¡Si todo fuera tan fácil como en Austria! Sin gran bombo y platillo, el senado austriaco ratificó, por mayoría casi absoluta, la Constitución Europea convirtiéndose en el octavo miembro de la Unión Europea en darle el visto bueno y definitivo al magno proyecto.

Muy al contrario pasa en Francia, en donde las últimas once encuestas dan una clara ventaja a los detractores de la Constitución. Tan clara es la ventaja que muchos analistas y políticos dan ya por un hecho la victoria del "no" el próximo domingo. A pesar de que en el termómetro las temperaturas ascienden, en las filas del Gobierno galo sopla un aire invernal. Hay incluso quien habla de elecciones anticipadas en Francia. Todavía hacia dos semanas el presidente Jacques Chirac se esforzaba, con ayuda de personajes de la talla del canciller de Alemania, Gerhard Schröder, por lograr un giro en la opinión pública.

Mientras tanto las últimas once encuestas se repiten y refuerzan. El "NO" cuenta con un 54 por ciento de seguidores frente a sólo un 46 por ciento que la secundan. Lo que acaba con todas las esperanzas de un súbito vuelco en la opinión gala es que el 82 por ciento de los encuestados afirma que su opinión es definitiva. La encuesta la hizo el instituto TNS Sofres/Unilog, y quien quiera ponerla en duda tendría que dudar de las once previas hechas por otros institutos con resultados muy similares.

La crisis anunciada

La pregunta ya no es si la rechazarán, sino por cuánto y cuál será el impacto. En lo que se refiere a la divisa europea, el euro ha caído fuertemente. Este jueves rondaba los 1,2516 dólares, el nivel más bajo de los últimos siete meses.

Europa se prepara para una de sus peores crisis. Y lo mismo que la Unión Europea, lo hace el Gobierno francés. El "no" francés resultará un golpe aún más duro para el presidente, Jacques Chirac; lo mismo vale para el primer Ministro, Jean-Pierre Raffarin. Según las últimas encuestas, estás del instituto IFOP, el 88 por ciento de los franceses prevé una debacle para Chirac y un 89 por ciento pronostica lo mismo para Raffarin.

Chirac dispuesto a luchar hasta el final, confiado en que aún puede salvar al paciente de la muerte, enviará por televisión un mensaje a la nación. Lo mismo que Valery Giscard d´Estaing, ex presidente francés y uno de los padres de la Constitución, opina que aún es tiempo de convencer al 17 por ciento de los indecisos a dar su apoyo a la Constitución.

Como sea que los franceses voten el próximo 29 de mayo, la gran tensión que ha desatado el referendo respalda un pronóstico más: en Francia rodarán cabezas.