Conmoción en Ecuador por el abuso sexual en un colegio
Pilar Gaibor
19 de octubre de 2017
Aproximadamente un centenar de niños fueron abusados sexualmente, y cuatro de ellos violados, por dos profesores.
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El colegio público Aguirre Abad, ubicado en la vía Daule al norte de la ciudad de Guayaquil, fue escenario del abuso físico y psicológico de decenas de niños que sufrieron una experiencia traumática.
La fiscal provincial, Patricia Morejón, indicó que el ministerio de Educación abrió una investigación por supuesta violación y que tras someter a cuatro menores a exámenes médicos y psicológicos, éstos determinaron que habían sido violados.
"De lo que nosotros hemos podido revisar, los hechos son bochornosos, terribles para los niños, para cualquier persona. Hubo abuso sexual". Morejón dijo que “son un centenar de víctimas” y calificó el caso de “muy delicado”.
La noticia de abusos sexuales y de violaciones a niños y niñas causa conmoción social en Ecuador. Las primeras reacciones, como es lógico, se han dado en el ámbito punitivo: padres de familia, autoridades educativas, fiscalía y medios de comunicación solicitan las sanciones más drásticas que permita la ley penal.
“Justicia para nuestros hijos”. “No al abuso sexual de niños”. Frases como esas se leían en los carteles con los que protestaron padres de familia en los exteriores de la unidad educativa Aguirre Abad, consternados tras denuncias de abuso sexual infantil.
Los dos profesores sospechosos del abuso sexual a un centenar de niños, cometieron estos abusos en horas de recreo en los baños del colegio y habrían entregado a sus víctimas sedantes y medicamentos para paliar las consecuencias, de acuerdo a las denuncias de los progenitores. Al parecer, los supuestos autores también grabaron a sus víctimas mientras las sometían a abusos sexuales.
Preocupación de la ONU
El Comité de los Derechos del Niño de Naciones Unidas, en un informe emitido a fines de septiembre del año en curso, manifestó su preocupación por los numerosos casos de abusos sexuales y violaciones sucedidos en el Ecuador y por la ausencia del enfoque de derechos en el sistema educativo del país. La crisis se localiza en el conjunto del sistema educativo, tanto en escuelas mantenidas por el Estado, como en las privadas.
El problema de fondo, dice Ernesto Delgado Rivadeneira, miembro del Pacto por la Niñez y Adolescencia, "es el notable debilitamiento del sistema nacional descentralizado de protección integral de derechos de niños, niñas y adolescentes, que permitía ejercer control directo y acceso a los servicios de atención, protección, y administración de justicia. Está mermada y es casi inexistente la capacidad de vigilancia y de exigibilidad de derechos de la comunidad educativa".
Por lo pronto, se ha generado una fuerte presión de la ciudadanía hacia la manera de seleccionar y evaluar a los docentes y hacia el acceso pronto y expedito a la justicia.
Delgado también señala que "desde la sociedad civil y sus organismos especializados en derechos de la niñez y adolescencia, se está pidiendo introducir nuevamente el enfoque de derechos en todos los servicios, a fin de conseguir un funcionamiento coordinado del Estado y la sociedad, en dirección del objetivo de reanudar la construcción del sistema de protección integral descentralizado".
¿Qué desean los niños para el futuro?
Un 20 de noviembre de 1989 se firmó la Convención de los Derechos del Niño, primer instrumento internacional que reconoce a los niños y niñas como agentes sociales. ¿Qué es lo que más preocupa a los niños hoy?
Imagen: DW/P. Henriksen
¿Qué derechos necesita un niño?
Un 20 de noviembre de 1989 se firmó la Convención de los Derechos del Niño. Crisis, terrorismo, desempleo: ¿cómo se ve el mundo desde los ojos de un niño? ¿Qué cambiarían si pudieran? Alumnos de 12 años de una secundaria de Bonn saben lo que no les gusta y lo que les produce temor. Están contentos con su vida, en líneas generales. Pero, ¿pueden estar seguros de que se escucharán sus planteos?
