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Compartir cama con perros podría ser peligroso en invierno

23 de enero de 2023

Aunque algunos propietarios de mascotas dicen disfrutar del calor que sus perros aportan a la cama, especialistas repasan ciertos riesgos asociados a esta práctica.

Varios otros estudios han investigado los pros y los contras de tener un perro en la cama.
Varios otros estudios han investigado los pros y los contras de tener un perro en la cama. Imagen: Tony Garcia/Image Source/IMAGO

Tras un frio día de invierno, ¿qué mejor que acurrucarse bajo una manta con su perro que sin electricidad le proporciona calor? De hecho, muchos dueños de perros comparten la cama con sus amigos de cuatro patas. Y no por nada: resulta que la temperatura corporal de los perros es unos grados más alta que la de los humanos. No obstante, expertos en animales han advertido sobre los peligros de dejar a un perro bajo el edredón. 

Sobrecalentamiento

Una de las principales preocupaciones es el sobrecalentamiento. Durante las olas de frío, es más probable que los perros se acurruquen en la cama bajo las sábanas para entrar en calor. Sin embargo, las mantas extra gruesas o incluso las de más grosor pueden garantizar que el perro no pueda salir de la cama si de repente siente demasiado calor en mitad de la noche.

"Los perros muy pequeños, los cachorros, los perros mayores y los perros con artritis u otros problemas de movilidad pueden tener dificultades para encontrar una salida segura si se calientan demasiado", explica al Telegraph Katy Alexander, responsable de investigación veterinaria de Blue Cross en el Reino Unido.

Los propietarios de razas de cara plana, como los bulldogs franceses y los carlinos (pugs), deben "extremar la vigilancia", agregó Alexander, ya que estos perros braquicéfalos corren un mayor riesgo de sobrecalentamiento si se les coloca bajo el edredón.

Algunos perros pueden correr el peligro de sobrecalentarse si se les deja tapados con un edredón. Imagen: Katharina Mikhrin/Westend61/IMAGO

Quemaduras por mantas eléctricas

También alertó sobre las mantas eléctricas, utilizadas especialmente en zonas frías o en temporadas de invierno. Según explica, esta podría provocar quemaduras. Además, el cable de alimentación también supone un peligro si el perro intenta manipularlo, explicó Alexander.

Por su parte, Karly Smith, especialista en comportamiento animal de Blue Cross, aboga por tener en cuenta los deseos del animal y no obligarlos a quedarse en cama por el simple hecho de calentar a sus dueños.  

"Todas las mascotas deben ser tratadas con dignidad, amabilidad y respeto, y solo deben colocarse en situaciones que sean seguras, apropiadas y que les gusten", dice Smith al Telegraph. "Habrá perros a los que les guste acurrucarse bajo el edredón, y si eso es lo que quieren hacer, está bien, pero es importante no obligar a nuestros perros a hacer cosas con las que no estén familiarizados o que puedan asustarles", agregó.

Todo es cuestión de cuidado

Así, si se actúa con la precaución necesaria, y consideramos los deseos de nuestros fieles compañeros, en realidad no hay nada que objetar a dejar que el perro se acueste en la cama.

"A lo largo de la historia, los seres humanos han compartido sus espacios para dormir con otros seres humanos y con otros animales", afirma Bradley Smith, psicólogo de la Universidad Central de Queensland (Australia), que publicó un estudio sobre el tema en 2017.

"Proponemos que el colecho entre humanos y animales y entre adultos y niños se considere una forma legítima y socialmente relevante de dormir juntos", añade. "Además, una comprensión exhaustiva del colecho humano-animal tiene implicaciones significativas para el sueño humano, las relaciones humano-animales y el bienestar de los animales".

Editado por Felipe Espinosa Wang.

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