Tanto el consejo de supervisión del Deutsche Bank (DB), como el ministro alemán de Finanzas, Hans Eichel, han presentado su voto de confianza al presidente del DB, Josef Ackermann, quien fue acusado junto con otros directivos de la operadora de telefonía Mannesmann, por fraude en el proceso de fusión de la operadora germana con la británica Vodafone.

La Audiencia Provincial de Düsseldorf aceptó la acusación presentada por la fiscalía contra Ackermann, antiguo miembro del consejo de supervisión de Mannesmann, contra el antiguo presidente de Mannesmann Klaus Esser y el ex presidente del sindicato IG Metall Klaus Zwickel, este último también entonces miembro del consejo de supervisión de la operadora germana.

La fiscalía acusa a los directivos de fraude grave y de haber dañado el patrimonio de Mannesmann por valor de 57 millones de euros. Tras la adquisición de la división de telefonía móvil de Mannesmann por Vodafone en febrero de 2000, aprobaron el pago de retribuciones multimillonarias pocas horas después de cerrar el trato. Ellos y otros miembros de la dirección de la compañía alemana recibieron más de 50 millones de euros en finiquitos e indemnizaciones.