Braunschweiger Zeitung, de Alemania: “Gordon Brown ha exagerado tremendamente con la expulsión de cuatro diplomáticos rusos. Resultaría ingenuo si cree que así logrará que se extradite al ruso Lugowoi. Para empezar esto lo prohíbe la Constitución rusa. Brown debía esperar la agresiva respuesta de Moscú, especialmente conociendo la gran sensibilidad de los rusos en cuestiones de honor nacional. ¿Qué es lo que realmente busca alcanzar con esta medida? Se dirige a su propia nación: ¡Vean, lucho por el gran Imperio Británico!”

Como en tiempos de la Cortina de Hierro

Il Messaggero, de Roma: “Represalias. En lo que se refiere al caso Litwinenko, el Cremlin parece emprender los viejos caminos de confrontación con Occidente tanto en la selección de sus palabras como en sus reacciones. Exactamente como en los tiempos de la Cortina de Hierro entre el reino soviético y los países de la OTAN. Moscú anunció expulsar en el transcurso de diez días a cuatro diplomáticos británicos. (...) Esta es la respuesta a la decisión de Londres de expulsar a cuatro diplomáticos rusos después de que Moscú rechazara extraditar a Andrej Lugowoi, el principal sospechoso del asesinato del ex agente secreto Alexander Litwinenko. (...) Se trata realmente de un acto de represalia, lo que podría definirse como un intento amoral de politizar el caso y de situar a Rusia en el banquillo.”

Juego infantil

Standard, de Viena: “Este juego diplomático de expulsiones parece infantil, pero no lo es. Rusos y británicos se expulsaron mutuamente ya en 1990. Pero ahora la disputa entorno a un presunto asesino, espías y oligarcas, se da en un entorno sustancialmente distinto en las relaciones entre Occidente y Rusia. (...) ¿Qué tan seria es Rusia? Mientras que no haya consecuencias económicas -ninguna de las partes tiene interés de que así sea- se limitarán a este periodo gélido, que por lo demás resulta difícil predecir cuanto tiempo durará. Resulta poco probable que alguno de ellos de la mano a torcer. También el hecho de que europeos y estadounidenses hayan presentado una propuesta de resolución para Kosovo frente al Consejo de Seguridad, del que de antemano se sabe que Rusia lo vetará, puede parecer una provocación en este contexto.”

Primera crisis seria después de la Guerra Fría

Nowyje Iswestija, de Moscú: „Resulta sorprendente que el británico sea el primer gobierno, que después del fin de la Guerra Fría, tenga un conflicto diplomático con Rusia. Londres no se cansa de afirmar que el problema no es con el pueblo ruso, sino simplemente la negativa del gobierno de extraditar a presuntos asesinos. Es de suponer que Gran Bretaña tiene un gran interés especialmente en la continuidad de la relaciones económicas con Rusia.”