El Salvador: confirman papel estatal en desapariciones
28 de agosto de 2020
El informe analiza las desapariciones registradas en los operativos militares de "tierra arrasada" y las atribuidas a la exguerrilla del FMLN contra adversarios políticos y miembros de sus filas.
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Un estudio sobre las desapariciones forzadas en El Salvador antes y durante la guerra civil (1980-1992), divulgado este jueves (27.08.2020), reafirma el papel que desempeñaron los cuerpos de seguridad estatales en esta práctica "sistemática" y también señala crímenes atribuidos a la exguerrilla.
La investigación fue realizada por la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas Adultas Desaparecidas en el Contexto del Conflicto Armado de El Salvador (CONABÚSQUEDA), con la ayuda de la Oficina del alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH) y es "una primera aproximación al fenómeno".
"La evidencia empírica y documental revisada muestra con contundencia que la desaparición forzada se utilizó de manera sistemática en El Salvador desde mediado de los años 70 como un práctica represiva en contra de opositores políticos", señaló durante la presentación Jeannette Aguilar, coautora del informe.
Aguilar añadió que posteriormente "se convirtió en una estrategia contrainsurgente de eliminación de enemigos durante la guerra civil" y explicó que la mayoría de las víctimas fueron jóvenes y que los principales "perpetradores" eran los cuerpos de seguridad de carácter militar de la época, que fueron sustituidos por la Policía Nacional Civil en 1992.
Por su parte, la coordinadora Residente de las Naciones Unidas en El Salvador y Belice, Birgit Gerstenberg, dijo que "la desaparición forzada es una dolorosa realidad que sigue presente, que golpeó y sigue golpeando al país”.
"También tiene un carácter continuado cuando el encubrimiento de los responsables por parte de las estructuras del Estado permanece en el tiempo", agregó Gerstenberg.
Los resultados de la investigación
El informe da cuenta de cuatro patrones de desaparición forzada, de los que tres van desde la captura y ejecución extrajudicial casi inmediata hasta las desapariciones registradas en los operativos militares de "tierra arrasada", que también derivaron en masacres de población civil desarmada.
El cuarto patrón se refiere a las desapariciones forzadas atribuidas a la exguerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) contra adversarios políticos y miembros de sus filas. "En todos los casos el propósito era hacer invisible el delito y destruir cualquier rastro de existencia de las víctimas", subrayó Aguilar.
En el estudio se recomienda al Gobierno salvadoreño "adoptar las medidas necesarias para asegurar la recuperación y preservación de los archivos del Estado que puedan tener información relevante para establecer el destino y paradero de las personas desaparecidas". Advierte que "sin la debida custodia, existe un alto riesgo de que la información disponible se deteriore o pierda".
Según datos oficiales, unas 8.000 personas desaparecieron durante la guerra civil salvadoreña, mientras que organizaciones sociales sitúan la cifra en unas 10.000.
ama (efe, arpas)
Óscar Romero, el santo de los pobres y las víctimas de la violencia en América Latina
El salvadoreño Óscar Romero, asesinado en 1980, fue canonizado en octubre de 2018 en El Vaticano. Romero es un ícono de la teología de la liberación, insultada como “comunista”, pero movida por el servicio a los pobres.
Imagen: picture-alliance/dpa/O. Rivera
Lo mataron, pero no pudieron callar sus denuncias
Romero, beatificado en 2015, denunciaba en sus homilías los ataques de los cuerpos de seguridad contra la población civil. Fue asesinado el 24 de marzo de 1980 por un escuadrón de la extrema derecha mientras oficiaba misa en el hospital Divina Providencia de San Salvador, en días previos al estallido de la guerra civil (1980-1992). Su muerte no acalló las denuncias, las hizo más fuertes.
Imagen: Adveniat
Naciones Unidas: "Día Internacional del Derecho a la Verdad"
En El Salvador, Óscar Arnulfo Romero es venerado como héroe nacional y paladín de la paz y la Justicia. En 2011, el entonces presidente estadounidense Barack Obama se arrodilló ante la tumba del "obispo de los pobres". La ONU declaró el 24 de marzo, fecha del asesinato de Romero, como "Día Internacional del Derecho a la Verdad".
