Condenan en Colombia a un reclutador de "falsos positivos"
12 de septiembre de 2017
Se encargaba de proporcionar a una red del Ejército jóvenes desempleados a los que asesinaban y hacían luego pasar por guerrilleros caídos para obtener beneficios como ascensos o días de descanso.
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Un juez colombiano condenó este lunes (11.09.2017) a 44 años de prisión a un hombre acusado de reclutar a por lo menos 14 jóvenes que posteriormente fueron presentados por el Ejército Nacional como guerrilleros muertos en combate. De acuerdo con la sentencia emitida por el Juzgado Primero del departamento de Cundinamarca, Alexander Carretero, de 39 años, natural de Aguachica y que aceptó los cargos, fue coautor de la muerte en 2008 de los jóvenes, entre ellos dos menores de edad.
La investigación de la Fiscalía determinó que Carretero se encargó de engañar con falsas promesas de trabajo a los jóvenes vulnerables en Bogotá y el contiguo municipio de Soacha para luego "venderlos" a los militares, quienes finalmente los asesinaron y los hicieron pasar como miembros de grupos ilegales. Carretero firmó un preacuerdo con la Fiscalía en el que se comprometió a colaborar con la Justicia, que decidió unificar varios procesos judiciales abiertos por su "homogeneidad", con lo que conseguía una "economía procesal" en la que estuvieron de acuerdo los abogados de las víctimas (en este caso, las madres de los jóvenes asesinados). Además de la condena, deberá pagar una multa de 1.346 salarios mínimos mensuales vigentes, es decir, más de 300.000 dólares.
Las ejecuciones de civiles por parte de militares empezaron a conocerse por el caso de unos 50 jóvenes de Soacha que desaparecieron y meses después fueron encontrados enterrados en cementerios del departamento de Norte de Santander. Las investigaciones de la Fiscalía General concluyeron entonces que dentro del Ejército operaba una red dedicada a buscar a desempleados y drogadictos que eran llevados a diversas regiones bajo engaños relacionados con ofertas laborales.
Las víctimas eran ejecutadas y vestidas con uniformes camuflados para ser mostradas como guerrilleros o miembros de otros grupos armados abatidos en combate. Según el ente investigador, los militares buscaban premios como condecoraciones o días de descanso, así como aumentar las cifras de las bajas ocasionadas a grupos armados ilegales. La Fiscalía reveló en 2015 que más de 20 generales activos y retirados de las Fuerzas Armadas son investigados por su presunta responsabilidad en ejecuciones, que en Colombia son llamadas por la prensa "falsos positivos".
LGC (dpa/Espectador)
De la guerra al arte
En Colombia continúa el proceso de desarme de las FARC. Artistas como Federico Uribe, César López, Felipe Ruiz y León Osorno se han apropiado de elementos de la guerra para hacer arte y cultura en favor de la Paz.
Imagen: Federico Uribe
Balas de vida
Mientras se cumple el Acuerdo Paz y las FARC entregan las armas, artistas colombianos crean. Inspirándose en material de guerra, Federico Uribe construye una serie de esculturas de animales salvajes, robando a las balas el sabor a muerte. El artista nos cautiva con un juego de formas y colores que nos hacen olvidar la guerra.
Imagen: Federico Uribe
Amor peligroso
Las balas, símbolo de desolación, aquí construyen el pelaje, los dientes y las plumas de leones, zorros, conejos, aves y otros animales de la fauna nacional.
Imagen: Federico Uribe
Balas salvajes
La serie "Quedemos en paz" está hecha a base de balas de armas recicladas que Federico Uribe compra por peso. Se redefinen los objetos con la utilizacion de más objetos. "Ya una bala no representa lo mismo cuando es expuesta de una manera distinta", afirma en entrevista con el portal Vice Colombia.
Imagen: Federico Uribe
Tortugas Pacíficas
El artista, que también estudió en Estados Unidos, construye un mundo salvaje donde sus protagonistas son los animales que hacen parte de la fauna colombiana.
Imagen: Federico Uribe
Águila de los Andes
Su idea era despertar belleza a partir del símbolo de violencia, pues el reto es demostrar que la vida siempre se renueva y la belleza siempre está presente: aunque provenga de lo que normalmente no es bello.
Imagen: Federico Uribe
Zorro
A pesar de encontrarse en un país donde la violencia ha sido protagonista por muchos años, esta obra no trata de sumarse a aquellas que se usan como símbolo por sí mismo. Uribe, con sus paisajes del mundo salvaje, tiene un fin puramente estético en el que logra volver a definir las balas con un significado de belleza.
Imagen: Federico Uribe
Con las balas abiertas
Con su trabajo, Federico Uribe se ha propuesto entender el peso simbólico de cada material que utiliza en sus series. Lo importante, pues, es crear sus imágenes con coherencia: que el material de construcción aporte un nuevo elemento al objeto deseado.
Imagen: Federico Uribe
Leopardo
Sus esculturas, que evidencian animales majestuosos, son una forma de decirle a los colombianos que "(les) toca asumir la responsabilidad de ser una nación, pues ya todos estamos cansados de la guerra". Sin embargo, su obra no es una crítica a la violencia: es, más bien, un proceso de reconciliación.
Imagen: Federico Uribe
Sáltale a la vida
Estas obras, más que recalcar formas de violencia, se enfocan en demostrar que la vida siempre está presente, sea por medio de balas y armas de destrucción.
Imagen: Federico Uribe
¿Qué miras?
"Yo soy propositivo y los artistas estamos para reconciliar la belleza con la vida en los ojos del espectador. En esta guerra todos somos responsables de lo que hemos vivido, por eso acá no juzgo ni critico a nadie", dice Uribe.
Imagen: Federico Uribe
Armas transformadas por el respeto a la vida
Otro artista que ha transformado armas en arte es Felipe Ruiz. Metamorfosis del Arma Blanca, es la propuesta de convertir un arma mortal en un objeto artístico. Denomina su apuesta "Escultura - puesta en escena", la cual consta de una serie de construcciones escultóricas, basadas en insectos y aves, de varias dimensiones, que intervienen en un espacio determinado.
Imagen: Felipe Ruiz
Balita
"Cuando la paz nazca del corazón y no de la política, no habrá necesidad de firmar acuerdos", dice Balita, caricatura creada por León Octavio en 1976 y que invita a reflexionar sobre la tolerancia y el respeto. Un día se encontró una bala sin disparar y sintió que se había escapado porque no quería cumplir con su misión. Lo había escogido porque publicaba historietas en un diario de Cali.
Imagen: Leon Octavio Osorno
La Escopetarra
Este singular instrumento fue creado por el músico y compositor César López después de haber visto a un militar cargar un fusil como si fuera una guitarra. Un ejemplar se encuentra expuesto en la sede de las Naciones Unidas. El lema de César: Toda bala es perdida. Galería creada por Santiago Ospina García con material de los artistas y de Vice Colombia.