La participación ciudadana es elemento central, hoy por hoy, en la construcción de las democracias en todo el mundo. El consenso es amplio, en al ámbito internacional, en cuanto a que no pueden dejarse exclusivamente en manos del Estado asuntos como la seguridad pública o el cuidado al medio ambiente, por ejemplo.

Bajo esta lógica se celebra en Alemania, a partir de este viernes (14.09.2007), la Semana del Compromiso Ciudadano. 600 organismos de la sociedad civil presentan en este marco sus proyectos, con un énfasis fundamental en el involucramiento de las y los jóvenes. Las mesas de trabajo y eventos especiales se prolongarán diez días más.

23 millones de voluntarios

Es la tercera ocasión en que se lleva a cabo esta iniciativa, que para 2007 tiene líneas de acción definidas: promover la participación ciudadana en toda su diversidad; hacer visible la importancia de la participación ciudadana como vía para resolver conflictos sociales; y detectar los obstáculos que impiden transformar las iniciativas ciudadanas en política pública y beneficios concretos para la ciudadanía.

La inauguración de la Semana del Compromiso Ciudadano en Alemania estuvo a cargo de la ministra federal de la Familia, Ursula von der Leyen. La funcionaria dio a conocer que en Alemania existen 23 millones de personas que realizan diversas labores sociales sin percibir por ello un emolumento.

Esto quiere decir que, aproximadamente, 36 por ciento de la población mayor de 14 años en Alemania realiza algún tipo de tarea social voluntaria. La diversidad de estas labores es enorme. Por ejemplo, la Orden de los Caballeros de Malta en Alemania lanzó una campaña para el reciclado de teléfonos celulares.

Lista interminable

La tarea es más trascendente de lo que parece a primera vista. En Alemania existen, de acuerdo con la organización, 100 millones de aparatos de este tipo que deben ser reciclados de manera adecuada. Por una parte, se asegura el confinamiento de los materiales potencialmente dañinos al medio ambiente; por otra, los componentes de valor –por ejemplo, los de metal- son utilizados para recabar fondos que a su vez financian proyectos sociales con migrantes o niños con discapacidades.

La Fundación Ciudadana Weimar, por su parte, afirma que “el compromiso ciudadano es parte fundamental de toda democracia. Es una expresión de solidaridad y responsabilidad social. A través de trabajo voluntario y honorario, las personas aplican su experiencia y se pone en práctica la tolerancia ».

La red de empresas Brücken bauen (Construyendo puentes) promueve que empleados de distintas firmas cercanas a Braunschweig donen una jornada de trabajo y se trasladen a sitios donde pueden hacer tareas sociales voluntarias.

Los ejemplos pueden ser tan diversos como las necesidades específicas de cada sociedad. A partir de éstos, la conclusión no se deja esperar: independientemente de la condición económica, todas las naciones y comunidades necesitan la iniciativa de sus ciudadanos.