Imagen: Getty Images/Bettmann Archive
El Vaticano dejó de verlo como a un “comunista”
Tras el acercamiento entre Cuba y Estados Unidos, a fines de 2014, Francisco emitió una señal de reconciliación: monseñor Romero dejó de ser considerado un “revolucionario” o “comunista” y pasó a ser visto como un adalid de los derechos humanos. “También alguien que defiende a los pobres con su vida es un santo”, comentó en esa ocasión el teólogo de la liberación Leonardo Boff a DW.
Imagen: Museo de la Palabra y la Imagen, El Salvador
El mensaje de Romero sigue calando
Con Óscar Romero “pasa una cosa curiosa, y es que cuanto más tiempo transcurre, más gente se entusiasma con él, más gente lo sigue, lo ama, se emociona con su historia, con su figura”, decía el obispo auxiliar de San Salvador, Gregorio Rosa. En toda Centroamérica Romero ya es visto como “un santo de las Américas”.
Imagen: picture-alliance/dpa/O. Rivera
Un mensaje irrefutable: “La Iglesia tiene que vivir para los pobres”
También en Alemania dejó sus huellas, inspirando la creación de organizaciones como la Iniciativa Cristiana Romero (ICR). “Es un ejemplo de solidaridad con los pobres. Ser solidario con los pobres significa darles una voz y apoyar las demandas de los países del sur”, explica a DW Anne Nibbenhagen, de la asociación civil alemana Iniciativa Cristiana Romero.
Imagen: Adveniat
Peregrinos, prelados y juventud
Miles de salvadoreños viajaron al Vaticano para presenciar el acto de canonización de monseñor Óscar Arnulfo Romero. El beato Romero fue canonizado junto a Pablo VI durante un Sínodo de Obispos.
Imagen: Adveniat
Reconciliando a la sociedad
Óscar Romero ha sido una figura reconciliadora de la sociedad salvadoreña. Por un lado, Anne Nibbenhagen, de la Iniciativa Cristiana Romero (ICR), celebra la decisión del Vaticano de canonizar al arzobispo. Por otro, teme que al presentar a Romero como el santo "unificador", se acabe la cuestión de la culpabilidad, en lugar de seguir investigando a los responsables de la violencia y sus causas.
Imagen: Adveniat
Una historia de impunidad
Una Comisión de la Verdad de las Naciones Unidas ha señalado como autor intelectual del asesinato al fundador del partido de derecha Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), Roberto D'Aubuisson. No obstante, la Ley de Amnistía, aprobada en 1993, ha impedido que sea juzgado por el crimen. Romero representa a las más de 70.000 víctimas de la guerra civil salvadoreña.
Imagen: Adveniat
Difamaciones en El Salvador, ataques desde El Vaticano
“Él no quería ser político, no le interesaban las ideologías. Solo quería acabar con la violencia y abogar por la justicia. Un mensaje muy actual”, dice el biógrafo Giuseppe Morozzo Della Rocca. “Romero fue difamado como "suversivo" por la oligarquía salvadoreña que informaba a Roma. El prefecto de la Congregación de la época, el cardenal Sebastiano Baggio, lo atacó hasta su asesinato en 1980.
Imagen: picture-alliance
Morir, para convertirse en semilla
Óscar Romero fue asesinado a tiros en el altar, por orden de poderosos políticos. Un crimen que antecedió a la guerra civil entre fuerzas de seguridad, escuadrones de la muerte de ultraderecha y grupos guerrilleros de izquierda. Romero sabía del peligro. Justo antes de su muerte había dicho en su sermón: “El que no asume los peligros de la vida, como la historia nos exige, perderá la vida”.
Imagen: Adveniat
Saludo del Papa, impulsor de la canonización
"A los jóvenes reunidos en días felices por la canonización de monseñor Romero, un saludo grande y mi bendición. Y por favor no se olviden de rezar por mí", pide Francisco. La petición del Papa permite intuir las grandes dificultades para lograr la canonización de un religioso como Romero, cuya misión por los pobres generó un fuerte rechazo en las más altas esferas de la jerarquía católica.
Imagen: pictrue-alliance/dpa/AP/M. Kulbis
Origen modesto
Óscar Arnulfo Romero y Galdámez había nacido en Ciudad Barrios (El Salvador) el 15 de agosto de 1917 y fue asesinado el 24 de marzo de 1980 en San Salvador. Su padre se llamaba Santos y su madre Guadalupe. Una familia modesta. Su padre era telegrafista; su madre ama de casa. Romero vivió la II Guerra Mundial. Fue ordenado sacerdote el 4 de abril de 1942. En la imagen, su tumba en San Salvador.