Imagen: DW/P. Henriksen
"¡Quiero votar a los 14!"
Jan quiere el derecho a voto a los 14 años, porque, dice, a partir de esa edad se comienza a tomar decisiones propias. “Hasta los 14, nuestros padres influyen en nuestras decisiones. Yo ya tengo mis propias ideas, estoy bastante informado. Veo las noticias en internet e investigo los conceptos de los partidos políticos”.
Imagen: DW/P. Henriksen
"Quiero un partido formado por niños"
“Me gustaría que los niños pudiéramos formar un partido”, explica Nour. Así podrían ser representados los puntos de vista de los menores de edad. Además, esta niña de Bonn piensa que la opinión de los más chicos debería aparecer más a menudo en los medios. “Somos la nueva generación, la que cambiará el mundo”.
Imagen: DW/P. Henriksen
"¡No quiero que haya una tercera guerra mundial!"
Orko está muy preocupado por la situación en Ucrania. Después de todo, Alemania no está tan lejos de allí. “Si esto escalase, podría haber una tercera guerra mundial”, dice. Este niño de 12 años cree que se debe encontrar una solución diplomática: “Cuando dos países se pelean, un tercer país neutral debe ayudar a que eso se solucione”.
Imagen: DW/P. Henriksen
"Quiero que se cuide a los bosques del planeta"
Lo que más preocupa a Lucas es el medioambiente. Cuando un barco accidentado derrama petróleo en el mar, los peces mueren. “¡Me parece muy triste porque los peces son tan pacíficos!”, resalta. Y agrega que si se corta toda la madera de los bosques y selvas, un día ya no habrá más oxígeno para respirar: “Nos hacemos daño a nosotros mismos”.
Imagen: DW/P. Henriksen
"Me gustaría que no tuviéramos que hacer tareas"
Para Maja, lo más importante es cuidar el planeta, sobre todo, no producir tanta basura, como en Alemania, explica. “Muchas playas están llenas de plásticos, y los animales mueren atrapados por ellos en los mares”. Para ella misma, desearía que no le dieran tantas tareas en la escuela. "¡Ya no hay tiempo para los hobbys!", reclama.
Imagen: DW/P. Henriksen
"Hay que ayudar a los refugiados"
Siria, la guerra entre palestinos e israelíes: eso es lo que más preocupa a Yassin. Según él, habría que enviar a esos lugares más ayuda y comida. Todo el mundo debería ayudar, subraya, ya que la ayuda no es aún suficiente: “Una vez estuve en un hogar para refugiados para ver cómo vive la gente allí. Y vive muy mal. Habría que invertir más dinero para que viva mejor”.
Imagen: DW/P. Henriksen
"Salvar a las abejas"
Eslay piensa que se debería hacer algo por salvar a las abejas: “Me preocupa mucho que se estén muriendo las abejas, que no haya suficientes flores ni campos para que sigan viviendo. Cuando no haya más abejas tampoco habrá más plantas. Sin plantas, no habrá oxígeno, y por eso tal vez los seres humanos ya no puedan seguir viviendo tampoco”.
Imagen: DW/P. Henriksen
"El hombre es la especie más tonta"
“Decimos que el ser humano es la especie más inteligente, pero, en realidad, somos los más tontos porque nos destruimos a nosotros mismos. Por ejemplo, con la bomba atómica. Me gustaría que fuera un derecho de los niños poder repartir periódicos a los 10 u 11 años, y que a los 14 ya pudiéramos trabajar un par de horas al día”.
Imagen: DW/P. Henriksen
"Un mundo más justo"
Christopher piensa que se debe luchar por un mundo más justo, en el que todos tengan los mismos derechos. “Eso solo será posible si estamos todos unidos”, dice. “Creo que tengo suficientes derechos, pero quiero que los Derechos de los Niños se fijen en la Constitución. De ese modo, nuestros derechos serán más respetados, y quienes no los respeten, serán castigados”.