Sólo diez días duró Anthony Scaramucci como director de Comunicación del presidente Trump. El nuevo jefe de gabinete, John Kelly, intenta ahora tomar control de la reestructuración de la Casa Blanca.
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Después de la gestión más corta de la historia, el director de Comunicación Anthony Scaramucci fue despedido a 10 días después de haber sido nombrado por Trump. De acuerdo con la Casa Blanca, Scaramucci ofreció su dimisión para que el nuevo Jefe de gabinete, John Kelly, pudiera integrar su propio equipo. Kelly tomó posesión de su nuevo cargo el mismo lunes. Su predecesor, Reince Priebus, tuvo que renunciar a su puesto el viernes después de sólo seis meses. La salida de Priebus y la instalación de Scaramucci marcaron el punto más alto de las intrigas y las luchas de poder en la Casa Blanca, hasta ahora.
Más vulgar que Trump
"Jamás ocurrió una cosa similar", dice Jeffrey Anderson, director del Centro de Estudios Alemanes y Europeos de la Universidad de Georgetown. "Por supuesto que el presidente mismo debería haberle despedido inmediatamente después de la publicación de su entrevista en la revista "New Yorker", pero este no es un gobierno normal".
En la entrevista con la revista "New Yorker" Scaramucci insultó de manera muy vulgar a miembros de la Casa Blanca, al jefe de gabinete Priebus, así como también al estratega jefe Steve Bannon.
La salida de Scaramucci puede ser vista como una señal de que el nuevo jefe de gabinete Kelly trata de poner orden en la caótica presidencia de Trump "Desde este punto de vista, la salida de Scaramucci hace mucho sentido", dice Mark Rozell, Decano de Política en la Universidad de George Mason. En vez de ayudar al presidente a comunicar su mensaje político, Scaramucci alimentó aún más las luchas internas en la Casa Blanca, agrega Rozell.
Donald Trump, el presidente de los despidos
En un abrir y cerrar de ojos, el presidente estadounidense, Donald Trump, despide a un alto funcionario de su administración tras otro. Estos políticos han tenido que abandonar la Casa Blanca.
Tillerson tenía a menudo opiniones diferentes a las de Trump. Se habría enterado de su despido al leer el tuit en el que Trump anunciaba su salida de la Casa Blanca, según algunos medios. La designación de Tillerson como secretario de Estado fue controversial desde el principio debido a que no tenía ninguna experiencia política: fue director por muchos años de la gigante petrolera Exxon Mobil.
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Hope Hicks
La exdirectora de comunicaciones, de solo 29 años, renunció un día después de testificar ante el Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes sobre la
interferencia rusa en las elecciones estadounidenses de 2016. Aunque Hicks reconoció en su declaración haber mentido en su puesto de trabajo, expresó que dejaba el puesto porque "sentía que había completado su ciclo".
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Stephen Bannon
No quedó claro si renunció o fue despedido, pero el exestratega jefe de la Casa Blanca fue una pieza importante en la agenda nacionalista y antiglobalización que ayudó a Trump a llegar a la presidencia. La razón de la salida de Bannon pudo haber sido los constantes choques que tuvo con facciones más moderadas de la Casa Blanca y por haber criticado las políticas de Trump.
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Anthony Scaramucci
El exinversor de 53 años, apodado "The Mooch", solo permaneció diez días en su cargo como director de Comunicaciones de la Casa Blanca. El general John Kelly, nuevo jefe de Gabinete, había pedido la remoción del neoyorquino Anthony Scaramucci. Los insultos de éste contra empleados de Trump incluso habrían indignado al presidente norteamericano.
Reince Priebus, el exjefe de Gabinete de la Casa Blanca, fue despedido tras solo seis meses debido a una confrontación abierta con Anthony Scaramucci, el ahora exdirector de Comunicaciones de Trump. Al parecer, Priebus había rechazado con vehemencia la contratación de Scaramucci.
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Sean Spicer
En su calidad de portavoz de prensa de la Casa Blanca, Sean Spicer no tuvo la mejor relación ni con la prensa ni con su jefe, el presidente estadounidense. Spicer renunció después de que Donald Trump nombrara a Anthony Scaramucci director de Comunicaciones.
Imagen: Reuters/K.Lamarque
Walter M. Shaub Jr.
Walter Shaub, el exdirector de la Oficina de Ética Gubernamental, dejó su puesto en julio, después de que su oficina entrara en conflicto con la Casa Blanca debido a preguntas sobre la situación financiera del presidente estadounidense. Según informes de la prensa, Shaub habría calificado de "ridículo" el gobierno de Trump.
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Michael Dubke
Ya en mayo pasado, Michael Dubke, el antecesor de Anthony Scaramucci, tuvo que dejar su puesto como director de Comunicaciones de la Casa Blanca. Según el equipo de Trump, el experto en relaciones públicas había lidiado mal con las acusaciones relativas a la supuesta injerencia rusa en las elecciones estadounidenses.
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James Comey
También James Comey, el exdirector del FBI, fue víctima de la impía política de personal de Trump. La Casa Blanca justificó el despido de Comey alegando que éste había manejado mal la investigación de los correos electrónicos de Hillary Clinton. Críticos creen que la verdadera razón del despido fue la investigación del FBI sobre el presunto apoyo de Rusia a la campaña electoral de Trump.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/J. S. Applewhite
Michael Flynn
El primer consejero de Seguridad Nacional del presidente Trump, Michael Flynn, dimitió tras solo un mes en el cargo. La razón: la prensa había revelado que, antes de que Trump asumiera oficialmente su cargo, Flynn había mantenido una conversación con el Embajador ruso en Washington sobre las sanciones estadounidenses contra Rusia. Además había mentido al vicepresidente Mike Pence al respecto.
Imagen: Reuters/C. Barria
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Inadecuado para el puesto
Desde un principio, el hombre de negocios Scaramucci fue absolutamente inadecuado para el puesto, considera Steven Farnsworth, director del Centro para el Liderazgo y Ciencias de la Información de la Universidad de Mary Washington. "Ni siquiera tenía el conocimiento básico de cómo hacer para dejar bien a su jefe".
Su salida repentina es vista por los expertos como paso correcto y necesario. "Incluso desde el punto de vista de Trump, Scaramucci fue demasiado vulgar y conflictivo", dice Rozell. Sin embargo, la salida turbulenta de Sean Spicer y la del jefe de gabinete Priebus muestran el problema fundamental de este gobierno. "La Casa Blanca se encuentra en medio de un caos extraordinario", dice Farnswoth. "Los despidos y las renuncias de las semanas pasadas presentan al gobierno de Trump como un puñado de aficionados que no saben lo que hacen".
Esa impresión no cambiará con la salida de Scaramucci y la inauguración de Kelly, subraya Anderson, de la Universidad de Georgetown. "Todo el mundo sabe que la raíz de todo el caos en la Casa Blanca es el propio presidente. Habrá que ver si Kelly logra controlar a Trump".