Retrospectiva sobre la Cumbre Mundial del Clima COP 23 que termina hoy en Bonn, Alemania, y que impuso una ambiciosa agenda ligada al medio ambiente, la cooperación internacional y el rol de EE. UU.
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Bajó el telón. Las delegaciones internacionales vuelven a casa, los periodistas a sus oficinas, los voluntarios a su próximo objetivo. Durante las dos semanas pasadas el mundo entero discutió en el marco de la Conferencia Mundial del Clima –COP 23– en la ciudad de Bonn, Alemania, cómo enfriar el planeta: si la Tierra no logra contener por debajo de los 1,5° grados centígrados su fiebre industrialista, afirma el pacto final, el futuro podría ser incierto.
El único verdaderamente convencido de que no es así fue el gran ausente de la cita, Donald Trump, quien envió a regañadientes a la delegación de Estados Unidos pues el acuerdo firmado por su antecesor, Barack Obama, no vence hasta 2020. Lo que sí pudo Trump fue reducir la presencia estadounidense al mínimo: es la primera vez en la historia de las cumbres del clima que el gobierno de EE. UU. no tiene un pabellón propio.
La ausencia de la mayor economía del planeta fue un botín que otros grandes aspirantes estuvieron ávidos por ocupar. China, segunda mayor economía del mundo y primer emisor de gases de efecto invernadero, plantó su enorme pabellón en el corazón de la Zona Bonn, una gran sala armada a orillas del lago en el Rheinaue Park, el pulmón verde de la ciudad junto al río Rin.
Al interior de la gran carpa, el gigante asiático compartió esquina con los pabellones de Francia, Gran Bretaña y la propia Alemania. Sus alrededores lleno de colores por el selvático pabellón de Fiyi, armado en semicírculo a favor del diálogo y la empatía; por el futurista pabellón de India, en el que brillaban las luces de un globo terráqueo digital; y por el emblemático pabellón indígena, donde alzaron su voz pueblos originarios de la América amazónica, andina y costera.
Un mapamundi de pabellones
Ingresar a este mapamundi de pabellones exigía –además de la acreditación de prensa, diplomacia o técnica– atravesar el area de seguridad, cuyos dispositivos infrarrojos, detector de metales y guardias en alerta hacína pensar en un aeropuerto, quizás la moraleja del viaje internacional que significaba transitar esos pasillos. Todo aquel que llevara una botella con líquido, debía beber un sorbo para comprobar que no fueran sustancias nocivas.
Al otro extremo del complejo, a través de casi un kilómetro de parque intervenido artísticamente por activistas y ONGs –un gran árbol de cartón, una plataforma de carteles de protesta, una esfera-globo que funcionaba como sala de cine documental, una réplica de la Estatua de la Libertad emitiendo humo por la antorcha– estaba la Zona “Bula”, que en la cultura de Fiyi significa “hola”. Su título de bienvenida recibió a la canciller alemana, Angela Merkel; al presidente francés, Emmanuel Macron; al primer ministro de Fiyi, Frank Bainimarama, y a cientos de ministros de Medio Ambiente.
Justo en diagonal a las oficinas de Deutsche Welle y del edificio de Naciones Unidas en Bonn, el Centro Mundial de Convenciones fue el protagonista de los discursos más emblemáticos. Tener acceso a ese lugar, cuyos alrededores eran vigilados por la policía, era dar testimonio de un mundo globalizado.
Entre cámaras y micrófonos fueron y vinieron figuras emblemáticas de la diplomacia mundial y la causa climática. Algunos de los más convocantes fueron el ex vicepresidente de EE. UU. Al Gore, el ex gobernador de California Arnold Schwarzenegger y James Hansen, un ex científico de la NASA llamado “el padre de la concientización sobre el cambio climático” debido a sus advertencias tempranas desde 1988.
El premio mayor de los varios miles de visitantes, la Atalaya que todos los que entraron a ese universo multilateral querían conseguir, era el ticket verde. Por una razón en particular: el ticket verde era la llave de acceso al Plenary New York, la sala principal de la COP 23 donde tuvo lugar la ceremonio de apertura y la intervención de los jefes de Estado. Todo aquel que hubiera conseguido una acreditación ansió atravesar la línea de policías que las delegaciones internacionales cruzaban a cada momento. Pero el ticket verde fue una odisea online que sólo un puñado de periodistas pudo conseguir.
