Pese a la falta de personal de gestión en las islas griegas, la Comisión Europea insiste en que a partir del próximo lunes 4 de abril los solicitantes de asilo que sean rechazados serán enviados de vuelta a Turquía. "La fecha es el 4 abril", subrayó una portavoz de las autoridades de Bruselas. A su vez, comenzarán las primeras reubicaciones de refugiados sirios de Turquía en los países de la Unión Europea. En las islas griegas se encuentran en estos momentos unos 4.000 refugiados e inmigrantes. Gran parte de ellos llegaron tras la entrada en vigor del acuerdo migratorio que alcanzaron Turquía y la Unión Europea, que contempla su devolución a Turquía. Pero la puesta en marcha del procedimiento rápido de asilo previsto resulta difícil porque Grecia no cuenta con suficiente personal especializado, entre otros, traductores y expertos en asilo. Desde la Unión Europea se señala que varios países se comprometieron a enviar a Grecia personal especializado. Este miércoles (30.3.2016) el Parlamento griego debatirá la proposición de ley para la puesta en marcha del acuerdo migratorio. La portavoz del Gobierno, Olga Gerovasili, comunicó que el reconocimiento de Turquía como un tercer Estado seguro no está contemplada en el borrador de esa ley. Más bien, el Gobierno griego se guiará por las leyes en vigor, en las que se señala que un tercer Estado puede ser considerado seguro si se atiene a la Convención de Ginebra sobre el Estatuto de los refugiados. La Unión Europea, sin embargo, tiene otro punto de vista: antes de que Grecia devuelva a Turquía los refugiados, Atenas debería reconocer a Turquía como tercer Estado seguro, dijo la portavoz de las autoridades bruselenses. Y además instó a que ese reconocimiento se produzca en los próximos días. Varios parlamentarios griegos han cuestionado el acuerdo migratorio entre la UE y Turquía desde el punto de vista legal. Algunos de esos diputados pertenecen al partido en el gobierno, el izquierdista Syriza. El gobierno griego enfrenta ahora la negativa de los refugiados a moverse del puerto del Pireo y de Idomeni, en la frontera con Macedonia. No quieren ir a los centros de acogida estatales por temor a quedar atrapados en Grecia. (dpa)