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Condenan en Perú a militares por matanza de campesinos

1 de septiembre de 2016

Diez antiguos oficiales fueron sentenciados a penas que van de los 10 a los 25 años de cárcel por la masacre de la comunidad andina de Accomarca en 1985, en la que murieron 69 personas.

Proceso contra el exteniente Telmo Hurtado en Lima
Proceso contra el exteniente Telmo Hurtado en LimaImagen: picture-alliance/dpa/R. Garcia

La Sala Penal Nacional de Perú condenó a penas de entre 10 y 25 años de cárcel a 10 militares acusados por la matanza de 69 campesinos de la comunidad andina de Accomarca en 1985 y absolvió a seis uniformados por falta de pruebas.

La lectura de la sentencia se prolongó hasta la madrugada de hoy, debido a que empezó alrededor de las 19.00 hora local del miércoles (01.00 GMT del jueves), con un retraso de ocho horas después de la convocatoria inicial hecha por la sala.

La sala sentenció a 25 años de cárcel al general Wilfredo Mori, a 24 años de prisión al teniente Juan Rivera Rondón y a 23 años al teniente Telmo Hurtado, el único detenido por este caso, como autores mediatos de la masacre.

Por su parte, los militares Nelson Gonzáles Feria y Carlos Pastor Delgado Medina recibieron una condena de 25 años como autores materiales, mientras que los entonces soldados Clider Venancio Ramírez, Vicente Chupan Herrera, Pedro Amaya Miranda, Daniel Salas Arenas y Francisco Marcañaupa Osorio recibieron sentencias de 10 años de prisión también como autores materiales.

Además, la sala penal absolvió a otros seis militares por falta de pruebas, entre los que figura el general en retiro José Williams Zapata, y reservó las sentencias para 10 uniformados que están prófugos de la Justicia.

"Desprecio a la dignidad humana"

La sala integrada por los magistrados Ricardo Brousset, María Vidal y Mirtha Bendezú ordenó el pago de una reparación civil de 150.000 soles (45.400 dólares) a los herederos de cada una de las víctimas.

En la resolución, los jueces manifestaron que se trató de una matanza colectiva ejecutada con absoluto desprecio a la dignidad humana.

Según los relatos de testigos, una patrulla del Ejército peruano incursionó el 14 de agosto de 1985 en el riachuelo de Lloqllapampa, en la región Ayacucho, y mató a decenas de personas, la mayoría ancianos, mujeres y niños.

Los militares negaron que hubiera sucedido la masacre, y ante una investigación abierta por el Congreso de la República, intentaron encubrir el crimen asesinando a los testigos, según señaló la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (CNDDHH).

El teniente Telmo Hurtado reconoció en el juicio su responsabilidad en la muerte de 30 personas y acusó a otros jefes de batallón de la responsabilidad por el resto de asesinatos.

El exmilitar dijo que se limitó a cumplir órdenes, en pleno combate al terrorismo desatado por la banda armada Sendero Luminoso en 1980, y que sus superiores fueron responsables por impartirlas.

Dado que Hurtado fue detenido en Estados Unidos, extraditado al Perú y recluido en prisión, cumplirá la sentencia en 2026 y será puesto en libertad.

El abogado de los deudos, Carlos Rivera, declaró que la sentencia abandonó la tesis oficial sostenida durante 30 años de que el crimen fue perpetrado por una sola persona en un arranque de locura.

María Baldeón Ramírez relató que en la masacre murieron su madre, su hermano de 3 años, y dos tías, por lo que pidió "que se haga justicia".

"Así como a ellos los violaron, los mataron, los quemaron, mi madre no tenía nada de culpa, era una persona inocente, mi hermanito tenía 3 años, quiero que se haga justicia", enfatizó.

Los restos de las víctimas de Accomarca fueron exhumados pero hasta ahora no han sido entregados a los familiares porque solo unos pocos han podido ser identificados, ya que la mayoría de los cuerpos fueron carbonizados.

EL(efe, La República)

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