Congreso de EE.UU. evita el cierre parcial del Gobierno
8 de diciembre de 2017
Los demócratas buscan condicionar su aprobación de un presupuesto gubernamental con una solución para los jóvenes indocumentados del programa DACA. El acuerdo de hoy posterga estas negociaciones dos semanas más.
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El Congreso de EE.UU. aprobó este jueves (07.12.2017) un presupuesto para dos semanas que, por ahora, evita el cierre parcial del Gobierno, ante una previa falta de acuerdo entre republicanos y demócratas.
La aprobación se produjo después de que el presidente de EE.UU., Donald Trump, se reuniera con los líderes del Congreso, tanto demócratas como republicanos, para negociar un acuerdo que permita financiar las agencias federales antes de que concluya este viernes.
Tras la cancelación de una reunión similar hace unos días, los líderes demócratas de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y del Senado, Chuck Schumer, aceptaron verse con el mandatario este jueves en el Despacho Oval para acercar posturas.
"Esperamos poder llegar a un acuerdo. Financiar al Gobierno es extremadamente importante, ayudar a nuestros soldados es muy importante, y ayudar a los ciudadanos de clase media es muy importante", dijo Pelosi al comienzo de la reunión, a la que también asistieron sus pares republicanos, Paul Ryan y Mitch McConnell.
Sin embargo, tras la reunión, Schumer y Pelosi indicaron en un comunicado conjunto que, pese a ser una "conversación productiva", no se acordó "nada específico" en cuanto a una solución a largo plazo. Pero por ahora, el Congreso dispone de dos semanas para seguir negociando.
Por su cooperación para un nuevo presupuesto, los demócratas exigen a los Republicanos y a Trump la aprobación de una ley, conocida como Dream Act, que regularice la situación de los jóvenes indocumentados que llegaron siendo niños al país y que evitaron la deportación por el programa de alivio migratorio DACA, impulsado por el expresidente Barack Obama.
Trump puso fin a esta acción ejecutiva en septiembre pasado y dio al Congreso hasta marzo de 2017, como para lograr una solución legislativa para que los jóvenes no sean deportados.
El apoyo de los demócratas a un nuevo presupuesto es indispensable, ya que la aprobación de financiar el gobierno requiere de 60 votos en el Senado y los republicanos solo cuentan 52 .
En un comunicado posterior a la reunión, la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, indicó que los líderes republicanos dejaron claro que las negociaciones sobre inmigración deben manejarse "por un camino separado", aludiendo así a una rechazo hacia la idea de llevar a cabo una ley para los "dreamers”, como se le conoce al grupo de jóvenes que forman parte del DACA.
El último cierre gubernamental en EE.UU. tuvo lugar en 2013, cuando los republicanos en el Congreso no aprobaron los presupuestos para el siguiente año fiscal por las exigencias de derogar la reforma sanitaria de Obama, algo que al final no lograron llevar a cabo.
JCG (EFE, dpa)
El muro de Trump: ¿de acero o cemento?
Donald Trump tiene un objetivo: construir un muro. Este sería el mayor proyecto de construcción para el magnate de bienes raíces. Actualmente ya existe una valla de acero y alambre de púas entre México y EE.UU.
Imagen: Reuters/J. L. Gonzalez
Trump y las obras de construcción….
“Voy a construir un muro en nuestra frontera sur… nadie construye mejor que yo, y voy a hacer que México pague por esta valla”. Esto es lo que dijo el presidente electo de los Estados Unidos de América durante su campaña electoral. Él ya ha construido principalmente casas de varios pisos y hoteles. El muro fronterizo es la prioridad de sus puntos sobre política de inmigración.
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No es nada nuevo
La frontera entre EE.UU. y México tiene 3.200 kilómetros de largo, de los cuales 1.100 ya están cercados. La frontera cubre cuatro estados estadounidenses y seis estados mexicanos. Pasa a través del desierto y grandes ciudades. Hay sólo una pequeña parte de la frontera en Nuevo México que está abierta. Otros sitios son vigilados por las fuerzas de la protección de fronteras de EE.UU.
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Obstáculo de acero
Se estima que cada año llegan cerca de 350.000 ilegales a EE.UU. Una gran parte proviene de México. El que vive ilegalmente en Estados Unidos tiene muchos problemas. Algunos mexicanos son tolerados, pero sus familias, al otro lado de la frontera, no obtienen una visa. Los inmigrantes buscan una vida mejor, trabajo y más dinero para sus familias.
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Un pequeño roce
Muchas familias están separadas por la valla. Un abrazo es imposible. Apenas se pueden rozar las manos que pasan entre las vigas de acero. La esperanza de volverse a reunir se esfuma con la elección de Donald Trump.
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Las amenazas no los asustan
“Cuando México envía a su gente, no envía a los mejores”, dijo Trump durante su campaña.” “Envían gente con muchos problemas. Son drogadictos, delincuentes, violadores. Algunos, supongo, son buenas personas”. Trump quiere deportar a los ilegales, al menos a los criminales. A pesar de las amenazas, muchos mexicanos mantienen su planes de irse a Estados Unidos.
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Desierto, frontera y de regreso…
Para algunos mexicanos su sueño terminó en la frontera. Se encuentran en la cárcel o muchas veces llegan a morir. Medios de comunicación critican a las fuerzas de seguridad estadounidenses que vigilan la frontera. Seis mexicanos inocentes fueron abatidos. Nadie fue condenado. Sólo en 2015, un miembro de la protección fronteriza de Estados Unidos fue acusado por un fiscal federal.
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La escopeta asusta a invitados no deseados
Jim Chilton, un agricultor estadounidense, vigila su propiedad. Su granja de 200.000 metros cuadrados se encuentra al sureste de Arizona y limita con México. Sólo se interpone una cerca de alambre de púas. Chilton se siente reponsable de su propia seguridad y lleva siempre su arma de fuego.
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Un final curioso
“Muro de la tortilla“ es el nombre coloquial, más bien despectivo, que se da a los 22,5 kilómetros que hay entre el paso fronterizo de Otay Mesa en San Diego, California, y el Océano Pacífico.
Autor: Sabrina Pabst / (KM)