"Alemania no es una sociedad abierta" y es un país "demasiado centrado en sí mismo", afirma el activista chino que ha permanecido cuatro años en tierras germanas.
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El artista y activista chino Ai Weiwei ha decidido abandonar Alemania, en donde vive exiliado desde hace cuatro años, porque el país está "demasiado centrado en sí mismo".
En una entrevista con el diario "Welt" el artista ha revelado que va a poner fin a su estancia en la capital alemana, pero sin aportar más detalles sobre cuándo se marchará o a dónde.
"Mi familia y yo hemos estado aquí encantados, pero me voy de Berlín. Este país no me necesita porque está demasiado centrado en sí mismo", asegura.
Ai considera que "la cultura alemana es tan fuerte que no acepta realmente otras ideas y argumentos", lo que dificulta el debate y la posibilidad de que se expresen abiertamente voces discordantes.
"Se trata de una sociedad que quiere ser abierta, pero que principalmente se protege", argumenta el cotizado artista, que llega a afirmar que "Alemania no es una sociedad abierta".
Ai reside desde hace cuatro años en Berlín, a donde llegó después de años de arresto domiciliario y meses de prisión en China, donde se le acusó de varios delitos. En la capital alemana ha mantenido un perfil bajo, aunque tiene un estudio subterráneo en el centro de la ciudad y ha trabajado como profesor invitado en la Universidad de las Artes.
EL(efe, dpa)
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Ai Weiwei: "¿Dónde está la Revolución?"
"Todo es arte, todo es política" es el hilo conductor de la obra del conocido artista. Una gran exposición en la Kunstsammlung de Renania del Norte-Westfalia muestra sus obras e instalaciones de los últimos diez años.
Imagen: DW/S. Peschel
"Ciclo de vida", 2018
Ai Weiwei nombró "Ciclo de la vida" su recipiente de bambú y sisal de 17 metros de largo con figuras fantasmales que llevan las cabezas de los doce signos del zodiaco chinos. La estructura se acompaña de imágenes de los campamentos de refugiados "Indomeni", 2016, "Jungle" y el video del campamento de refugiados "Calais", 2018.
Imagen: DW/S. Peschel
"Lavandería", 2016
2.046 prendas cuelgan en esta "Lavandería" en 40 percheros, recién lavados y clasificados. Son ropas que los refugiados dejaron en 2016, cuando se cerró la "ruta de los Balcanes" y el campamento Idomeni fue evacuado. Ai Weiwei llevó las prendas a su estudio de Berlín y las seleccionó y limpió cuidadosamente. Con nueva dignidad, hablan de escape, persecución y sufrimiento.
Imagen: DW/S. Peschel
"Platos de porcelana azules y blancos", 2017
El artista ha reflejado la miseria de la migración humana en platos de porcelana azul y blanco, con decoraciones tradicionales, que fueron confeccionados en Jingdezhen, la capital de la porcelana china. Pero las imágenes dan testimonio de la guerra, las ruinas, el cruce sobre el mar, los campos de refugiados. Motivos que Ai Weiwei ha desarrollado a partir de sus propias fotos y de Internet.
Imagen: DW/S. Peschel
"Cámara con zócalo", 2015. "Odisea", 2016
Los motivos del papel tapiz de la pared recuerdan la epopeya de Homero en la Odisea. Pero si uno mira de cerca, son dibujos sobre huida y migración. La cámara de mármol está dirigida a los barcos, símbolo de la vigilancia estatal. Algo que a Ai Weiwei le ocupa en particular porque, después de su arresto en 2011, las autoridades pusieron más de 20 cámaras de vigilancia en su estudio de Beijing.
Imagen: DW/S. Peschel
"Estudio de la perspectiva", 1995-2011 / 2014
Sobre el tapiz de la pared "Odisea", Ai Weiwei ha colgado una serie de fotos de 40 lugares, fotos de edificios de representación estatal o cultural, Ai Weiwei les muestra el dedo medio extendido. Junto con los dibujos sobre huida y migración, la serie puede entenderse como un ataque a los responsables políticos y sociales de los lugares de origen de los migrantes.
Imagen: DW/S. Peschel
"Estudio de perspectiva", 1995-2011 / 2014
Las fotos de lugares de China son las únicas no coloreadas de la serie. Las fotografías en blanco y negro de la Plaza de Tiananmen y Hong Kong son de particular importancia treinta años después de la supresión del movimiento democrático en Tiananmen y en toda China.
Imagen: DW/S. Peschel
"El animal que parece una llama pero que realmente es una alpaca", 2015
El extraño título se aplica al papel tapiz de la pared con una decoración de lujo irónica de cadenas, esposas y cámaras de seguridad. Frente a él se encuentra el "Círculo de Animales", 2011, cabezas de bronce de los doce signos del zodiaco. Las esculturas de animales, creadas originalmente por artesanos occidentales en el siglo XVIII, han sido adoptadas por China como símbolos nacionales.
Imagen: DW/S. Peschel
"S.A.C.R.E.D.", 2011-2013
Ai Weiwei estuvo 81 días detenido en 2011. En la imagen, un detalle de las violaciones de derechos humanos que sufrió durante su detención: los agentes uniformados vigilan el uso del inodoro.
Imagen: DW/S. Peschel
"Straight", 2008-2012
Este trabajo de blindaje de acero en 142 cajas de transporte tipo ataúd es un grito de denuncia. Con barras de acero enderezadas, Ai Weiwei recuerda el desastre del terremoto de Sichuan en 2008, cuando murieron 70.000 personas. Más de 5.000 niños murieron en escuelas que colapsaron, en parte porque políticos locales corruptos habían ahorrado en materiales de construcción.
Imagen: DW/S. Peschel
"Semillas de girasol", 2010, "Zodiac", 2018
La obra "Semillas de girasol" se vio por primera vez en 2010 en la Tate Modern de Londres. Mientras la exposición estaba abierta, Ai Weiwei fue arrestado en China sin cargos y llevado a un lugar desconocido. En la exposición de Düsseldorf, el artista colgó imágenes de los doce signos del zodíaco, una vez más interpretados.
Imagen: DW/S. Peschel
"Zodiaco", 2018 (detalle)
Son doce imágenes hechas de ladrillos de Lego que las hace parecer pinturas pixeladas. Las cabezas de los animales invocan una visión de los ciclos eternos y el destino. En el fondo de los signos del zodíaco, Ai Weiwei muestra edificios representativos de su serie "Estudio de la perspectiva", el artista fusiona así dos series de imágenes.
Imagen: DW/S. Peschel
Video "Semillas de girasol", 2010, "I.O.U", 2011-2013
Un video que explica el proceso de fabricación de los 100 millones de semillas de girasol se muestra frente a un papel tapiz hecho de pagarés. Después de su detención, Ai Weiwei tuvo que pagar una multa fiscal de 1,7 millones de euros. Las personas de su país y del extranjero le enviaron dinero, y él emitió 13,719 pagarés diseñados (IO = I Iwe You) hasta que pudo devolver el dinero.
Imagen: DW/S. Peschel
"Semillas de girasol", 2010
Millones de semillas de girasol hechas de porcelana fueron fabricadas individualmente por 1.600 artesanos durante dos años. El trabajo tiene una asociación política profunda: el "Sol" era Mao Zedong mientras que la gente era como las semillas del girasol. En una interpretación más moderna, las semillas son los productos chinos producidos en masa.