Con Nueva Asamblea Nacional "crece la zozobra" en Venezuela
José Ospina-Valencia
4 de enero de 2021
Este 5 de enero se instala la oficialista Asamblea Nacional, elegida el 6 de diciembre sin participación de la oposición. Con todos los poderes en la mano, lo que se viene es un "régimen sin simulacros", dice analista.
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"La instalación de la nueva Asamblea Nacional se desarrollará en paz y alegría, pese a las expectativas que existen por la continuidad constitucional aprobada por los parlamentarios opositores electos en 2015”, afirmó el diputado chavista Luis José Marcano, citado por el diario El Nacional.
Marcano, del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), se refiere a la decisión de la oposición dirigida por Juan Guaidó de extender su período legislativo "hasta que se celebren elecciones democráticas”. Una iniciativa declarada "nula” por la también oficialista Corte Suprema de Venezuela.
Paso a paso hacia el control total
¿Es el régimen venezolano, tras la toma de la Asamblea Nacional, oficialmente una dictadura? "Desde 2015 Venezuela cruzó la línea roja del autoritarismo: primero con la elección presidencial y luego con la instalación de instituciones oficialistas paralelas a las elegidas democráticamente, cerrando paso a paso todo espacio para la oposición”, recuerda a DW la investigadora Sabine Kurtenbach, del Instituto alemán de Estudios Latinoamericanos (GIGA), con sede en Hamburgo.
Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional hasta este 4 de enero, había convocado a manifestaciones de rechazo al nuevo Parlamento. Pero el gobierno de Venezuela dictó una "cuarentena radical” justo a partir de la víspera de la instalación de dicha Asamblea que va hasta el 10 de enero, como lo anunció en Twitter la vicepresidenta Delcy Rodríguez. Así, el transporte interurbano quedó vetado, incluso dentro de los distritos de la capitalina Caracas.
En Venezuela, empero, no existen datos de ninguna autoridad sanitaria que justifiquen estas restricciones, lo que no quiere decir que la pandemia no esté haciendo estragos. Pero "su uso como herramienta de represión es tal que quien diga en público que se ha infectado con el coronavirus puede ir a la cárcel”, dice a DW el sociólogo venezolano Tulio Hernández.
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Un régimen sin máscara de demócrata
Ahora que el régimen de Nicolás Maduro mantiene los tres poderes, "el coronavirus le cae como anillo al dedo para decretar un estado de excepción en Venezuela”, es la hipótesis del profesor Hernández, autor del libro "Una nación a la deriva”. Lo que habrá a partir de este 5 de enero es "un régimen sin simulacros, sin careta”, agrega el analista, para quien "está cantado que muchos diputados opositores –que aún no están en el exilio– van a ser imputados y tomados presos injustamente”.
Con las elecciones parlamentarias de diciembre, el régimen de Maduro no logró obtener el reconocimiento internacional que buscaba, pero sí cohesionó las fuerzas interiores que ahora ostentan la mayoría del 90 % en el Parlamento, así no haya sido lograda democráticamente. El nuevo Parlamento, electo para el período 2021-2026, pasa de 167 a tener 277 diputados, un aumento del 66 % del número de legisladores oficialistas.
Ni gobierno ni oposición
La politóloga Sabine Kurtenbach tiene dudas sobre si el régimen o la oposición van a ser en este 2021 los protagonistas de cambios decisivos, apuntando que "entre el gobierno y la oposición en Venezuela suman juntos solo un 30 % de apoyo, como mucho”.
¿A quién representa entonces la oposición que sale del Parlamento? Así esté enemistada y dividida en cuatro corrientes, "la oposición bajo Guaidó ha representado a más de 8 millones de venezolanos que votaron por ella a la Asamblea Nacional en 2015, que es, por lo demás, el único hecho verificable en cuanto a favoritismo político en Venezuela”, apunta, por su parte, el científico y escritor, Tulio Hernández.
