República Checa asumió hoy la presidencia rotativa del Consejo de la Unión Europea, casi dos décadas después de la caída del comunismo en el país centroeuropeo.

El primer ministro Mirek Topolanek presentará oficialmente el 6 de enero el programa oficial de su presidencia, que estará marcada por la crisis financiera y económica internacional, los problemas energéticos y las nuevas relaciones transatlánticas con la llegada de Barack Obama a la Casa Blanca.

Entre los primeros desafíos que asumirá Praga al frente del bloque estará también el agravamiento de la crisis en Cercano Oriente. El ministro de Exteriores Karel Schwarzenberg, que culpa de la escalada de violencia a la organización islamista Hamas, ya anunció que no tardará en viajar a la región.

El país de diez millones de habitantes, miembro de la UE desde el 1 de mayo de 2004, ve con alivio el hecho de que Francia lograra aprobar el controvertido paquete climático de la UE y alcanzar un acuerdo con Irlanda para la celebración de un segundo referendum sobre el Tratado de Lisboa en otoño (boreal) de 2009.

Sin embargo, aún se desconoce hasta qué punto influirá en la gestión checa el presidente Vaclav Klaus, crítico con la UE y firme opositor al Tratado de Lisboa.

República Checa asumió la presidencia de manos de Francia, y ocupará el cargo hasta el 30 de junio, cuando será relevada por Suecia.

El gas, primer reto

Ucrania pidió hoy a la Unión Europea (UE) que ejerza de mediador en la disputa que mantiene con Rusia por el suministro de gas.

En un comunicado dado a conocer hoy, el presidente Viktor Yushchenko y la primera ministra Julia Timoshenko pidieron la mediación del bloque comunitario y aseguraron que el suministro a Europa seguirá siendo "ininterrumpido".

Moscú aseguró que comenzaría a recortar el abastecimiento a Ucrania a las 8:00 horas de hoy (7:00 GMT) después de que fracasaran las negociaciones entre ambos países sobre los precios del gas.

Los diferentes informes sobre el estado del suministro presentaban hoy versiones contrapuestas. Funcionarios ucranianos y testigos aseguraron que seguía fluyendo sin cambios, en tanto que el monopolio ruso Gazprom anunció que se había producido una reducción cercana al 80 por ciento desde el momento mismo en que venció el ultimátum.

Las negociaciones fracasaron este miércoles cuando Ucrania se negó a aceptar la tarifa propuesta por Rusia para 2009, de 250 dólares por cada 1.000 metros cúbicos de gas. Kiev justificó su reclamo de precios más bajos con el abaratamiento de las materias primas. En 2008 Ucrania pagó 179,5 dólares por cada 1.000 metros cúbicos de gas.

Kiev llegaría a aceptar un precio de 201 dólares, según se indica en el comunicado conjunto de Timoshenko y Yushchenko.