Los Juegos Paralímpicos de Tokio han demostrado que solo las naciones ricas pueden competir al más alto nivel. Melanie Last, de DW, se pregunta: ¿de verdad necesitamos un medallero?
Publicidad
¿Son los Juegos Paralímpicos realmente una plataforma deportiva, una enorme fiesta para los atletas que glorifica la sana competencia, o en realidad es solo un escenario donde las naciones buscan diferenciarse unas de otras y comparar quién es mejor, quién es más fuerte, tanto en lo deportivo como en lo político?
En todo caso, la cita no parece tratar sobre disfrutar del deporte cuando los países se dedican solo a mirar el medallero. Y lo hacen de forma abierta, señalando por adelantado cuáles son sus objetivos, cuántas medallas deben obtener sus deportistas. Para Alemania el medallero se veía terrible tras el cuarto día de competencia: puesto 40, y sin siquiera un oro. A mitad de los Juegos Paralímpicos sumaba dos oros y había subido al lugar 24. Al final remató en el puesto 12, con 13 medallas doradas. De esta manera, el objetivo de la Asociación Alemana de Deportes para Discapacitados (DBS) de estar entre los diez primeros no se logró.
El dinero determina el éxito
Pero de nuevo: ¿qué tan importante es el medallero? Algo está claro: los países que más dinero invierten estarán siempre a la vanguardia. En China y Estados Unidos, por ejemplo, los paradeportistas son profesionales, mientras que en Alemania los atletas deben, además, trabajar y luchar por conseguir patrocinadores para estar financieramente tranquilos. Sí, hay aportes de la Fundación Alemana de Ayuda Deportiva, que otorga entre 700 y 800 euros al mes, y otros aspiran a la seguridad mínima que otorga el programa de financiamiento deportivo del Ejército, que entrega 1.200 euros mensuales. Y sí, está claro que sin esas ayudas Alemania de seguro no habría sumado 13 medallas de oro. Pero también está claro que este apoyo económico rara vez es suficiente para que un deportista se pueda considerar profesional. Llegar a fin de mes es un acto de funambulismo a expensas del rendimiento deportivo.
La pregunta es: ¿cuántos deportistas de alto nivel quiere permitirse Alemania? ¿Y qué tan solidario es el país con sus atletas discapacitados?
Publicidad
¿Fallo en la inclusión?
Con todos los esfuerzos de inclusión y los intentos de alcanzar la igualdad, todavía no se consigue que los atletas con y sin discapacidades puedan entrenar en condiciones similares en Alemania. Un escenario distinto al que se puede ver en el pequeño vecino Países Bajos, donde -valga la pena remarcarlo- pueden celebrar la obtención de más medallas paralímpicas que los alemanes. Allí los deportistas entrenan en los mismos recintos, con los mismos equipamientos que sus colegas no discapacitados, reciben las mismas oportunidades y cuentan con entrenadores especializados en paradeportes.
Además, allá los niños y jóvenes paradeportistas, independiente de la disciplina que practiquen, reciben de parte del Estado las prótesis y las sillas de ruedas. El financiamiento no pasa por las manos de los seguros médicos, que en determinadas circunstancias dan más ventajas a quienes ganan más dinero. La idea de la inclusión se vive en Países Bajos de otra manera, lo que se traspasa a los deportes.
Los Juegos Paralímpicos de Tokio han vuelto a mostrar que la promoción de los deportistas discapacitados comienza en la sociedad, con igualdad de oportunidades y solidaridad. Lo que vuelve a plantear la pregunta de si no tendría lógica organizar una fiesta deportiva donde todos compitan juntos, dado el sentido del espíritu olímpico. Pero bueno, eso ya es otro tema. (dz/ms)
10 cosas que tiene que saber sobre los Paralímpicos (2016)
Después de dos semanas del fin de los Juegos Olímpicos, empezaron los XV. Juegos Paralímpicos en Río. En muchos aspectos, mucho más importantes para las personas con discapacidad. Pero los problemas son similares.
Imagen: Getty Images/M. Tama
Más competencias que en los Juegos Olímpicos
306 competencias en 17 días fue el récord olímpico en Río. En los Paralímpicos habrá 528 competencias en doce días, hasta el 18 de septiembre. Esto debido a que, de acuerdo a la discapacidad, hay diferentes categorías. En total, 23 deportes estarán representados. Por primera vez se habrá canotaje y el triatlón.
