Este 21 de enero, los militantes del Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) decidirán en un congreso si se debe negociar o no para volver a gobernar en alianza con las formaciones conservadoras que apuntalan a Merkel.
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De todas las formaciones políticas en la tierra de Karl Marx, la más antigua es la que atraviesa la crisis existencial más severa. Eso volverá a quedar en evidencia este domingo (21.1.2018), cuando unos seiscientos delegados del Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) se reúnan en Bonn y discutan si se debe negociar formalmente o no con la Unión Demócrata Cristiana (CDU) y la Unión Social Crsitiana de Baviera (CSU) para volver a gobernar en alianza con Angela Merkel como jefa de Gobierno.
"No es una exageración: Bonn va a estar en la mira del mundo”, dijo Sigmar Gabriel, ministro de Exteriores en funciones y exjefe del SPD, en entrevista con el diario Bild este miércoles (17.1.2018). Su sucesor en la presidencia del partido, Martin Schulz, emuló el tono melodramático de Gabriel al agregar que "una nueva era está por comenzar en la política europea”, dejando en el aire la impresión de que es mucho lo que está en juego en la votación interna de sus correligionarios.
Suspense en Bonn
Andrea Nahles, quien encabeza la fracción parlamentaria del SPD, y otras figuras prominentes de ese partido respaldan firmemente el documento que resultó de las conversaciones preliminares con la CDU la semana pasada; se presume que esas 28 páginas contienen las directrices para la negociación de una "gran coalición” (ese es el nombre que los alemanes le dan a los Gobiernos liderados por las formaciones más fuertes, la socialdemócrata y las conservadoras).
Lo más probable es que la propia Merkel pase el próximo domingo pegada al televisor. Si los delegados del SPD reunidos en Bonn le dan luz verde para ello, la cúpula se sentará a negociar oficialmente con la CDU y la CSU los detalles de un Ejecutivo compartido; en ese caso, el acuerdo final deberá ser sometido a votación entre los 440.000 miembros del SPD. Lo que preocupa a la élite socialdemócrata y a la conservadora es que los delegados del SPD se pronuncien en contra de la "gran coalición".
Merkel a la espera
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El temor de la élite política
De ser así, el presidente federal de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, tendría que nominar a una persona que él considere idónea para la jefatura del Gobierno y pedir que el Parlamento apruebe su sugerencia; siendo la jefa del partido más fuerte, Merkel sería la elección más probable. Pero aún si los diputados votaran mayoritariamente por ella, la CDU de Merkel tendría que gobernar en minoría porque el partido no controla la mayoría de los escaños en el Bundestag.
Ese escenario obligaría a Merkel a buscar el apoyo de la oposición parlamentaria cada vez que quisiera promulgar una ley; y es que, en Alemania, las leyes son aprobadas por mayoría en el Bundestag. La única alternativa que le queda a Merkel tampoco es atractiva: si se convoca de nuevo a elecciones, sus resultados podrían ser muy similares a los de los comicios de septiembre y conducir al mismo callejón sin salida en el que la clase política alemana se encuentra atrapada hoy.
¿Adiós a la "era Merkel”?
Muchos anticipan que, si se llega a esa situación, la "era Merkel” puede darse por concluida. La plana mayor del SPD también correría serios riesgos si se llamara a las urnas nuevamente. La crisis de identidad del venerable partido de centro-izquierda se ha agravado considerablemente: su índice de popularidad en las encuestas es del 18,5 por ciento; es decir, está dos puntos porcentuales por debajo del que tenía en septiembre de 2017, que de por sí era el más bajo de su historia.
Si sus camaradas votan en contra de la alianza con la CDU y la CSU, Martin Schulz no podría continuar llevando las riendas del SPD por mucho tiempo; él ya ha admitido que no está seguro de tener a suficientes delegados de su lado. Pero, ¿qué le augura este panorama a la generación de relevo? Eso está por verse. De momento, el líder de la juventud socialdemócrata, Kevin Kühnert, un estudiante de Ciencias Políticas de 28 años, se prepara para articular un apasionado discurso contra la "gran coalición".
Ben Knight (ERC/ERS)
Breve historia de las coaliciones de gobierno alemanas
Solo una vez el gobierno federal ha sido liderado por un solo partido con mayoría parlamentaria. Por ello, puede decirse que la norma es que Alemania sea gobernada por coaliciones. Acá revisamos todas las combinaciones.
Imagen: picture-alliance/dpa/M. Gambarini
CDU/CSU - FDP - DP (1949-1957)
El primer gobierno demócratico que hubo en Alemania Federal tras la Segunda Guerra Mundial fue liderado por el dirigente de la Unión Cristianodemócrata Konrad Adenauer, quien formó alianza con los liberales (FDP) y el desaparecido Partido Alemán (DP, conservador). Cuando la CDU/CSU volvió a ganar las elecciones 4 años más tarde, Adenauer mantuvo los mismos socios de coalición.
