Comienza la ceremonia de abdicación del emperador Akihito
30 de abril de 2019
Akihito deja su cargo debido a su avanzada edad. De esta manera cede el poder a su hijo Naruhito, quien inicia la nueva era imperial “Reiwa” ("bella armonía"), después de 30 años de la era Heisei ("logrando la paz").
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La ceremonia de la abdicación del emperador Akihito comenzó este martes (30.04.2019) a las 17.01 hora local (08.01 GMT) en una de las salas del Palacio Imperial, en el distrito Chiyoda de la capital nipona.
Está previsto que en el acto, el primer ministro, Shinzo Abe, como representante del pueblo japonés, dé cuenta de la abdicación y ofrezca sus palabras de agradecimiento a Akihito, que formalmente dejará de ser emperador esta medianoche. A continuación, Akihito pronunciará un breve mensaje de despedida, antes de que los reunidos pasen a otra sala para los saludos finales de quien a partir de este miércoles se convertirá en emperador emérito.
La monarquía más antigua del mundo
Previamente, vestido con una decorada túnica marrón y un enorme sombrero negro, el emperador japonés Akihito inició las ceremonias rituales por su abdicación, la primera en más de dos siglos para la más antigua monarquía del mundo. Akihito pasará el Trono del Crisantemo a su hijo mayor, el príncipe heredero Naruhito, de 59 años, con una serie de solemnes rituales que marcarán el inicio de una nueva era imperial. De esta manera, Japón entrará el 1 de mayo en el año 1 de la nueva era imperial "Reiwa" ("bella armonía"), después de tres décadas de era Heisei ("logrando la paz").
Ante una creciente multitud que se congregó a pesar de una fina llovizna frente al palacio imperial, en Tokio, Akihito realizó el ritual de "informar" sobre su abdicación a sus ancestros en varios santuarios sintoístas.
Ceder el puesto en vida
El momento crucial de las ceremonias ocurrirá durante la tarde, cuando el emperador de 85 años formalmente deje el trono, en una ceremonia de 10 minutos en el Salón del Pino (Matsu-no-Ma), considerado el más elegante salón del palacio imperial. Será la primera vez en dos siglos que un emperador japonés cede el puesto en vida, en virtud de una ley de excepción hecha a medida para Akihito.
La población japonesa se prepara para festejos históricos y casi inéditos porque esta vez la nación no está de luto por el deceso de un soberano.
Habrá más actos con motivo del traspaso del trono a lo largo de los próximos meses, sobre todo en otoño, con la asistencia de jefes de Estado y de numerosas personalidades. Es así como Akihito y su esposa Machiko pasan a ser emperador y emperatriz eméritos y ceden el palacio imperial a Naruhito y a su esposa Masako, de 59 y 55 años respectivamente.
Naruhito se convertirá en el nuevo "símbolo del pueblo y de la unidad de la nación", según la definición de la Constitución que entró en vigor en 1947 y con la que el emperador perdió su estatuto de semidiós.
mn/few (afp, efe)
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Hiroshima y Nagasaki: el imperativo de recordar
En cada aniversario de los bombardeos a las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki, en 1945, el mundo entero recuerda a las víctimas y se reflexiona sobre las terribles consecuencias de la guerra.
Imagen: David Mareuil/Anadolu/picture alliance
Llamado a la paz
Las palomas blancas se echaron a volar nuevamente este 6 de agosto, en el memorial que recuerda a las víctimas de la primera bomba atómica, en Hiroshima. El alcade de la ciudad, en su declaración anual de paz, urgió a la desnuclearización, para evitar que el mundo vuelva a vivir el horror de un ataque nuclear como el que sufrió Japón en 1945.
Imagen: KYODO/REUTERS
Recordando a las víctimas
A las 8.15 A.M., un minuto de silencio rinde homenaje a las víctimas, a la hora que fue lanzada la bomba atómica en Hiroshima. En la foto, una artista realiza una danza, en el marco de las ceremonias de conmemoración de la tragedia.
