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Copa Mundial 2018: los políticos alemanes y el dilema ruso

8 de junio de 2018

La cita mundialista llega en medio de tensiones políticas entre el país anfitrión y Occidente. ¿Deben los políticos alemanes asistir a la Copa Mundial?

Russland Fußball FIFA WM 2018
Imagen: picture alliance/AP Photo

Un inusual partido de fútbol tendrá lugar en Moscú este viernes: el equipo del Parlamento Federal (Bundestag) "jugará" contra los miembros de la Duma rusa. Este será un pequeño gesto simbólico para "evitar el surgimiento de la hostilidad entre alemanes y rusos", según afirmó el vicepresidente del Bundestag, Thomas Oppermann. Todavía hay "diferencias fundamentales con la política de Vladimir Putin", pero existe un consenso en la población alemana: "Rusia no es nuestro enemigo", apuntó el socialdemócrata.

Por supuesto, se acumularon demasiadas tensiones y desconfianzas, por lo que un partido de fútbol entre los parlamentarios no podrá reducirlas: desde el punto de vista de la política exterior, las condiciones para la próxima Copa del Mundo, que tendrá lugar en Rusia del 14 de junio al 15 de julio, son malas: el Reino Unido culpa al Gobierno ruso del atentado con un agente nervioso al doble agente Sergei Skripal y su hija, Julia. La Comisión Internacional de Investigación, así como los Países Bajos y Australia acusan a Rusia de haber participado en el derribo del vuelo MH17 de Malaysia Airlines el 17 de julio de 2014. Y por si fuera poco, se suman las tensiones por la anexión de Crimea y el apoyo de Rusia a los separatistas ucranianos y al régimen de Al Assad en Siria.

No hay boicot, pero tampoco hay deseo de viajar a la Copa del Mundo

Desde que se intensificó el enfrentamiento entre Rusia y Ucrania, ha habido reiterados llamados a boicotear la Copa del Mundo en Rusia en protesta contra la política exterior de Moscú. A nivel estatal, el boicot solo es apoyado por Ucrania, Islandia y el Reino Unido; es poco probable que se agreguen más países.

El presidente federal Steinmeier: no tiene planeado viajar a Rusia Imagen: picture-alliance/PAP/M. Oabra

Sin embargo, el entorno negativo está teniendo un efecto: a diferencia de lo habitual, muchos de los principales políticos alemanes ciertamente evitarán la Copa del Mundo en Rusia. Ya sea el presidente federal, Frank-Walter Steinmeier, el presidente del Bundestag, Wolfgang Schäuble, o el vicecanciller, Olaf Scholz, todos evitarán ir, como confirmaron sus representantes al diario alemán Bild am Sonntag. El canciller, Heiko Maas, por su parte, bromeó en una entrevista con el periódico Saarbrücker Zeitung: es claramente más importante "que el portero Manuel Neuer viaje al Mundial".

Según pudo constatar DW, la canciller Angela Merkel, a quien le gusta ir hasta el otro lado del mundo para apoyar al equipo alemán, no tiene planes de viajar a Rusia. Sus voceros siempre señalan que su calendario solo se conoce una semana por adelantado. En entrevista con DW, Dirk Wiese, el nuevo representante del Gobierno Federal para Rusia, trató de disipar la impresión de un boicot silencioso: "El Gobierno federal decidirá a tiempo quién va a qué juego". De hecho, es difícil imaginar que Angela Merkel se mantenga alejada de la final de la Copa Mundial si el equipo alemán llegase. Hasta ahora, Horst Seehofer, el ministro del Interior y responsable del deporte, ha sido el único político alemán de alto rango que ha manifestado su intención de ir a la gran cita mundialista.

Estado de ánimo antes de la Copa Mundial

El socialdemócrata Oppermann, quien "jugará" en el partido parlamentario en Moscú, considera que, para los políticos alemanes, ir a Rusia sería dar una señal equivocada. Tan contradictorio como su posición es el estado de ánimo en el Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD). La líder del partido, Andrea Nahles, dijo, por ejemplo, que espera con alegría la Copa del Mundo y que cruza los dedos por el equipo alemán. "Si llega a la final, me gustaría estar en Rusia", declaró.

El estado de ánimo entre los políticos conservadores es similarmente heterogéneo. El ex primer ministro bávaro Edmund Stoiber dijo durante un programa televisivo que un posible boicot era para él "política simbólica". "Creo que cada oportunidad de hablar con Putin es buena", apuntó. El presidente del Comité de Asuntos Exteriores del Bundestag alemán, Norbert Röttgen, de la Unión Cristianodemócrata de Alemania (CDU), manifestó en el mismo programa: "No usaría este Mundial como político y ministro para mantener conversaciones". Pero tampoco cree en el boicot político: "El deporte no debe ser parte de las sanciones".

Los Verdes, por otro lado, siguen con su línea dura contra Rusia. Rebecca Harms, miembro de Los Verdes en el Parlamento Europeo, ha firmado un boicot con otros 59 diputados del Parlamento Europeo. Cuando ella y otros europarlamentarios llaman a los líderes y Gobiernos a "no honrar a Putin en la Copa Mundial en estadios rusos, no es para estropear a futbolistas o fanáticos, pero sí a la FIFA y Vladimir Putin", aseguró Harms.

Harms: "De ninguna manera honrar a Putin"Imagen: DW/A.M. Pędziwol

La Copa Mundial pertenece a las personas               

El líder del grupo parlamentario del partido populista de derecha AfD, Alexander Gauland, no reconoce ninguna controversia política en torno a la Copa del Mundo en Rusia. "Esto se ha decidido en los órganos competentes y, por lo tanto, está completamente bien. Los representantes del Gobierno Federal deberían apoyar a nuestros futbolistas allí con su presencia", afirmó.

Helmut Scholz, un diputado del partido La Izquierda, argumenta que un boicot a las Copas del Mundo de fútbol y los principales eventos deportivos "por lo general no tiene ningún efecto real". Sin embargo, uno debería usar el Mundial "para ponerse en contacto con los políticos en la Federación Rusa, porque tenemos que salir de la espiral de confrontación y de silencio", dijo Scholz a DW.

El exfutbolista profesional de la Bundesliga Kevin Kuranyi admitió que "este momento es políticamente difícil", pero considera que uno no debería "dejarse influenciar por la disputa". Kuranyi, que jugó durante muchos años para el club ruso FC Dynamo Moscú, alentó a los fanáticos alemanes a ir al torneo. Podrían "conocer una Rusia completamente diferente y estar contentos de haber dado este paso", dijo. Incluso el excolega del equipo nacional de Kuranyi Arne Friedrich restó importancia a la dificultad política en la próxima Copa del Mundo: "No es la Copa Mundial de Putin, es nuestra, pertenece a los futbolistas y a las personas".

Autor: Mikhail Bushuev (few/vt)

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