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Corea del Norte muestra los dientes

Eva Usi9 de octubre de 2006

Tras la prueba nuclear de Corea del Norte, Greenpeace responsabilizó a EEUU de impulsar una carrera nuclear y exhortó a Berlín a que presione a Washington para que retire sus bombas de territorio germano.

En Corea del Sur se registraron violentas protestas contra la prueba nuclear de su vecino del norte.Imagen: AP


Airadas reacciones hubo alrededor del globo a la prueba nuclear que realizó Corea del Norte. El ministro alemán del Exterior, Frank -Walter Steinmeier condenó la medida señalando que con ello "el gobierno de Pyongyang se adentra aún más en el camino equivocado del aislamiento". El jefe diplomático exhortó al gobierno norcoreano a detener sin demora su programa nuclear. "Las pruebas nucleares son una amenaza para la paz y la seguridad en y más allá de la región", dijo.

China criticó duramente que Corea del Norte haya ignorado las advertencias internacionales y haya realizado las pruebas "de la manera más descarada". Pekín exhortó al país vecino a volver a la mesa de negociaciones de "los seis" (EEUU, ambas Coreas, Japón, China y Rusia).

Novena potencia atómica

El régimen de Kim Jong Il, irracional e impredecible.Imagen: AP

"El gobierno de Pyongyang se ha convertido en una potencia atómica que ocupa el noveno puesto en el mundo, pero esto significa una desestabilización extrema en la región", advierte en conversación con DW-WORLD el experto en armamento de la organización ecologista Greenpeace, Wolfgang Lohbeck. El especialista señala que no sólo los vecinos inmediatos como Corea del Sur y Japón se sienten amenazados, más aún por considerarse al régimen de Kim Jong-Il "irracional e impredecible". "Esto en todo caso dará un impulso mundial a la carrera armamentista nuclear como estrategia de seguridad", advierte.

Aunque la prueba en sí fue relativamente inofensiva desde el punto de vista técnico y ecológico pues fue muy pequeña de media tonelada, lo que es equivalente a una vigésima parte de la famosa bomba de Hiroshima, el problema es político y las consecuencias son inminentes. El Consejo de Seguridad de la ONU deliberará hoy mismo sobre las sanciones contenidas en el capítulo séptimo de la Carta Magna, medidas que incluyen el uso de la fuerza militar. Lohbeck señala que Estados Unidos califica las pruebas de provocación aunque éstas fueron anunciadas desde hace mucho. "Estaba claro que el país contaba con armas atómicas, sólo era cuestión de tiempo cuándo las pondría a prueba", dice.

El presidente George W. Bush, ante la asamblea general de la ONU.Imagen: ap

Responsabilidad de EEUU

El experto argumenta convencido que han sido las potencias atómicas mismas, empezando por Estados Unidos, las que han impulsado la aspiración del resto de países de poseer armas atómicas. Esto se ha visto claramente en el caso de Corea del Norte pero también en el de Irán. "Estados Unidos se ha rehusado a firmar el Tratado de No Proliferación Nuclear, tiene un arsenal incluso en Alemania. Un país así no puede acusar a nadie de provocación, al contrario", dice. "Ha sido EEUU el que ha impulsado esta dinámica", afirma.

En nombre de la organización que representa, el especialista enfatiza la condena a la prueba nuclear de Corea del Norte, que califica como "sumamente peligrosa" y que no contribuirá a la seguridad del país asiático. "Ha sido un gesto de poderío en el que ha enseñado los dientes, pero eso no le dará mayor seguridad a Pyongyang".

El especialista recuerda que las conversaciones de los Seis fracasaron tras el insistente rechazo a la petición de Corea del Norte de firmar un "pacto de no agresión". "Las negociaciones para firmar el Tratado de No Proliferación Nuclear también quedaron empantanadas porque Estados Unidos se niega a hacer concesiones y reducir su poderío atómico", afirma.

Un soldado británico apunta contra traficantes de petróleo en Irak.Imagen: AP

Irak, agredido por no ser potencia nuclear

Todo esto es seguido con atención por países como Corea del Norte e Irán. No sorprende que ambicionen convertirse en potencias nucleares cuando potencias que tienen 5.000 bombas atómicas no hacen concesiones para reducir su armamento.

"Incluso la guerra de Irak ha sido interpretada como lo que sucede cuando un país no tiene armas atómicas", afirma. El experto concluye que imponer sanciones provocará una escalada del conflicto. "Estados Unidos no debería amenazar con el uso de la fuerza ni con armas atómicas sino más bien debería poner el ejemplo, renunciando al desarrollo de tecnología nuclear (como los llamados mini-nukes)". El experto exhorta a la comunidad internacional a que presione a favor del desarme. Particularmente países como Alemania que, pese a no ser una potencia nuclear, alberga en su territorio 150 bombas atómicas estadounidenses. "El gobierno alemán podría presionar a Estados Unidos pidiéndole que retire su armamento nuclear de su territorio. Eso sería un paso importante".

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