Imagen: David Mareuil/Anadolu/picture alliance
Primer ataque
El 6 de agosto de 1945, el bombardero "Enola Gay“ arroja sobre la ciudad japonesa de Hiroshima la primera bomba atómica empleada en una guerra. El artefacto tenía un seudónimo que parecía inocuo: “El pequeño”. De los 350.000 habitantes de esa localidad murió en unos cuantos segundos la quinta parte, según se estima. La enorme presión desatada por la detonación destruye por completo Hiroshima.
Imagen: Three Lions/Getty Images
El “Enola Gay”
Originalmente se tenía programado el 1 de agosto de 1945 como fecha para el ataque. Sin embargo, éste fue postergado a causa de un tifón. Cinco días más tarde despegaba el bombardero “Enola Gay” con una tripulación de 13 personas a bordo. Los militares se enteran solo en pleno vuelo que deben arrojar la bomba atómica.
Imagen: gemeinfrei
El segundo ataque
Tres días después del bombardeo a Hiroshima, el ejército estadounidense arroja una segunda bomba atómica sobre Nagasaki. En un principio el objetivo era Kyoto. Pero algunas consideraciones hechas por el secretario de Defensa de EE.UU. se cambia el punto donde habrá de caer la segunda bomba atómica. Ésta lleva el seudónimo de “Gordo” y tiene una potencia equivalente a la de 22.000 toneladas de TNT.
Imagen: Courtesy of the National Archives/Newsmakers
Objetivo estratégico
En Nagasaki se ubicaba la sede principal del consorcio Mitsubishi, que fabricaba armamento. En sus muelles se ubicaban enormes astilleros militares. Ahí fueron producidos los torpedos con los cuales Japón atacó la base militar estadounidense de Pearl Harbor. La poca visibilidad hizo imposible un ataque directo a los astilleros.
Imagen: picture-alliance/dpa
Las víctimas
Meses después de las explosiones, miles de personas fallecían aún a causa de las secuelas. Hasta finales de 1945 se registraron 60.000 víctimas mortales más a causa de la radiación, quemaduras o lesiones graves. Cinco años más tarde, el número total de víctimas por los bombardeos en Hiroshima y Nagasaki era estimado en 230.000.
Imagen: Keystone/Getty Images
Capitulación y terror
Tras el lanzamiento de las dos bombas atómicas, los japoneses temían que viniera una tercera sobre la capital, Tokio. Japón capituló y con ello terminó la Segunda Guerra Mundial en Asia. Los bombardeos fueron ordenados por el presidente Harry S. Truman. Muchos historiadores consideran que ambos bombardeos constituyen crímenes de guerra.
Imagen: AP
Reconstrucción
El destruido casco de Hiroshima fue reconstruido por completo, y sólo una isla en el río Ota permanece a manera de santuario de la paz. Ahí se encuentran hoy algunos monumentos, así como el Museo de la Paz, el Monumento Infantil a la Paz y las ruinas de la antigua cámara de Industria y Comercio. Arde ahí una llama que sólo se extinguirá cuando el mundo esté completamente libre de armas atómicas.
Imagen: Keystone/Getty Images
Cultura de la conmemoración
En Nagasaki se ubica desde 1955 un museo en el que se recuerda a las bombas atómicas, así como un Parque de la Paz dedicado a las víctimas y las consecuencias de los bombardeos en Hiroshima y Nagasaki. Ambas localidades son símbolo del potencial destructivo de las armas atómicas y nucleares.
Imagen: Getty Images
Contra el olvido
Desde los ataques de 1945, en todo el mundo se conmemora a las víctimas de los bombardeos atómicos. En Hiroshima hay ceremonias cada año. Sobrevivientes, familiares de las víctimas y políticos se congregan para guardar un minuto del silencio. Muchos japoneses luchan activamente contra el armamentismo nuclear.