La industria de la confección alemana no lo tiene fácil. Pero cerca de la ciudad de Wurzburgo, una empresa se opone con éxito a esta tendencia. La marca Comma logró cuadruplicar su volumen de ventas en los últimos seis años: a 160 millones de euros. Comma forma parte del grupo de empresas de moda que más crecen en el mundo.
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110 empleados trabajan en la planta. Pocos de ellos son hombres. La moda es hecha por mujeres para mujeres.
