La selección de Venezuela es la única de la Confederación Sudamericana que nunca ha estado representada en un mundial de fútbol. La eliminatoria al máximo torneo de balompié que se jugará en Rusia en 2018 constituía por ello un objetivo esperanzador en un país que hasta hace poco era conocido sobre todo, desde el punto de vista deportivo, por sus peloteros de máximo nivel internacional.

Pero el camino mundialista ha estado lleno de escollos para la Vinotinto. Ya en abril pasado, Rafael Dudamel tuvo que hacerse cargo del equipo nacional venezolano ante la crítica situación de éste en las eliminatorias mundialistas, sustituyendo a Noel Sanvicente. Actualmente, la selección venezolana marcha en el último lugar del premundial sudamericano con solo un punto y posibilidades casi inexistentes de llegar a Rusia 2018.

Poco antes, en febrero de este año, se produjo una diferencia de opiniones entre la Federación Venezolana de Fútbol y su principal patrocinador: la empresa estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA). Según los federativos venezolanos, PDVSA “no ha podido cumplir por las razones que todos conocemos derivadas de la caída del precio de nuestro petróleo y lo entendemos, pero no podemos ocultar esta verdad que es la de no haber recibido ningún aporte monetario o servicios durante el año 2015 y lo que va del año 2016”, dijo la FVF en un comunicado.

A su vez, la empresa petrolera respondió con su propia misiva, alegando que “jamás ha dejado de honrar sus compromisos con la Federación Venezolana de Fútbol (FVF); acuerdo que permite el desarrollo y participación en las diferentes acciones de nuestro balompié en su trabajo de selecciones nacionales.”

Las opiniones sobre este diferendo son diversas, pero hay algo en claro: ni la FVF ni PDVSA parecen tener los fondos suficientes para apoyar como se merece a la selección venezolana de fútbol.

La propia federación venezolana se ve sometida a un proceso de cambio tras la detención, en mayo de 2015, de Rafael Esquivel, antiguo presidente del organismo y de la Conmebol, quien fue procesado en el marco del escándalo de corrupción en la cúpula de la FIFA. Esquivel ocupaba la presidencia de la FVF desde 1988.

Garra Vinotinto

En este panorama lleno de dificultades, la Copa América Centenario surge hasta el momento como bálsamo para el ánimo de los hinchas venezolanos, gracias al buen desempeño de su selección. El equipo marcha con dos victorias en el Grupo C, donde eliminó a Uruguay tras ganar 1-0 con gol de Salomón Rondón. El objetivo, dijo Dudamel, es superar el máximo logro histórico de la Vinotinto: el cuarto sitio alcanzado en la Copa América celebrada en Argentina en 2011.

El partido contra la selección de México será la próxima prueba. En disputa está el sitio como cabeza de grupo, pues ambas escuadras está ya clasificadas. La victoria del jueves ante Uruguay “nos invita a seguir ganando, a seguir creciendo”, dijo el entrenador venezolano. Un triunfo más, ante el Tri mexicano, daría un impulso aún mayor a la garra y el sentimiento que Dudamel mencionó como virtudes fundamentales de su equipo. Y una buena noticia más, a un país que mucho la necesita.