Imagen: picture-alliance/Vack
CDU/CSU - FDP (1961-1966)
Luego de gobernar Alemania Federal sin necesidad de forjar alianzas entre 1957 y 1961, la Unión (CDU/CSU) perdió su mayoría en el Bundestag y se vio forzado a formar una alianza nuevamente con los liberales. Adenauer renunció en 1963 en medio del llamado "escándalo Spiegel" y su ministro de Asuntos Económicos, Ludwig Erhard (izq.), fue elegido por el Parlamento para tomar el cargo vacante.
Imagen: picture-alliance/dpa
CDU/CSU - SPD (1966-1969)
La primera "Gran Coalición" no fue producto de una elección. Ludwig Erhard fue reelegido en 1965 y continuó gobernando junto a los liberales. Sin embargo, al año siguiente estos dejaron el gobierno en medio de disputas sobre el presupuesto. Erhard renunció y Kurt Kiesinger (der.) lo reemplazó. Sin los liberales, eligió como socios a los socialdemócratas, liderados por Willy Brandt (izq.).
Imagen: dpa
SPD - FDP (1969-1982)
Willy Brandt se convirtió en el primer canciller socialdemócrata de la Alemania de posguerra. Pese a obtener menos votos que la Unión, Brandt forjó una alianza con los liberales que le dio una ligera mayoría en el Bundestag. No sería la primera vez que los liberales recibirían acusaciones de falta de lealtad. En 1974, Brandt fue reemplazado por Helmut Schimdt, quien ganó dos elecciones más.
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CDU/CSU - FDP (1982-1998)
La amistad de 13 años entre socialdemócratas y liberales terminó en 1980 cuando las diferencias entre ambos partidos se tornaron irreconciliables. Los liberales cambiaron de bando ese año, dejando la coalición y buscando un acuerdo con los conservadores. Esto provocó el colapso del Gobierno del SPD y abrió las puertas al renacimiento del pacto Unión/Liberales, liderado esta vez por Helmut Kohl.
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CDU - DSU - Despertar Democrático (1990)
Tras la caída del Muro de Berlín, Alemania Oriental celebró sus primeras elecciones. Los cristianodemócratas liderados por Lothar de Maiziere obtuvieron más del 40 por ciento de los votos y formaron alianza con dos pequeños partidos: la Unión Social Alemana (DSU) y Despertar Democrático, entre cuyas filas estaba Angela Merkel. En octubre, el Gobierno firmó la reunificación con Alemania Federal.
Imagen: picture-alliance/dpa/Wolfgang Kumm
SPD - Verdes (1998-2005)
En 2002, la era de Helmut Kohl llegó a su fin y los socialdemócratas, liderados por Gerhard Schröder, volvieron a la cancillería. El SPD formó alianza con los Verdes, que se convirtieron en partido de Gobierno menos de 20 años después de su fundación. A diferencia del período de Brandt, esta vez el SPD lideró un gobierno de izquierda más que de centroizquierda. La coalición gobernó hasta 2005.
Imagen: picture alliance/dpa/W. Baum
CDU/CSU - SPD (2005-2009)
Cuando los primeros sondeos se dieron a conocer tras las elecciones, tanto Schröder (der.) como Angela Merkel (izq.) se declararon vencedores. Al final, los conservadores derrotaron al SPD por apenas un 1 por ciento. Tras fallidas negociaciones para formar la "coalición Jamaica" (CDU/CSU, Verdes y liberales), finalmente los dos partidos más grandes acordaron otra vez una "Gran Coalición."
Imagen: picture-alliance/AP Photo/F. Bensch
CDU/CSU - FDP (2009-2013)
La "Gran Coalición" llegó a su fin en 2009, luego de que el SPD alcanzara un decepcionante 23 por ciento en las elecciones federales. Los liberales, en cambio, ganaron 5 puntos y llegaron hasta el 14 por ciento de los votos. Merkel y el liberal Guido Westerwelle (izq.) formaron alianza con relativa facilidad. Fue, después de todo, la undécima vez en que liberales y conservadores formaron Gobierno.
Imagen: Getty Images/A. Rentz
CDU/CSU - SPD (2013-?)
Tras obtener más del 40 por ciento de los votos, los conservadores seguramente no esperaban tener que negociar con el SPD. Pero cuando sus aliados liberales obtuvieron menos del 5 por ciento, sus opciones se vieron reducidas. Merkel entonces llamó a los socialdemócratas a unirse a ella y "tomar la responsabilidad de constituir un gobierno estable". Cuatro años más tarde, repite el mismo discurso.