Quien lo logró fue testigo de un disputado tablero en el que casi todos estuvieron presentes. Desde los más pobres con su indignación en curso hasta los más ricos con su doble discurso: por lo pronto, según la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCCC), ahora ingresaron sólo 45.000 de los 100.000 millones de dólares anuales que los países desarrollados acordaron destinar al Fondo Verde, la billetera que servirá para ayudar a los más vulnerables a enfrentar el cambio climático.
Autor: Maximiliano Monti (VT)
Voces de la Tierra: las caras de la COP 23
Durante la COP 23, DW concede la palabra a los protagonistas de la cumbre.
Imagen: DW/Maximiliano Monti
Territorios sagrados
"Los que realmente conservamos los bosques somos los pueblos que habitamos allí. Conocemos nuestra propia realidad. Nuestra propuesta es que sean protegidos los territorios sagrados y que sean reconocidos como lugares vivientes." Patricia Gualinga Montalvo, representante de relaciones internacionales del pueblo kichwa de Sarayaku (Ecuador).
Imagen: DW/M. Monti
¡Acción climática ya!
"Mi mensaje para América Latina es ¡acción climática ya!", Arnold Schwarzenegger, ex gobernador de California (Estados Unidos).
Imagen: DW/Maximiliano Monti
Salvar a la gente
"Vengo del sur de India, donde la costa, expuesta al aumento del nivel del mar, es protegida por los manglares. En el caso de Fiji, que tiene una gran zona costera, son los manglares los que la protegen de los tsunamis. Cuidar los manglares salva a la gente" Adarsh Prathap, ganador del concurso de video sobre jóvenes y clima de la COP23 (India).
Imagen: DW/M. Monti
"La Tierra no es negocio"
"Están negociando la vida de la Tierra, pero la Tierra no es negocio."
Benki Piyãko Ashaninka; líder político e espiritual, representante del pueblo de Ashaninka (Brasil).
Imagen: DW/M. Monti
"Nuestras tradiciones están siempre presentes"
"Este tejido tradicional nos sirve para hacer los trajes y vestidos típicos de nuestras ceremonias. Lo vestimos en nacimientos, bodas y velorios. Nos acompañan a lo largo de toda nuestra vida. Nuestras tradiciones están siempre presentes con nosotros." Niqa Radiniceva Tuvuki, representante de la delegación de Fiji (Oceanía).
Imagen: DW/M. Monti
Estar preparados
"Tenemos que estar preparados. No podemos esperar que la ayuda de la comunidad internacional resuelva nuestros problemas por sí solos. Las comunidades deben asumir el mandato de lo que les está pasando y preguntarse 'qué es lo que necesitamos'. Así podemos hacernos cargo de lo debamos enfrentar" Clara Doe Mvogo, alcaldesa de la ciudad de Monrovia (Liberia).
Imagen: DW/Maximiliano Monti
Al ritmo de la Madre Tierra
"Tocamos los instrumentos de la tradición Lakote, propia de los pueblos de América del Norte, y quemamos incienzo porque es una forma de limpiar el espíritu. De esta manera queremos expresarle a la gente que estamos viviendo al ritmo de la Madre Tierra. Estos sonidos nos conectan entre nosotros" Tim Zander, miembro de la ONG Respect Earth (Alemania).
Imagen: DW/Maximiliano Monti
Prestar atención
"Nuestras leyes humanas deben prestar atención a las leyes de la Tierra", Linda Sheehan, directora Ejecutiva de la ONG Planet Pledge (Estados Unidos).
Imagen: DW/M. Monti
Mujeres indígenas unidas frente al cambio climático
"Venimos desde las zonas más olvidadas del Perú para empoderar a las mujeres indígenas. Queremos organizarnos y buscar estrategias para saber de qué manera podemos adaptarnos a esta nueva realidad que nos impone el cambio climático." Talit Nicolasa Layango Arista (primera a la izq.), miembro de la Organización Nacional de Mujeres Andinas y Amazónicas del Perú.
Imagen: DW/M. Desautez
Consenso para la acción
"Debemos preservar el consenso a favor de una acción fuerte." Frank Bainimarama, primer ministro de Fiji y presidente entrante de la COP23.
Imagen: DW/Maximiliano Monti
"No podemos alimentar a nuestra gente"
"El cambio climático está afectando el ritmo de las estaciones en África. En los campos es cada vez más difícil saber cuándo cultivar las semillas por las alteraciones meteorológicas. La lluvia no llega en el momento necesario y cuando las plantaciones mueren no podemos alimentar a nuestra gente". Mawa Coulibaly Epse Bailly, representante de la delegación de Costa de Marfil (África Occidental).
