La audiencia provincial de la ciudad alemana de Hildesheim impuso una pena de sólo 200.000 euros (unos 270.000 dólares) al príncipe Ernesto Augusto de Hannover, acusado de haber agredido al propietario de una discoteca en Kenia en el año 2000. El noble alemán, esposo de la princesa Carolina de Mónaco, no estuvo presente durante la lectura de la sentencia en Hildesheim, ubicada en el estado federado de Baja Sajonia.

En 2004 el tribunal de Hannover había condenado al príncipe de Hannover a una pena pecuniaria de 445.000 euros (casi 600.000 dólares) por haber causado al empresario lesiones corporales. Desde entonces, el vástago de la más antigua dinastía europea no cesó en su intento de que se celebrase un nuevo juicio para limpiar su honor y recibir una multa inferior.

El tribunal de Hildesheim celebró 26 vistas en este tercer juicio con el objetivo de determinar la intensidad de los golpes que el noble propinó al propietario de la discoteca vecina a su casa, que al parecer se negaba a bajar el volumen de la música. (dpa)