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Consejo Europeo busca despejar agenda de crisis en Bruselas

18 de octubre de 2012

François Hollande, Angela Merkel, y Mario Monti, debatían en la primera jornada del Consejo Europeo de Bruselas cómo despejar la ecuación que haga posible un nuevo rescate, suave sin condiciones extremas a Madrid.

Imagen: Reuters

Aunque en el menú político de la cena de trabajo de esta noche no figura oficialmente la posibilidad de otro rescate a Madrid, tras el que se activó en julio pasado a la banca, extraoficialmente nadie niega que la palabra rescate o sus derivados semánticos "rescate blando", "línea de crédito preventiva" o "ayuda virtual" se colarán entre plato y plato.

Y es que esta noche podría haber dos cumbres: la oficial y la oficiosa o paralela, como suele ser costumbre. Una que sigue los lineamientos de la agenda oficial y la real, cuyo orden del día obedece a los temas más candentes sobre la mesa.

Para preparar el terreno, aunque no se han filtrado detalles, el líder galo, que viene a la cumbre decidido a presionar para la creación de un organismo supervisor bancario cuanto antes, reiteró el mensaje de solidaridad con Rajoy, en sentido de que la UE debe trabajar para que Madrid "pueda financiarse en buenas condiciones", cuando se active el mecanismo de rescate. Así, París se ha situado al lado de Madrid en su petición de que no se impongan a España condiciones nuevas.

Oficialmente se habla entre esta noche y el viernes de la propuesta del presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, para crear un presupuesto autónomo para la eurozona (que Berlín rechaza en principio), o de los eurobonos, o incluso del organismo de supervisión bancaria (prematuro todavía para Berlín).

No obstante, Rajoy, quien insiste en que se cumplan los compromisos adoptados en el Consejo de junio pasado, tendrá ocasión de hablar cara a cara con los "duros" del euro: Alemania, Holanda y Finlandia, el grupo de la "triple A", los de mejor solvencia.

Rajoy dialogará con el "eje tripartito", las tres economías más fuertes del euro, para que no se impongan condiciones draconianas en caso de pedir un rescate (que Madrid lleva dilatando semanas). "Es España la que debe decidirse (sobre el pedido de rescate). Pueden tomar una decisión y nosotros respetaremos esa decisión", comentó el presidente del Consejo, Herman Van Rompuy, en rueda de prensa tras la cumbre social tripartita celebrada antes de la cumbre de líderes de la Unión Europea (UE).

"No hemos recibido de España ninguna petición de asistencia financiera más allá del programa de recapitalización bancaria que se está aplicando y que va en la buena dirección", comentó por su parte el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, también en la cumbre social tripartita.

A los llamados de Bruselas, Rajoy parece todavía no querer pronunciarse. A su llegada a la cumbre, el jefe del ejecutivo ni siquiera fue parco en palabras, simplemente no habló.

A pesar de su silencio, fuentes diplomáticas comunitarias apuntan a que en las primeras horas de la cumbre Merkel, Hollande y Monti, conversaron sobre cómo facilitar un segundo rescate a Madrid, sin condiciones tan duras como las impuestas a Grecia o Portugal.

La línea de acción que podría seguir Rajoy, reiteran hoy fuentes diplomáticas en Bruselas, pasaría por pedir una línea de crédito preventiva para lograr acceder, en caso necesario, a los fondos del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), pero sin que éste deba desembolsar el dinero directamente.

España pretende que sea el Banco Central Europeo (BCE) quien haga el último movimiento: la compra de bonos en el mercado secundario, para relajar las tensiones sobre la prima de riesgo española, que en los últimos meses ha rozado en varias ocasiones sus picos históricos máximos.

Por otro lado, en una nueva muestra de la falta de química entre Merkel y Hollande, la canciller y el presidente galo podrían mantener un duro pulso centrado en la necesidad de poner en marcha cuanto antes un organismo supervisor bancario paneuropeo.

Hollande quiere que el organismo de supervisión europeo, que deberá mantener bajo la lupa a cerca de 6.000 entidades comunitarias, esté operativo rápidamente. A su vez, Berlín asegura que antes de dar ese paso sería necesario garantizar que ese instrumento esté perfectamente rodado antes de que el fondo de ayuda permanente de la UE pueda comenzar a recapitalizar directamente a los bancos europeos en problemas.

Fuente: dpa

Editor: José Ospina-Valencia

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