosivos, para la llamada "policía moral” en Faluya y Mosul, dos ciudades iraquíes. Esta fuerza velaba por el respeto de las reglas de tránsito y vestimenta fijadas por la organización.

En esa misma época, ella y su marido, compraron una niña de cinco años y su madre, ambas de la minoría yazidí, para explotarlos como esclavos, según la acusación.

Encadenada bajo el sol por mojar la cama

"Un día que la pequeña estaba enferma, mojó su colchón. El marido de la acusada la castigó encadenándola fuera bajo un calor de plomo, dejándola morir de sed de manera atroz", explicó la Fiscalía en un comunicado.

"La acusada dejó a su marido hacer eso y no hizo nada para salvar a la niña", agrega.

Según la prensa alemana, la madre de la víctima, que vive refugiada en Alemania, indicó a los investigadores que la acusada sólo intervino cuando era muy tarde.

Detenida en Turquía y extraditada a Alemania

Jennifer W. fue detenida por los servicios de seguridad turcos en enero de 2016 en Ankara cuando intentaba tramitar su documentación en la embajada de Alemania. Unos días después fue extraditada hacia el país europeo.

Pero fue colocada en detención provisoria solo en junio de 2018 tras ser detenida cuando intentaba llegar a territorios controlados por EI en Siria.

Según el semanario alemán Der Spiegel fue durante este último intento de llegar a Siria que la mujer contó su vida al chofer que la conducía en Irak, quien era un informante del FBI y cuyo vehículo estaba repleto de micrófonos. La fiscalía utilizó esas grabaciones para procesarla.

rrr (afp/efe/ap/dpa)

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