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Congreso chileno elimina sistema electoral de Pinochet

21 de enero de 2015

La Cámara de Diputados de Chile aprobó la eliminación del sistema electoral heredado de la dictadura militar, reemplazándolo por uno que amplía la cantidad de representantes y mejora la proporcionalidad.

El nuevo sistema electoral cambia los distritos, eleva el número de curules y mejora la proporcionalidad.
El nuevo sistema electoral cambia los distritos, eleva el número de curules y mejora la proporcionalidad.Imagen: picture-alliance/dpa

El nuevo sistema electoral, apoyado por la centro izquierda en el poder y sectores de la derecha liberal opositora, eleva de 120 a 155 los curules de diputados y de 38 a 50 los de senadores. La iniciativa, que regirá para los comicios legislativos de 2017, podrá ser promulgada los próximos días por la presidenta Michelle Bachelet, quien asumió el poder en 2014 enarbolando un programa de reformas políticas, tributarias y sociales.

El sistema binominal actual, heredado de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) y ampliamente rechazado por la ciudadanía en encuestas, establecía que en cada distrito sólo podían ser elegidos dos representantes. Ante ello, la minoría siempre lograba empatar con la mayoría, pues para tener ambos escaños era necesario doblar a la lista que antecediera al vencedor, algo que escasamente ocurrió. Este sistema electoral además daba mayor peso electoral a zonas del país tradicionalmente más conservadoras. Por ejemplo, la región de Aysen, con 80.000 votantes, elegía dos senadores, y la capital, con cinco millones de sufragantes, sólo cuatro.

Por ello, el nuevo sistema electoral, rechazado por los opositores y conservadores partidos Unión Demócrata Independiente y Renovación Nacional, pero previamente aprobado por el Senado chileno, cambia los distritos, eleva el número de curules y mejora la proporcionalidad. En detalle, los nuevos distritos electorales elegirán hasta cinco representantes, dependiendo de su población. Asimismo, se estableció que al menos un 40 por ciento de los candidatos deberán ser mujeres.

Festejo oficialista

"Hemos puesto término a uno de los enclaves más antidemocráticos de la dictadura y que distorsionaba la realidad nacional (desde el retorno a la democracia en 1990)", dijo el diputado Sergio Aguiló. Desde el Ejecutivo, que impulsó la iniciativa, el portavoz del gobierno, el ministro Alvaro Elizalde, valoró la votación parlamentaria. "Se acabó el engaño a las normas básicas de representación democrática que establecía el (sistema electoral) binominal", afirmó. "Nunca más uno va a ser igual a dos, nunca más el 30 por ciento va a equivaler al 60 por ciento, como ocurría con las inaceptables distorsiones del binominal", agregó.

Desde el oficialismo las voces de festejo crecieron. "Hoy estamos haciendo, probablemente, la reforma más importante de nuestro sistema político (en décadas)", valoró la ministra de la Presidencia, la demócrata cristiana Ximena Rincón. "Hoy día se cae el pilar fundamental del edificio político levantado por la dictadura militar y sus ideólogos para prolongar su control del país, congelar el sistema político e impedir cambios que acompañen la evolución de Chile", agregó el diputado Pepe Auth, jefe de la bancada del Partido por la Democracia.

La iniciativa, que regirá para los comicios legislativos de 2017, podrá ser promulgada los próximos días por la presidenta Michelle Bachelett, quien ha prometido reformas políticas, tributarias y sociales.Imagen: picture-alliance/dpa

Bajo protesta opositora

En la derecha opositora, sin embargo, la opinión fue contraria. "Es una derrota para Chile", contrapunteó el diputado Cristián Monckeberg, de Renovación Nacional. La conservadora Unión Demócrata Independiente (UDI), heredera política de la transformación neoliberal del régimen militar, según su propia declaración de principios, anunció que probablemente impugnará el nuevo sistema electoral ante el Tribunal Constitucional: "Es un proyecto políticamente inaceptable", dijo el senador Hernán Larraín. "El redistritaje es un traje a la medida para la izquierda", agregó el diputado Juan Antonio Coloma.

Las críticas también apuntaron a la legitimidad de la nueva ley. "Es un sistema electoral impuesto por una mayoría transitoria y que va a regir quizás por mucho tiempo", reclamó el diputado Ernesto Silva, presidente de la UDI.

Semanas atrás, Bachelet anunció además que este año espera cambiar la Constitución, también heredada de la dictadura de Pinochet, fallecido en 2006.

RML (dpa, efe)

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