Por lo menos, el Tesoro estadounidense parece seguir reconociendo expresamente a la saliente Asamblea Nacional, como el socio legítimo en Venezuela, según Carlos Vecchio, su representante en Estados Unidos. La Unión Europea prefiere esperar para tomar una decisión.
Pobreza, dolarización y criminalidad
Para Kurtenbach, los temas predominantes en 2021 en Venezuela serán "la dolarización, con el consecuente aumento de la brecha social –como se puede estudiar en Cuba–, y una criminalidad enraizada como factor que dificultará aún más el regreso a la democracia, toda vez que hay vínculos puntuales entre el régimen y los actores criminales”.
Pero ¿qué puede hacer la población pauperizada bajo un régimen que a partir de este 5 de enero ostenta –de facto– todo el poder político y militar en Venezuela? "Aprender a recibir las cajas CLAP (una entrega de víveres condicionada a la lealtad estatal); aprender a simular estar con el gobierno; acostumbrarse a tener dinero para pagarle a los policías que lo extorsionan (matraquean) todos días; aprender a vivir sin dólares en un país dolarizado; usar leña para cocinar en un país petrolero; sacar mulas para transportarse. Y ahora los venezolanos ya no podrán ni protestar ni ser indígenas”, advierte Tulio Hernández, quien concluye que "en pleno siglo XXI en Venezuela estamos en medio de una dictadura, así les cueste a algunos extranjeros y venezolanos aceptar esta repugnante realidad”.
(few)
Venezuela: un país desangrado
El 6 de diciembre se llevaron a cabo elecciones parlamentarias en Venezuela en medio de la peor crisis en años. Hambre y escasez caracterizan la vida cotidiana en el país. La necesidad se manifiesta de muchas formas.
Imagen: Jimmy Villalta/UIG/imago images
Neveras vacías
En 2018, la nación caribeña registró la inflación más alta en su historia: 65.374%, según el portal alemán Statista. En el mismo año, el Fondo Monetario Internacional incluso calculó la inflación en 1.370.000%. Debido a la falta de divisas, apenas se pueden importar bienes. Comprar en los supermercados es imposible para la mayoría de los venezolanos debido a los altos precios.
Imagen: Alvaro Fuente/ZUMA Press/imago images
Alimentando a los pobres en la ciudad de Valencia, estado Carabobo
Solo aquellos que traigan su propio plato o envase pueden comer algo. Incluso las organizaciones de ayuda humanitaria carecen de cubiertos desechables. El otrora rico país ha estado sufriendo una grave crisis de abastecimiento durante años. Hay escasez de todo: comida, medicinas y las cosas más básicas, como jabón y pañales.
Imagen: Juan Carlos Hernandez/ZUMA Wire/imago images
Los niños se mueren de hambre
En Caracas, los niños extienden desesperadamente los brazos cuando Caritas u otras organizaciones distribuyen alimentos. Muchos no han comido en días. El 96 por ciento de los hogares vive en la pobreza, 64 por ciento en pobreza extrema, según un estudio de la Universidad Católica Andrés Bello. La carne, el pescado, los huevos, las frutas y las vegetales solo se sirven en muy pocas familias.
Imagen: Roman Camacho/ZUMA Press/imago images
Sistema de salud al borde del colapso
El que lamentablemente tenga que ir a un centro de salud, como aquí en el Hospital San Juan de Dios de Caracas, tiene que pagar sus propios medicamentos y suministros como catéteres y jeringas. Más de un tercio de los 66.000 médicos con licencia ya abandonaron el país. El número de otros profesionales de la salud también se ha reducido, lo que ha llevado al sistema sanitario al borde del colapso.
Imagen: Dora Maier/Le Pictorium/imago images
Barro y madera como materiales gratuitos de construcción
Un niño juega en su casa de bahareque, un tipo de vivienda hecha de madera y barro cuya construcción se remonta a la época precolombina. Debido a la creciente pobreza extrema en las zonas rurales, estas estructuras se están volviendo más comunes nuevamente. Bajo estos techos no hay agua corriente ni electricidad.
