Con este veredicto se pone fin al caso de Habré, quien cumplirá su pena en Dakar en un espacio que ha sido acondicionado especialmente para acogerlo.
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El tribunal de apelación de las Cámaras Africanas Extraordinarias (CAE) confirmó hoy (27.04.2017) la sentencia a cadena perpetua al exdictador chadiano Hissène Habré por crímenes contra la humanidad durante su mandato, en el que se registraron unos 40.000 asesinatos políticos y más de 200.000 casos de tortura.
"Victoria para las víctimas chadianas"
El asesor de Human Rights Watch (HRW), Reed Brody, que ha trabajado con las víctimas desde 1999, calificó esta decisión judicial como una "inmensa victoria para las víctimas chadianas". "Sin su tenacidad, el proceso nunca hubiera tenido lugar. Esta decisión envía un mensaje fuerte: se acabó la época en la que los tiranos podían maltratar a su pueblo, saquear las riquezas de su país y huir luego al extranjero para gozar de una vida de lujo", añadió el activista.
Confirmación de la condena
El tribunal, presidido por el magistrado maliense Wafi Ougadeye, se pronunció así ante un recurso presentado por los abogados del exdictador que pedía la anulación del veredicto por supuestos fallos registrados durante el proceso judicial. En su fallo, el magistrado confirmó la condena a cadena perpetua contra Habré emitida el 30 de mayo de 2016 por este tribunal especial creado por la Unión Africana (UA) en Senegal tras declararlo culpable de crímenes contra la humanidad y torturas.
Sin embargo, el tribunal rechazó las acusaciones de violación que recaían sobre el exdictador, que tendrá que pagar entre 15.000 y 30.000 euros en concepto de daños y perjuicios a cada una de las 4.000 víctimas de su régimen.
Hissène Habré
Habré fue presidente de Chad entre 1982 y 1990, cuando fue derrocado por el actual mandatario, Idris Déby, quien llegó al poder al frente de una rebelión armada. Desde entonces ha vivido exiliado en Senegal, donde fue detenido el 30 de junio de 2013 por los crímenes cometidos durante su dictadura.
FEW (EFE, AFP, Reuters)
Auge y caída del Apartheid: exposición de fotos en Sudáfrica
Ningún otro medio refleja la historia de Sudáfrica de forma más impresionante que la fotografía. El Museo África de Johannesburgo, mostró en 2017 un panorama de la historia de la represión y la liberación.
Imagen: Museum Africa
El fotógrafo como testigo
El mensaje es claro: la segregación racial era inmoral. A mediados de los años 50, miembros de la organización de derechos civiles "Black Sash” salieron a las calles a protestar contra el régimen de Apartheid. Un fotógrafo capta la manifestación. "Banda negra" fue fundada por mujeres blancas. Nelson Mandela calificó a dicha ONG como "la conciencia de la Sudáfrica blanca".
Imagen: Museum Africa
La cámara como arma
Uno de los más famosos fotógrafos negros es arrestado: Peter Magubane empezó como chofer y mensajero de la legendaria revista DRUM. El alemán Jürgen Schadeberg fue maestro de Magubane, quien habría de convertirse en mundialmente famoso con fotos de la resistencia en los "Townships". Magubane tenía que esconder su cámara en una Biblia ahuecada.
Imagen: Museum Africa, Johannesburg
El fin de Sophiatown
El régimen del Apartheid comenzó en los años 50 con la división entre barrios “blancos” y barrios “negros”. El barrio multirracial Sophiatown, centro cultural de la mayoría negra, fue derribado y sus residentes trasladados a otra parte. En el lugar donde estaba Sophiatown fue construido el centro urbano llamado "Triunfo", un barrio en donde solo podían vivir blancos.
Imagen: Museum Africa
Templo andante
Ahora los viajes que tenían que hacer los negros desde sus barrios marginados, conocidos como “Townships”, eran eternos. Aún así, en los abarrotados trenes había momentos mágicos. El fotógrafo Santu Mofokeng destaca el papel de la fe y la religión.
Imagen: Museum Africa, Johannesburg
Carta de la Libertad
En 1956, en el llamado "Juicio de la traición", 156 sudafricanos fueron acusados. Su "delito": un año antes habían publicado una Carta de la Libertad, en la que pedían el fin del Apartheid. Entre los acusados se encontraba Nelson Mandela. El proceso generó solidaridad de los grupos de la oposición, más allá de todas las barreras raciales.
Imagen: Museum Africa, Johannesburg
Un niño como ícono de la resistencia
Una de las imágenes más importantes de la exposición se encuentra en el centro de Soweto. Con ella se conmemora el levantamiento - en 1976 - de los escolares que protestaban contra la política discriminatoria racial. Hector Pieterson, de doce años, fue baleado por la policía surafricana en la manifestación. El fotógrafo Sam Nzima plasmó la tragedia; una imagen que le dio la vuelta al mundo.
Imagen: DW/Ulrike Sommer
Los funerales como marcha de protesta
Imágenes del duelo colectivo son omnipresentes en la muestra. Los funerales se convierten en grandes eventos políticos, como el entierro de los opositores conocidos como el grupo de los "Craddock Four”. En 1985, los cuatro fueron secuestrados y asesinados. Más tarde se descubrió que el crimen fue cometido por oficiales secretos de la Fuerza de Defensa de Sudáfrica.
Imagen: Rashid Lombard
Nueva era
Una nación esperanzada celebra el ganador. El 3 de mayo de 1994 Nelson Mandela se convierte en el primer presidente de una Sudáfrica democrática. "Fue un momento increíble", recuerda el fotógrafo George Hallett.
Imagen: George Hallett
Aún se sufren las consecuencias de la segregación
Durante décadas, se impidió a la población negra el acceso a la educación, la salud y el progreso económico. Hoy aún, 20 años después de las primeras elecciones libres, en muchas regiones son visibles las consecuencias de la segregación territorial. Un aspecto que también trata la exposición de Johannesburgo.