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Contra la tala ilegal

5 de junio de 2012

La destrucción de los bosques y la tala ilegal son las razones principales del cambio climático. Para contrarrestarla se han creado legislaciones como FLEGT y certificados como FSC.

Superficie deforestada en la selva amazónica. La tala ilegal, los incendios y la caza furtiva destruyen la selva y el hábitat de muchos animales.Imagen: AP

El recinto de la empresa mayorista de comercio de madera Cross Trade en Bremen tiene una larga hilera de grandes depósitos. El olor a madera fresca impera en el aire y los camiones rugen por todo el recinto. Los macizos troncos de árboles yacen frente a estos pabellones hasta que las grúas los levantan y colocan sobre los camiones. Saltan a la vista los números de registro de color blanco, pintados sobre los troncos.

En Cross Trade, ningún árbol es transportando sin que su procedencia haya sido antes claramente determinada. El pequeño símbolo poco llamativo sobre los troncos indica que el Consejo de Administración Forestal (FSC, por sus siglas en inglés) certifica su procedencia legal.

Desde 2006, Klaus Jürgen Schmidt, gerente de Cross Trade, trabaja con madera certificada. Él afirma que en su recinto no hay ni un solo tronco de árbol talado ilegalmente. "Por medio del certificado FSC, yo sé que el origen del producto con el que comercio es seguro", sostiene Klaus Jürgen Schmidt. El certificado no es obligatorio. Sin embargo, el empresario apuesta y confía en que certificados como el de FSC pueden contrarrestar la tala ilegal de árboles en los países productores.

El gerente de Cross Trade considera que tanto él como la industria tienen la responsabilidad de velar para que no todo gire alrededor de las grandes ganancias, sino que también se tome en cuenta la sustentabilidad. "Asimismo, FSC financia proyectos sociales en África y Asia, como la construcción de escuelas y hospitales", continúa Klaus Jürgen Schmidt. 

Se controla el transporte de madera y se constata la procedencia de la madera.Imagen: AP

La madera certificada es más cara y Klaus Jürgen Schmidt tiene que estar en condiciones de  pagar estos altos precios. "Por supuesto que tengo que asegurarme de que mi negocio se mantenga rentable", afirma el empresario. Sin embargo, para Klaus Jürgen Schmidt el concepto que representa el certificado y el hecho de crear conciencia entre los compradores sobre el significado de la madera certificada también son importantes.

"Los consumidores en Alemania a menudo no tienen bien claro por qué deben comprar madera certificada y creen que los comerciantes al por mayor sólo quieren incrementar sus ganancias”, dice. Según el empresario, la etiqueta certifica sin embargo que los árboles han sido talados en un proceso sostenible, lo cual a su vez protege el medio ambiente, ya que por cada árbol talado se planta uno nuevo.

La responsabilidad de la Unión Europea

La Unión Europea sostiene la misma opinión. Su propuesta es el Plan de Acción para la Aplicación de Leyes, Gobernanza y Comercio Forestales (FLEGT, por sus siglas en inglés). Esta iniciativa establecida en 2003 es un acuerdo voluntario que apunta a frenar la tala ilegal de árboles y a evitar que la madera ilegal entre a Europa. Entretanto, seis países ya han firmado el correspondiente tratado. Por medio de éste, los países se comprometen a crear un sistema de control y licencias para proporcionar la evidencia de que los árboles son talados legalmente.

La tala ilegal genera una pérdida económica que asciende a 12 mil millones de euros al año.Imagen: AP

No obstante, las ruedas de la burocracia trabajan lentamente en todos los países, y con frecuencia se tarda muchos años en llegar a un acuerdo definitivo. "Primero, en cada país hay que elaborar una definición de tala legal e ilegal", explica Thorsten Hinrichs, experto en agricultura y silvicultura del Ministerio de Protección al Consumidor en Alemania. "Los importadores reciben la evidencia de que se trata de madera legal junto con la mercancía. Además, deben tener documentos que demuestren que la madera viene de fuentes sostenibles y que las regulaciones laborales han sido respetadas", continúa Thorsten Hinrichs.

Un estudio demostró en 2010 que FLEGT tiene éxito. Según éste, el plan de acción ayuda a que se preste mayor atención al tema a nivel local en las regiones productoras y, por consecuencia, la tala ilegal haya disminuido. El Reglamento de la Unión Europea relativo a la comercialización de la madera del trópico se encargará de liderar el camino cuando entre en vigor, lo cual está previsto para marzo de 2013.

La industria forestal sostenible

El certificado de FSC con el que el comerciante de maderas Klaus Jürgen Schmidt ya puede demostrar la legalidad de su mercancía podría ser incluido en el Reglamento de la Unión Europea. Las negociaciones para ello ya están en curso. De ser así, las empresas tendrán entonces que documentar la procedencia de la madera. "Para recibir la certificación, las empresas tendrán que demostrar que las funciones ecológicas de los bosques se conservan y que las plantas y los animales en peligro de extinción son protegidos", afirma la experta en ciencias forestales Erika Müller, que apoya el nuevo Reglamento de la Unión Europea.

Los propietarios de los bosques productores reciben una certificación por parte de un perito independiente que es válida por cinco años. De esta manera, los agentes que comercializan madera pueden estar seguros de que “la madera proviene de productores que trabajan de forma responsable”, explica Erika Müller. Pero también los distribuidores mayoristas deben demostrar que comercian con madera legal, lo cual es también verificado por un perito independiente una vez al año.

La tala ilegal genera una pérdida económica que asciende a 12 mil millones de euros al año.Imagen: AP

Según Erika Müller, hay una cooperativa en Indonesia que es un muy buen ejemplo de la utilidad de estos certificados. La experta cuenta que se trata de un municipio que compró tierras en las selvas de la comunidad e hizo plantar árboles de teca debido a que la población local se había comprometido a la explotación sostenible de sus selvas tropicales. Por cada árbol de teca que se tala, se plantan diez plantones.

Ésta es la primera cooperativa indonesia en recibir el certificado FSC gracias a la explotación sostenible de la madera en Indonesia. "La cooperativa contribuye a que los habitantes locales comprendan la gran relevancia de la silvicultura sostenible", concluye Erika Müller. A su vez, la silvicultura sostenible beneficia al comerciante mayorista Klaus Jürgen Schmidt en Bremen y, a largo plazo, tiene un impacto positivo en la cantidad de árboles en el planeta y por ende también en el medio ambiente.

Autora: Claudia Völker / CS
Editora: Emilia Rojas-Sasse

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