Igor Levit se ve a sí mismo como "ciudadano, europeo, pianista". En ese orden. Así es como figura en el inicio de su sitio web. Ahora, ha agregado la autodescripción "ser humano" a su cuenta de Twitter @igorpianist. Levit escribió al respecto y reveló detalles del porqué en una columna publicada este domingo (29.12.2019) en el diario alemán Tagesspiegel.

El pianista aseguró que el cambio tenía que ver con el hecho de que recientemente ha enfrentado hostilidad e incluso una amenaza de muerte antisemita. Según afirmó, recibió un correo electrónico en noviembre de 2019 que contenía un anuncio para uno de sus conciertos en el sur de Alemania. Según su portavoz, la Policía fue advertida de la amenaza. Bajo protección personal y amplias medidas de seguridad, Levit decidió, no obstante, tocar en el mencionado concierto.

Un niño talentoso

Levit recibió lecciones de piano cuando era niño, inicialmente de su madre en la ciudad rusa de Gorki, ahora Nizhni Nóvgorod. Allí nació en el seno de una familia judía en 1987. Cuando tenía ocho años, se mudó a Hannover, donde asistió a la escuela secundaria. En 1999, Levit fue al Mozarteum de Salzburgo y recibió lecciones de Hans Leygraf. De vuelta en Hannover, asistió a la Universidad de Música, Drama y Medios de Comunicación y estudió en el recién fundado Instituto para la Promoción Temprana de Músicos Altamente Dotados (IFF).

Desde entonces, Levit ha recibido numerosos premios por su interpretación virtuosa, como el Opus Klassik y el Premio Internacional Beethoven (ambos en 2019). Recientemente apareció en los titulares por haber donado los 10.000 euros del premio Beethoven a víctimas de violencia digital. Levit rechaza firmemente cualquier tipo de intimidación en internet.

Levit como persona política

Desde ya hace un tiempo, el pianista se ha manifestado públicamente en contra del odio y el acoso. En 2018, devolvió su Premio Echo Music tras el escándalo que desató la premiación de los raperos Kollegah y Farid Bang por sus comentarios antisemitas. Del mismo modo, en la ceremonia de entrega del Opus Classic 2019, Levit pronunció un llamativo discurso contra del embrutecimiento del lenguaje y dedicó su premio a las víctimas del ataque en Halle.

Que Levit haya enfatizado dentro de su descripción "ser humano" simboliza su vulnerabilidad, como la de todos los demás. Y esto lo refleja en su texto: en su columna en el Tagesspiegel habla sobre las agresiones y el miedo, los cuales, según él, son fenómenos sociales. A lo largo de su columna, de corte más ensayístico, Levit se distancia del texto y hace pocas referencias personales.

Así, Levit cita otros casos de víctimas de odio y hostilidad en el pasado reciente. Entre ellos habla de Walter Lübcke, asesinado el 2 de junio de 2019. El principal sospechoso, un extremista de derecha de Hesse, anunció inicialmente haberse irritado por un comentario de Lübcke sobre la situación de los refugiados en 2015. Levit también se expresó sobre los perpetradores, que "solo hieren" (con palabras). "Y eliminen la palabra "solo", agrega Levit. Los perpetradores de discursos violentos son igual perpetradores. Existen en el anonimato del Internet, pero también están en el Bundestag alemán y en los parlamentos estatales. Tienen tiempo de transmisión en la televisión y espacio en los periódicos. Las palabras acosan a las personas. Las palabras terminan disparando", escribió.

Levit lo ve como su deber, "el deber del artista", "reflejar su época", como dice en palabras de la música estadounidense y activista de derechos civiles Nina Simone, quien murió en 2003. Levit hace esto en todos los escenarios y plataformas para difundir su humanismo, el cual el diario alemán Süddeutsche Zeitung califica de "izquierda". Un ejemplo de esto es su actuación en septiembre de 2018, cuando tocó con la Orquesta Sinfónica de WDR e hizo una declaración política antes del bis. En él hizo un llamado a la sociedad para que se posicione contra el racismo y la exclusión.

En el programa de entrevistas del canal alemán ZDF "Maybrit Illner", el pianista fue invitado como orador para hablar del tema "Palabras, ira, contradicción: ¿prohibir el odio, soportar la opinión?". El radicalismo de derecha no es una opinión, sino una actitud, dijo Levit en el programa. Y ahora lo reitera en el Tagesspiegel. El texto también es una advertencia: "El veneno de la agitación racial radical de derecha se propaga lenta e insidiosamente. Si los ataques se convierten en material habitual para las noticias, aumenta el riesgo de que nos acostumbremos al escándalo y la inhumanidad (...)", aseguró.

El ministro de Asuntos Exteriores, Heiko Maas, enlazó en Twitter al artículo de Levit, en el que llama a tratar la "brutalización, el envenenamiento y el embotamiento" con decencia y compromiso. Levit, a su vez, aprovechó la oportunidad para pedirle a Maas que tome medidas.

En su columna como invitado también arremetió contra las partes responsables. "Algunos no entienden que la dignidad humana está en riesgo y que existe la "necesidad de actuar", afirmó. "La indignación no debe limitarse a los rituales y a la retórica de la consternación en la conversación de salón y en las declaraciones de los medios", cierra el sorprendente artículo de Levit. (few/dzc)

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