Sin embargo, cuando la fiscalía y la defensa presenten este lunes sus alegatos, la pregunta sobre la culpabilidad de los cuatro acusados y muchos detalles seguirán abiertos. Los abogados de los chechenos acusados de complicidad en el asesinato no consideran que los cargos hayan sido confirmados. Además, el proceso, que es presidido por el juez militar Yevgueni Subov, presenta muchas incongruencias e inconvenientes.

Hasta el final del registro de pruebas sólo una cosa es clara: tanto el autor como el instigador del asesinato de la periodista siguen libres. Desde octubre, los investigadores expusieron en la pequeña sala judicial en la calle turística Viejo Arbet en el centro de Moscú el caso, que atrajo la atención de todo el mundo. Debido a sus informes sobre la guerra en Chechenia y los crímenes cometidos por el Ejército ruso contra civiles, la periodista del diario "Novaya Gazeta" fue amenazada durante cinco años antes de su muerte. Así lo declararon ante el tribunal los hijos de Politkovskaya, Ilija y Vera. La crítica del Kremlin fue asesinada de cinco disparos frente a su casa el 7 de octubre de 2006.

A nivel internacional se sigue buscando hasta la actualidad al checheno Rustam Majmudov, quien habría matado a Politkovskaya con tiros en la cabeza, torso y cadera. Según un testigo, Majmudov recibió dos millones de dólares por el asesinato. Majmudov, cuyos hermanos Ibragim y Djabrail están acusados de complicidad en el asesinato, habría realizado el crimen por encargo de un político ruso, así como con ayuda del servicio secreto. Sin embargo, la defensa señaló que las huellas de ADN en el arma con el que se cometió el asesinato demuestran que Majmudov o su familia no están relacionados con el crimen. Uno de los numerosos enigmas del proceso, que a veces es público y otras veces no, consiste en saber por qué un arma confiscada por la policía en un crimen anterior pudo ser dirigida contra Politkovskaya. dpa / Agencias