Imagen: picture alliance/Photoshot
Nuevos récords
4.350 atletas asistieron en Río a la inauguración, casi once veces más que al debut de los Paralímpicos de 1960 en Roma. También en cuanto a los países participantes hay un nuevo récord: de 176 países vienen los deportistas. La Asociación Mundial IPC espera cuatro millones de televidentes durante los juegos. La televisión alemana transmitirá 75 horas en vivo.
Imagen: Getty Images/B. Mendes
Muchos ganadores
No es tan fácil hacer un seguimiento en los Paralímpicos. Esto se debe a las así llamadas “clases de daños” con un total de diez clasificaciones. Solo en la carrera de 100 metros de los hombres hubo 15 ganadores paralímpicos en los Juegos de Londres 2012. El poseedor del récord en la clase "T43" es el brasileño, doblemente amputado, Alan Oliveira con sensacionales 10,57 segundos.
Imagen: Getty Images/B. Mendes
Aparatos claves
Una competencia de materiales. Incluso más que en los Juegos Olímpicos, los atletas paralímpicos necesitan de aparatos deportivos y técnicos. 18 toneladas de material están disponibles, un total de 15.000 artículos como 1.100 sillas de ruedas o 300 prótesismde pies. Para las reparaciones hay un equipo disponible de 100 personas de 31 países, a la espera diaria de 2.000 intervenciones.
Imagen: picture-alliance/dpa/U.Gasper
Ventaja de naciones industrializadas
Los costos del material no pueden ser asumidos por cualquier país. Y nuchas organizaciones no pueden financiar esas costosas herramientas de ayuda. Probablemente por eso las naciones industriales consiguen la mayoría de las medallas. Por ejemplo, la prótesis del saltador de longitud Markus Rehm, con la que estableció un récord mundial de 8,40 m, cuesta alrededor de 8.000 euros.
Imagen: picture-alliance/dpa/Kyodo
Falta dinero
También es caro para los anfitriones. Brasil, un país económicamente golpeado, tuvo que apoyar los Paralímpicos con recursos públicos cercanos a los 55 millones de euros, ya que el presupuesto previsto no fue suficiente. El número de voluntarios fue reducido significativamente. El presidente del IPC, Philip Craven, habló del "peor momento" para la historia paralímpica.
Imagen: picture-alliance/dpa/J. Buettner
Sin público
Una razón de la brecha en el presupuesto es la lenta venta de entradas. Después de los Juegos Olímpicos, apenas se vendieron 300.000 entradas de las 2,4 millones de los Paralímpicos. Ahora la venta habría remontado: más de 1,5 millones de entradas fueron vendidas, según el IPC. Pero como en las Olimpiadas, las gradas en las competiciones paralímpicas corren peligro de llenarse solo a medias.
Imagen: Getty Images/B. Mendes
Las chances alemanas
El equipo alemán se hizo presente con 155 atletas en la inauguración. En muchas disciplinas, los atletas en oro, rojo y negro son fuertes candidatos a ganar la medalla, también debido a la buena promoción de este país. Con 1.450 Medallas, Alemania está en el tercer puesto de la tabla de medallas por detrás de Estados Unidos (2.066) y Gran Bretaña (1.643).
Imagen: picture-alliance/dpa/K. Nietfeld
Doping, aquí también
Karl Quade, de la selección alemana, no pone las manos al fuego en cuanto al dopaje. Este se produce en múltiples fomas: en el cuerpo, pero también en el equipamiento deportivo (Tech-dopaje). Algunos incluso hacen trampa en la clasificación. Como sea, el IPC ha dado una clara señal con la completa exclusión de Rusia por doping de Estado.
Imagen: picture alliance / DPPI Media
¿Anillos olímpicos?, ninguno
Los anillos olímpicos fueron nuevamente desmantelados en muchos lugares de Río y reemplazado por el símbolo de los Juegos Paralímpicos. En lugar de los cinco anillos olímpicos, desde 2004, tres semiarcos llamados "Agitos" (del latín, "me muevo") son el símbolo de los Juegos de los atletas discapacitados.