Imagen: Jimmy Villalta/UIG/imago images
No hay electricidad en Venezuela
Los apagones permanentes paralizan regularmente el país. La oposición señala las inversiones demoradas, la corrupción y el mantenimiento inadecuado de los sistemas eléctricos como las razones. Por ello, el gobierno tomó medidas drásticas para ahorrar electricidad. Por un tiempo, los funcionarios públicos incluso redujeron su semana laboral a dos días hábiles para ahorrar energía. Sin éxito.
Imagen: Humberto Matheus/ZUMA Press/imago images
Viviendo en la calle
Cuando se va la luz, hace un calor insoportable en las casas si no se tiene un aire acondicionado que funcione. Entonces la gente traslada la vida a las calles, como aquí en Maracaibo. Por años ha habido cortes de energía no solo regionales en Venezuela, sino también nacionales. El presidente Nicolás Maduro asegura que sus oponentes hacen actos selectivos de sabotaje contra la infraestructura.
Imagen: Humberto Matheus/ZUMA Press/imago images
Escasez aguda de agua
En la parroquia Santa Rosa, en la ciudad de Valencia, el suministro de agua ha colapsado de forma tal que hasta la gente se baña y lava su ropa y otras cosas en charcos al costado de la carretera. Ya no hay agua potable.
Imagen: Elena Fernandez/ZUMA Wire/imago images
Luz y agua
En el río Guaire fluyen solo aguas residuales y productos químicos tóxicos. En Venezuela, el agua y la electricidad son delicadamente interdependientes: la falta de electricidad y mantenimiento agrietaron las paredes de los embalses del país y el nivel del agua bajó. Como resultado, se generó menos electricidad en las centrales hidroeléctricas y se produjeron apagones. Un círculo vicioso.
Imagen: Adrien Vautier/Le Pictorium/imago images
En busca de agua potable
En Guacara, en el estado Carabobo, una residente camina por las calles con recipientes de plástico en busca de agua potable. En algunos lugares de Venezuela solo hay unas pocas horas de agua corriente tres días a la semana. Por esta razón, muchas familias llenan rápidamente todas las botellas y frascos que encuentren para tener un poco de agua cuando la sequía vuelva.
Imagen: Juan Carlos Hernandez/ZUMA Wire/imago images
Aguas contaminadas
Los venezolanos nadan en petróleo, pero no de buena manera: en el lago de Maracaibo, los pescadores arrojan sus redes desde neumáticos viejos, a pesar de que el agua está contaminada con petróleo. Las costas también están afectadas. Debido a fugas en oleoductos y una avería en una refinería cerca de Puerto Cabello, en el noroeste del país, unos 20.000 barriles de crudo se derramaron al mar.
Imagen: Miguel Gutierrez/Agencia EFE/imago images
"El pueblo necesita gasolina"
En Guacara, en el estado Carabobo, la gente espera con sus automóviles enfrente de las estaciones de servicio por más de dos semanas para cargar gasolina. Venezuela tiene que importar petróleo de Irán porque sus propias plantas petroleras en ruinas apenas pueden producirlo. Hace 10 años, la tasa de producción era de unos 2,3 millones de barriles al día. Ahora es menos de la mitad.
Imagen: Juan Carlos Hernandez/ZUMA Wire/imago images
El suministro de energía colapsó
En Caracas, la gente espera en la calle con sus bombonas de gas vacías con la esperanza de que por fin puedan volver a llenarlas. Dado que las fuentes de energía y gasolina fallan repetidamente en Venezuela, la gente ha cambiado al gas. Pero este recurso también se ha vuelto escaso.
Imagen: Miguel Gutierrez/Agencia EFE/imago images
Las aureolas se desvanecieron
Los rostros de Hugo Chávez, Fidel Castro, Evo Morales y Rafael Correa miran desde la pared de una casa en Caracas hacia un basurero desbordado. Muchos venezolanos veneraron como santos a los líderes socialistas de Venezuela, Cuba, Bolivia y Ecuador. En Venezuela, el "socialismo del siglo XXI" no ha cumplido su promesa de prosperidad para todos.