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Conservadores alemanes: corrupción y crisis política

21 de diciembre de 2004

El secretario general del principal partido de oposición confesó pagos dudosos de su antiguo empleador. El gigante energético RWE podría tener a más políticos en su nómina. El escándalo acentúa la crisis en la CDU.

La sonrisa de Laurenz Meyer pertenece al pasado.Imagen: AP


Aunque Laurenz Meyer dio por zanjada la contienda con una declaración en la que defiende no haber incurrido en nada incorrecto, quiere sellar sus palabras haciendo donaciones caritativas. “A la luz de los problemas de mucha gente en estos tiempos, he tomado conciencia de que puede no entenderse que hubiese aceptado ese dinero entonces”, explicó Meyer y anunció que dará los 80.000 euros percibidos de su antiguo patrón, el grupo energético RWE, a las aldeas infantiles SOS.

Se toma nota del gesto, aunque muchos dudan que esto sea suficiente para cerrar las grietas abiertas en las filas de la presidenta de la Unión Cristianodemócrata (CDU) y líder de la oposición, Angela Merkel.

Cobros dudosos

En marzo de 1999, Laurenz Meyer dejó su puesto de directivo en RWE y se convirtió en jefe de grupo parlamentario de la CDU en Renania del Norte-Westfalia. Por entonces pactó con su antiguo empleador una liquidación por un total de 127.822 euros, de los cuales cobró 45.000 en el acto y los restantes 80.000 en mayo del 2000.

Esta versión oficial se derrumbó el viernes pasado, cuando Meyer reconoció que entre noviembre del 2000, cuando fue elegido secretario general del partido, y abril del 2001, siguió percibiendo el salario de 13.000 euros mensuales de la empresa, supuestamente fruto de colaboraciones parciales con RWE. Además, la empresa no le cobró su consumo particular de gas y electricidad.

Crisis en la CDU

El caso salió a relucir poco después de que el presidente del ala social de la CDU, Hermann Josef Arentz, tuviese que dejar su cargo al revelarse que él también había cobrado dinero del mismo consorcio, sin que se haya podido explicar en concepto de qué.

El asunto de Arentz salpicó el congreso de la CDU, celebrado a principios de diciembre y truncó los planes de la jefa del partido. Angela Merkel confiaba salir reforzada en sus aspiraciones de ser designada candidata a la cancillería para los comicios generales previstos para el 2006.

Merkel respalda a Meyer, todavía.Imagen: dpa

Fue cuestión de días hasta que se pasara del caso Arentz a sospechar de Meyer. Desde sus propias filas se exige la dimisión del secretario general, el hombre de confianza de Merkel, quien accedió a la secretaría general en noviembre de 2000. La controversia en torno a su persona debilita ahora el liderazgo de Merkel. La jefa del CDU todavía respalda a su secretario general. Al mismo tiempo, intenta recuperarse del abandono, en los últimos meses, de dos vicepresidentes de su grupo parlamentario por desavenencias con la dirección.

¿Llueve sobre mojado?

Ahora surgen nuevas sospechas. Según la última edición del semanario Der Spiegel, además de su sueldo íntegro Meyer percibió otros 66.500 euros entre junio del 2000 y abril del 2001. El propio Meyer no se ha manifestado al respecto.

Por otra parte el diario Financial Times Deutschland dice tener pruebas de que al menos 40 políticos están en la nómina de RWE. Según el Spiegel la lista contiene nombres de políticos que van desde las comunas hasta la política nacional. Conocedores del sector energético señalan que se dan estructuras similares en relación con otras empresas del ramo, como E.ON y EnBW.

El directro de RWE, Harry Roels, también en apuros.Imagen: AP

RWE niega estas informaciones, mientras que intenta identificar a los responsables que hayan olvidado reclamar de Meyer la devolución del pago de su liquidación, por haber continuado trabajando para la empresa.

En la cuerda floja

A pesar de que el comportamiento del secretario general de la CDU no fue ilegal, se le critica por una conducta considerada poco ética. A ello se añade que Meyer ha ido reconociendo los hechos sólo después de que la prensa los publicara. Al principio sólo admitió haber tenido la electricidad gratis.

Aunque Merkel haya criticado la actitud de Meyer, destaca “el trabajo exitoso a lo largo de cuatro años” a su lado y prefiere mirar hacia el futuro. Los analistas no comparten esta actitud y temen que Meyer sea sólo “la punta del iceberg”. Angela Merkel y la CDU tienen que valorar el precio que están dispuestos a pagar por seguir amparando a su secretario general.

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