Comienzan a evacuar el centro de inmigrantes de Calais
24 de octubre de 2016
El campamento conocido como “La Jungla” de Calais se ha convertido en un símbolo del fracaso de las políticas migratorias europeas. Ahora, años después de su creación, será desmantelado y derruido.
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La evacuación organizada del campo de inmigrantes de Calais, el mayor de Francia, comenzó el lunes (24.10.2016) a las 08.00 horas con largas colas frente al centro de gestión abierto por las autoridades galas.
Provistos de maletas y de todos los enseres que poseen, numerosos inmigrantes, la mayor parte afganos, eritreos y sudaneses, comenzaron a llegar al lugar desde la madrugada, para ser trasladados a uno de los 450 centros de acogida que el Gobierno francés ha abierto en el territorio.
"Es un día muy importante. El Estado está haciendo un esfuerzo considerable”, dijo Pierre-Henry Brandet, un portavoz del Ministerio del Interior francés.
Símbolo de fracaso
Desde finales de la década de 1990, miles de migrantes han llegado a la ciudad portuaria de Calais para intentar cruzar el Canal de la Mancha. Los campamentos que desde entonces se han ido formando en distintas partes de la urbe se han convertido en un símbolo del fracaso de las políticas migratorias europeas.
Conocido como "La Jungla”, el campamento cuyo desmantelamiento definitivo comenzó esta mañana es el más importante de los muchos que se han existido en la localidad francesa. Desde que a principios de año un tribunal de Lille encomendara a las autoridades locales desalojar la parte sur de "La Jungla”, los enfrentamientos entre la policía y los migrantes que aguardan allí su oportunidad de cruzar a Gran Bretaña han sido constantes desde el 29 de febrero. Ese día, la policía tuvo que lanzar gas lacrimógeno para que los migrantes permitieran trabajar a los operarios que, con sus bulldozer, trataban de derruir las precarias construcciones erigidas en el campamento por los refugiados.
Unos días después, el por entonces todavía primer ministro británico David Cameron y el presidente de Francia, François Hollande, se reunieron y acordaron que reunirían a los menores de edad que estaban tratando de cruzar el Canal con sus familias en Gran Bretaña.
Ya en agosto, otro tribunal francés ordenó el cierre de 72 tiendas y restaurantes que estaban funcionando dentro del asentamiento. Un mes después, y tras las visitas del expresidente Sarkozy y del propio Hollande a la ciudad –ninguno de ellos visitó el campamento-, las autoridades decidieron la demolición y cierre definitivo de "La Jungla”.
Enfrentamientos aislados
Durante la noche previa a la operación, algunos migrantes trataron de llegar a una autopista cercana pero fueron devueltos al campamento por la policía, explicó un portavoz de la prefectura de Pas de Calais. Según oficiales y distintas ONG, entre 6.500 y 8.000 acampaban hasta el lunes en "La Jungla” a la espera de su oportunidad de llegar a Gran Bretaña.
Los reporteros que cubren la operación de las autoridades francesas confirmaron la disposición de aproximadamente 60 autobuses destinados a desplazar a los migrantes que voluntariamente deseaban abandonar el campamento. Cerca de 1.250 policías participan en el desalojo.
La mayoría de los centros a los que serán enviados los inmigrantes están en el sur de Francia, muy lejos de su objetivo, que es en su mayoría cruzar al Reino Unido. El campamento se formó en Calais por su cercanía al país vecino, al que los migrantes querían cruzar en camiones, ferries o a través de las vías que atraviesan el Canal de la Mancha.
En las últimas semanas, funcionarios del Estado y trabajadores humanitarios realizaron una campaña de información para persuadirles de que debían acogerse a este dispositivo antes que perseverar en su intención de permanecer en Calais, el punto más cercano al Reino Unido, el destino soñado por la mayoría de ellos.
JC (AFP, dpa, EFE)
Refugiados en Francia: la "Jungla" de Calais
Aumenta el nerviosismo en el campo de refugiados de Calais. Las autoridades francesas planean construir una "zona tapón" entre el campo de refugiados y el Eurotúnel que conecta el continente con Reino Unido.
