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Consorcio alemán busca convertir desiertos en generadores de energía solar

13 de julio de 2009

Este lunes se fundó en Múnich el consorcio Desertec con miras a instalar centrales fotovoltaicas en el desierto del Sahara y prometiendo a Europa más energía solar a menor precio. Voces críticas ponen en duda sus planes.

Tecnología made in Germany

Las doce compañías que este lunes 13 de julio firmaron un acuerdo en Múnich para crear la Iniciativa Industrial Desertec (DII, por sus siglas en alemán) han logrado atraer mucha atención con sus planes. Y es que, tras estudiar las probabilidades para el desarrollo de energía libre de carbón en el Norte de África, Desertec se ha propuesto abastecer a diferentes regiones del mundo con el potencial energético de los desiertos.

Las empresas fundadoras de DII se han enfocado inicialmente en Europa, el Medio Oriente y el Norte de África. Su meta más inmediata es reunir los 400 mil millones de euros necesarios para financiar la instalación de centrales fotovoltaicas en el desierto del Sahara y hacer realidad la que ha sido descrita como una de las iniciativas privadas más grandes para el desarrollo de “energía ecológica”.

Una iniciativa con opositores

ABB, ABENGOA Solar, Cevital, Deutsche Bank, E.ON, HSH Nordbank, MAN Solar Millennium, Munich Re, M+W Zander, RWE, SCHOTT Solar y Siemens son las firmas detrás del proyecto que arrancaría en territorio marroquí. En el país magrebí son muchos los que ven con buenos ojos esta iniciativa; después de todo, Marruecos importa actualmente el 97 por ciento de su energía de otras naciones.

Pero Desertec se ha hecho en poco tiempo de dos enemigos considerables: por un lado está el robusto lobby francés a favor de la energía atómica y, por otro, los propios promotores de la energía fotovoltaica que ven el proyecto con escepticismo.

¿La esperanza marroquí?

“Yo creo que para 2015 podríamos tener el primer parque solar en Marruecos. La energía que ese parque produzca no solamente cubriría las necesidades de Marruecos, sino que podría ser exportada al extranjero. Ese sería nuestro aporte al desarrollo de Europa”, dice Abdellah Alaoui, director de la federación energética marroquí y eminencia gris de la política energética de su país, en entrevista con Marc Dugge, de la Deutsche Welle.

No todos están igual de entusiasmados. Dentro del Ministerio de Energía hay voces que advierten sobre el peligro de que Marruecos se deje colonizar por los consorcios energéticos alemanes y, en Francia, la industria energética está más interesada en venderle centrales nucleares que paneles fotovoltaicos a su ex colonia.

Voces críticas se levantan

No es por ser un proyecto alemán que Desertec se salve de las críticas que se le hacen en Alemania. Hermann Scheer, diputado en representación del Partido Socialdemócrata, presidente de una asociación para promover las energías renovables (Eurosolar) y acreedor del Premio Nobel Alternativo en 1999 por sus esfuerzos para promocionar el uso de energía solar, señala que las promesas de DII pueden ser engañosas.

Predecesor del proyecto Desertec en un el desierto de Mojave, California.Imagen: AP

¿Es que acaso el Sahara no es el lugar ideal para instalar centrales fotovoltaicas? “Uno tiende a hacer cálculos muy fáciles: a mayor cantidad e intensidad de rayos solares, mayor será la cantidad de energía solar generada y más barata será su producción. No es así como funcionará el proyecto”, asegura Scheer al ser consultado por Jörg Brunsmann, de Deutsche Welle.

Con el viento en contra

Ese proyecto implicará esfuerzos adicionales que otras fuentes de energía renovable en Alemania no ameritarían. “En el Sahara habrá que construir líneas conductoras de varios miles de kilómetros y esos conductores causan pérdida de energía. Los planes se verán retrasados. En el desierto, el viento crea tormentas de arena. Las labores de mantenimiento son mucho mayores. Se necesitará de agua para las instalaciones térmico-solares, cosa que no necesitan en Alemania ni las instalaciones de energía solar ni los generadores de energía eólica”, explica Scheer.

Además, el experto en energía fotovoltaica señala que los 400 mil millones de euros con que Desertec aspira financiar el parque solar en el Sahara no alcanzarán. La instalación sólo podría empezar a funcionar cuando todas las partes que la componen estén listas, asegura, y cada retraso en la fase de construcción implicaría un aumento considerable de los costos.

La iniciativa de los 400 mil millones

Según Scheer, ni siquiera la disposición de las compañías involucradas en el proyecto Desertec a invertir 400 mil millones de euros es suficiente para hacer del parque solar de Marruecos una realidad. “Ellas no tienen 400 mil millones para invertir; ellas quieren que el Estado financie el proyecto con muchos muchos millones”, comenta.

“Yo no creo que este plan llegue a materializarse. Mientras más se le mire, más se harán evidentes las dificultades reales”, dice Scheer y agrega: “La producción de energía solar en el Norte de África es muy importante para los propios países de la región. Y si uno quiere movilizar a la Unión Europea –cosa que es un elemento importante de este proyecto–, entonces debe uno motivar a la Unión Europea a ayudar a los países del Magreb para que sustituyan sus actuales fuentes de energía por la producción de energía renovable tan rápidamente como sea posible”.

Autor: Jörg Brunsmann, Marc Dugge, Evan Romero-Castillo

Editora: Claudia Herrera-Pahl

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