Es fin de semana echa a andar sin mayores previas la Copa alemana, el segundo gran torneo del fútbol germano en el que grandes equipos se enfrentan a menores contrincantes, que tienen la costumbre de dar sorpresas.

Este fin de semana se disputa la primera fase de la Copa alemana, la llamada ronda de la fortuna, en la que no se perdona nada y se castiga el más mínimo desliz porque se juega a eliminación directa, a partido único. Es decir, no hay revancha para compensar un mal día. El que pierde, se va fuera. Y es habitual que alguno de los grandes se quede en el camino a la primera de cambio.

Muchos Davides para los Goliath

En el centro de atención de este periodo inicial de la germana Copa estarán clubes desconocidos incluso para los más entendidos: equipos como el ZFC Meuselwitz, el Torgelower SF, el Germania Windeck o el TuS Heeslingen, que participan con la ilusión de ser la sorpresa y sacar tajada de los 50 millones de euros que reparte el torneo.

Del otro lado, el papel de Goliath frente a los Davides que les tocaron en suerte lo tienen que asumir ya este sábado, entre otros, el Borussia Dortmund, el Werder Bremen y el Stuttgart. Entre los 64 clubes que parten en el popular campeonato, 36 son profesionales de primera y segunda división de la Bundesliga, 28 aficionados.

Los compromisos de los grandes

El Bremen, finalista el año pasado, se desplaza con todos sus titulares, entre ellos el codiciado Mezut Özil, el peruano Claudio Pizarro y el portugués Hugo Almeida hasta la ciudad de Ahlen, donde lo espera el Rot Weiss local, equipo de tercera división.

La importancia de no dejar nada a la improvisación la demuestra Borussia Dortmund, que hizo lo imposible para que su garantía de gol, el paraguayo-argentino Lucas Barrios, vuelva a tiempo de un compromiso con su selección para estar en la Baviera profunda y enfrentarse allí al Wacker Burghausen, dirigido por el ex internacional Mario Basler.

El Stuttgart viaja a la capital, Berlín, pero no para jugar contra el Hertha, entretanto en segunda división, sino para verse las caras con los desconocidos del Babelsberg en el estadio Karl Liebknecht, que recuerda a uno de los máximos dirigentes comunistas de hace cien años. El Borussia Mönchengladbach lo tendrá más difícil ante el Erzgebirge de Aue, de segunda, porque debe prescindir por diversos motivos del delantero argentino Raúl Bobadilla y del venezolano Juan Arango.

Los dos máximos favoritos son los últimos en entrar en acción. El defensor del título, el Bayern de Múnich, pone en juego la corona ante los aficionados de Germania Windeck, de quinta división, uno de los equipos más modestos de los 64 clasificados. El Schalke 04, semifinalista en la última edición, deberá emprender el camino hacia el sur para sacarse de encima con su fichaje estrella, el delantero español Raúl, al Aalen, equipo que milita en tercera categoría.

Editora: Luna Bolívar Manaut (dpa)