Imagen: DW/D. Cupolo
Antes del desalojo
Voluntarios ayudan a los refugiados a transportar sus pertenencias. Anteriormente, las autoridades habían prometido a los migrantes la creación de un espacio para su realojamiento. Mediante esta zona, el Gobierno francés pretende bloquear el acceso al Eurotúnel, a través del cual muchos refugiados viajan a Inglaterra. "Les ayudamos a mantener su dignidad", aclara uno de los voluntarios.
Imagen: DW/D. Cupolo
El mar y las oportunidades
Tiendas de campaña frente a la entrada del Eurotúnel. En este punto muchos refugiados intentan subirse a los camiones que van a Gran Bretaña. Un enorme dispositivo policial vela por evitar que los polizones crucen a través del túnel. El joven sirio Mohammed Schakh enumera las opciones: el plan A, cruzar en un camión. El B, hacerlo en un tren. El C, atravesar el Canal de la Mancha en barco.
Imagen: DW/D. Cupolo
Mudanza urgente
El nuevo campo fue establecido el pasado jueves. Eso sí, no se sabe cuándo serán retirados los antiguos asentamientos. Para los refugiados significa mudarse. Alrededor de un centenar de alojamientos ilegales ya han sido trasladados con la ayuda de voluntarios. Hasta el momento se han construido otros 40 refugios "no oficiales".
Imagen: DW/D. Cupolo
Espacio para nuevas tiendas
Los miembros de la asociación "Care4Calais" limpian la zona de maleza y basura. El objetivo es crear espacio para los refugiados. "Cuando viví en Afganistán fueron muy hospitalarios conmigo. Por eso quiero devolverles algo", explica Ruth Boggiuth, una las voluntarias.
Imagen: DW/D. Cupolo
Esperando a que llegue el día
Entre 1.500 y 4.500 habitantes del campamento improvisado se han visto afectados por el reasentamiento. Algunos siguen esperando. "No pienso desmontar y volver a montar mi tienda en otro lugar", dice Saifullah Barat. Este afgano vive desde hace 4 meses en la "Jungla de Calais". "Si la policía quiere desmontar mi campamento, que lo haga. No voy a hacerles frente".
Imagen: DW/D. Cupolo
¿Huellas dactilares? No, gracias.
Las autoridades han establecido un nuevo campamento en las cercanías de Calais. En el asentamiento levantado con contenedores hay espacio para cerca de 2.000 personas. Muchos de los refugiados, sin embargo, rechazan trasladarse a estos alojamientos temporales ya que, con el fin de identificarles, las autoridades exigen una toma de huellas dactilares.
Imagen: DW/D. Cupolo
Francia: ¿una prisión?
"Vemos cómo nos tratan los franceses", dice el sirio Mohammen Schakh. "Las autoridades nos toman por tontos y creen que vamos a aceptar la toma de huellas dactilares. Esto es parecido a una cárcel. Una vez que entremos aquí, no nos dejarán salir nunca. No quiero vivir nunca en este país".
Imagen: DW/D. Cupolo
Aumenta la violencia
El anuncio del desalojo y el aumento de la presencia policial ha provocado un aumento de la violencia en la "Jungla de Calais", informa Médicos sin Fronteras. Las lesiones provocadas por los enfrentamientos entre los propios habitantes del campamento, o entre los refugiados y la policía han propiciado un aumento de la presencia de los integrantes de esta ONG.
Imagen: DW/D. Cupolo
Nuevos asentamientos en otros lugares
"Los habitantes del campo creen que Francia pretende reducir el campamento progresivamente", explica Maud Le Quintrec, de Médicos sin Froteras. "Por eso muchos refugiados han decidido levantar nuevos campamentos ilegales. De hecho, 120 habitantes de 'la Jungla' se han ido a Bélgica". Así, explica Le Quintrec, lo único que consiguen las autoridades es trasladar el problema. (18.01.2016)