Es un auto fantástico, cargado de energía. El Porsche 911 Targa de 1972: un auto purista. Nada es digital. La mecánica, la transmisión: todo es arte de ingeniería. El Targa no está sometido a ninguna moda. Es intemporal. La forma sigue a la idea. Tiene todo lo que necesita un auto deportivo reducido a sus características técnicas esenciales. Su motor refrigerado con aire suena de maravillas.
Publicidad
Deportivo significa en este caso también que el conductor tiene que aplicar fuerza al frenar y al conducir sin dirección asistida.