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Contra la indefensión de los animales

4 de octubre de 2012

De poco ha servido que la protección de la fauna tenga carácter constitucional en Alemania. Organizaciones de activistas exigen más derechos frente a los tribunales para poder defender el bienestar de los animales.

Imagen: dapd

El Día para la Protección de los Animales, que se celebra cada 4 de octubre, suele ser aprovechado por los activistas germanos para denunciar lo poco que se respetan los derechos de la fauna. Este año no ha sido la excepción: millones de animales siguen siendo criados en hacinamiento y torturados con fines científicos, con todo y que la defensa de su bienestar tiene carácter constitucional en Alemania desde hace una década, gracias a una iniciativa del Deutscher Tierschutzbund.

La Carta Magna establece que se debe hallar un equilibrio entre los intereses de quienes poseen animales y el bienestar de los mismos. Puede que este mandato no haya mejorado su situación en los establos y los laboratorios todavía, pero los miembros del Deutscher Tierschutzbund (la Sociedad Protectora de Animales de Alemania) y sus aliados se esmeran en impedir que el texto constitucional se convierta en letra muerta.

Activistas exigen a los tribunales que acepten demandas de asociaciones civiles en casos de tortura de animales.Imagen: picture alliance/WILDLIFE

Estrategias legales para proteger a los animales

Dos estrategias de los defensores de animales tienen perspectivas de éxito. La primera es sentar precedentes legales. El pasado martes (2.10.2012), una activista ganó un pleito presentado ante el tribunal administrativo de Gera, Estado federado de Turingia. Actuando como persona natural, demandó a una empresa alemana que vendía cerdos al Ejército estadounidense con fines experimentales: a los animales se les infligían golpes y pinchazos con miras a comprobar cuánto tiempo sobrevivían a las heridas. La corte falló a favor de los defensores de animales y prohibió el negocio en cuestión.

La segunda táctica es exigir a los tribunales que acepten demandas de asociaciones civiles en casos de tortura de animales. La ley para la protección de los animales sólo contempla denuncias individuales, introducidas por un ciudadano. El problema es que muy pocas personas están dispuestas a invertir tiempo y dinero en procesos jurídicos prolongados; muchos sencillamente no pueden costear esa aventura legal. Si a las asociaciones protectoras de animales se les concediera esa prerrogativa, la aplicación de la ley sería mejor vigilada.

Los políticos germanos se ufanan de que la ley alemana para la protección de los animales es la más avanzada del mundo. Y es un hecho que tanto la opinión pública como la Justicia se han vuelto muy sensibles al quebrantamiento de esta regulación. Pero, según Heidrun Betz, de la Sociedad Protectora de Animales de Alemania, la normativa sigue presentando “vacíos” que tienden a ser aprovechados para hacerle daño a los animales. Betz prefiere describirla como una ley para la utilización de los animales.

Autores: Peter Kolakowski / Evan Romero-Castillo
Editora: Emilia Rojas Sasse

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