Imagen: DW/M. Monti
Más de 170 países
"Esto es un proceso que tiene 25 años y que tiene más de 170 países que lo han ratificado. Sin duda la contribución y participación de todos y cada uno de ellos es fundamental." Patricia Espinosa, Secretaria Ejecutiva de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (México).
Imagen: DW/M. Monti
Un alianza común
"Tenemos aliados no indígenas que entienden a los indígenas, que viven en su entorno en la Amazonía juntamente con el río, las flora y la fauna. Esta alianza demuestra que tenemos que unirnos para enfrentar las compañías que están colonizando la selva, el oceáno, la montaña." Marishöri Najashi Samaniego, miembro de la ONG Alianza de los Guardianes de la Madre Naturaleza (Perú).
Imagen: DW/M. Monti
Crear alianzas
"Tenemos una obligación de gobernanza para ayudar a los estados a conectar con el sector privado. El problema es que no siempre contamos con los recursos necesarios para hacer frente a tantos desafíos. Mi país sufre tormentas y sequías y por eso es importante crear alianzas" Princesa Abze Djigma, enviada especial para Cambio Climático del gobierno de Burkina Faso (África Oriental).
Imagen: DW/Maximiliano Monti
Denunciar a los contaminantes
"Ya sabemos que los responsables del cambio climático son las grandes industrias. Estoy luchando no solo para mi ciudad, Huaraz, sino para abrir el camino a más demandas, para que estas compañías asuman sus responsabilidades." Saúl Luciano Lliuya (Perú).
Imagen: DW\M. Desautez
Desperdiciar recursos
"Nos dedicamos a recolectar los alimentos que los restaurantes y supermercados descartan aun cuando todavía son comestibles. Estos alimentos pueden servir a mucha gente que en Alemania pasa hambre. Desperdiciar tantos recursos es una forma de generar CO2 y otros gases de efecto invernadero" Tamara Krabes, miembros de la ONG Food Sharing (Alemania).
Imagen: DW/Maximiliano Monti
"La población demanda justicia"
"La población demanda justicia por los desastres climáticos. En mi país está sufriendo por el avance de la industria petrolera, que es el sector que más gases de efecto invernadero emite. Demandamos al gobierno para que les ponga un freno. No perdemos la esperanza" Malou Nuera, miembro de la ONG Asian People's Movement on Debt on Development (Filipinas).
Imagen: DW/Maximiliano Monti
"No queremos ser refugiados ambientales"
"Vine a acompañar al ex presidente (de Kuribati), Anote Tag, para traer su mensaje a la COP 23: 'No queremos ser refugiados ambientales. Queremos ser migrantes con dignidad'. Kuribati está desapareciendo bajo las aguas y no nos quedará otra alternativa que encontrar otro lugar a donde ir". Reese Marita, ciudadana de la isla-estado de Kuribati emigrada a Australia (Oceanía).
Imagen: DW/M. Monti
El espíritu de la Tierra
"Esta es la bandera Wiphala, que representa la diversidad de las culturas nativas sudamericanas. Fue creada en la antigüedad para todos los pueblos indígenas del imperio Inca y surgió con un sentido pacífico. Es una forma de conectarnos con su espíritu de la Tierra." João Henrique, Coordinador del área Clima para la Organización Engajamundo (Brasil).
Imagen: DW/M. Monti
El dolor de nuestros pueblos
"Esta es la COP número 23 y desde la primera en 1995 nunca ha aumentado tan dramáticamente la temperatura media del planeta. Espero que puedan entender y sentir el dolor de nuestros pueblos." Kandi L. Mossett, vocera de la Red Indígena de Medio Ambiente (Estados Unidos).
Imagen: DW/M. Monti
Criminalizados y judicializados
"Nuestros territorios están superpuestos sobre zonas de explotación de recursos como la minería y el petróleo. Tenemos el principio de defender los derechos de nuestros pueblos, pero vemos cómo nuestros compañeros son criminalizados y judicializados. La conservación del medio ambiente exige que las actividades humanas sean responsables." Julio Cusurichi Palacios, Premio Goldman de Ecología (Perú).
Imagen: DW/M. Monti
"Crímenes ambientales"
"Mi país es un archipiélago de más de 17.000 islas, la mayoría de las cuales son muy pequeñas, por lo que somos muy vulnerables. La industria del carbón y la deforestación son los mayores generadores de CO2 en Indonesia y por eso los consideramos crímenes ambientales." Iuiun Jarmono, miembro de la organización Amigos de la Tierra (Indonesia).
Imagen: DW/M. Monti
Representar a todos
"Myanmar es el segundo país más vulnerable frente al cambio climático, es también uno de los países menos representados en las organizaciones internacionales." Moe Myint