Corea del Norte defiende "derecho legítimo" a lanzar cohetes
25 de diciembre de 2017
Pyongyang continuará persiguiendo su "desarrollo pacífico" de programas espaciales "en línea con la tendencia internacional", según se informó en el diario oficial norcoreano.
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Corea del Norte defendió este lunes (25.12.2017) su "derecho legítimo" de lanzar cohetes con satélites espaciales y afirmó que seguirá adelante con este tipo de programas, considerados por la comunidad internacional como un ensayo encubierto de misiles.
"Nuestros lanzamientos de satélites son un ejercicio legítimo de un derecho reconocido por la Carta de las Naciones Unidas", y se basan en "la ley internacional sobre el uso pacífico del espacio", se indica en un artículo publicado hoy por el diario oficial norcoreano Rodong Sinmun.
Pyongyang continuará persiguiendo su "desarrollo pacífico" de programas espaciales "en línea con la tendencia internacional", según el artículo, que menciona otros lanzamientos de cohetes equipados con satélites durante este año por parte de países como Argelia o Venezuela.
El pasado 7 de febrero, el régimen que lidera Kim Jong-un llevó a cabo su hasta ahora último lanzamiento de un cohete espacial, una acción que la comunidad internacional condenó al considerarla un ensayo encubierto de proyectiles de largo alcance. El test, unido a la prueba nuclear realizada un mes antes, llevó a que la ONU impusiera nuevas y más estrictas sanciones a Pyongyang.
Asimismo, a finales del pasado noviembre, Corea del Norte llevó a cabo su más reciente ensayo armamentístico, el lanzamiento de un misil balístico de largo alcance que sería capaz de golpear cualquier punto del territorio continental de Estados Unidos.
CT (AFP, AP)
Corea del Norte desde la perspectiva de un usuario de Instagram
Pese a estar en las portadas de todo el mundo, Corea del Norte sigue siendo uno de los lugares más aislados del planeta. El usuario de Instagram Pierre Depont ha estado varias veces allí. Y esto es lo que ha visto.
Imagen: Pierre Depont
Aires de normalidad
Pese a su imagen de inescrutable, Corea del Norte invita a los extranjeros a descubrir sus atractivos. Pero viajar como turista viene acompañado de algunas ataduras, pues un guía cuidará los pasos del visitante en todo momento. Las restricciones no han disuadido a Pierre Depont, quien ha estado en el país siete veces, capturando momentos de la vida diaria de los norcoreanos.
Imagen: DW/P. Depont
Capitalismo creciente
El primer viaje de Depont a Corea del Norte data de 2013, y desde entonces ha estudiado la cambiante cara del régimen. En los últimos dos o tres años ha notado que "en Pyongyang se ha vuelto aceptable la exhibición de riqueza". Con una clase media creciente y un boom de la construcción, la capital parece desafiar las sanciones económicas internacionales.
Imagen: Pierre Depont
Vida urbana en Pyongyang
Relacionarse con la gente no es sencillo, dice Depont. "He tenido un par de conversaciones con extraños, pero siempre bajo la atenta vigilancia de uno de los guías". La experiencia señala a Depont que a la mayoría de la gente no le gusta que les tomen fotos. "La mujer norcoreana está cada vez más preocupada de la moda, eso es así. Pero eso se ve solamente en las ciudades", agrega.
Imagen: DW/P. Depont
Urbano vs. rural
Esta estación de metro en Pyongyang deslumbra a los viajeros con lo que parecen paredes de mármol y lámparas araña. Para Depont, Corea del Norte es "un lugar extraordinario para la fotografía. No hay publicidad ni distracciones". Pero mientras la capital, hogar de las elites, se ve como un lugar próspero, otros lugares del país siguen sumidos en la más absoluta miseria.
Imagen: Pierre Depont
Dificultades ocultas
Hasta hoy, Corea del Norte sigue siengo un lugar muy militarizado y una sociedad predominantemente agrícola. Los turistas, sin embargo, no llegan a ver mucho de las condiciones de vida de la población rural. "Cada pequeño terreno del país es cultivado, cada metro cuadrado es utilizado", dice Depont.
Imagen: Pierre Depont
¿Abundancia para la foto?
Los turistas interesados en la vida fuera de las ciudades son llevados en visitas guiadas a las granjas cooperativas. Cuando Depont visitó una de estas granjas cerca de Hamhung, la segunda mayor ciudad del país, fue llevado a un mercado con una amplia gama de productos cuidadosamente puestos en vitrina. Depont recuerda que se sintió como dentro de una tienda armada "sólo para ser exhibida".
Imagen: DW/P.Depont
Escuelas de elite, atracción turística
Una parada en la escuela modelo es un punto importante en la agenda de varios tours. El recientemente renovado campo internacional de verano en Songdowon fue reabierto en 2014 y ha sido visitado por el líder Kim Jong-un. "Hay algo de irreal en todo eso", dice Depont: "Los niños juegan en salas de entretenimientos, usando juegos muy avanzados y con unos 20 modernos computadores a su disposición".
Imagen: DW/P.Depont
Militarismo omnipresente
El Ejército es parte central de la identidad nacional y tejido esencial de la sociedad. Cerca de un cuarto de la población trabaja como personal militar y el presupuesto para las fuerzas armadas es uno de los más grandes del mundo. Desde una edad muy temprana, los norcoreanos se relacionan con la imaginería militar. Depont se encontró con este pequeño tanque en un parque de juegos en Hamhung.
Imagen: Pierre Depont
Adoración ritualizada
Además del militarismo, el alto nivel de control político y el culto a la personalidad que rodea a Kim Jong-un y a sus predecesores es omnipresente. La adoración diaria al líder supremo ha dejado una profunda impresión en Depont. "Es muy evidente la cantidad de dinero y esfuerzo que implica la construcción de una historia que ensalza a los grandes líderes y sus gigantescas estatuas", dice.