Corea del Sur: matar perros para comerlos es ilegal
22 de junio de 2018
La decisión adoptada por un tribunal de Bucheon entusiasma a los animalistas, que ven en ella un paso importante hacia la prohibición total. Pero enfrentan a una arraigada tradición.
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Los activistas están entusiasmados en Corea del Sur, luego de que un tribunal de ese país fallara que matar perros para comerse su carne es ilegal, lo que es visto como un primer paso para la prohibición total del consumo. Es una lucha difícil, en todo caso: la carne de perro es muy popular en ese país de Asia, donde según cifras oficiales dadas a conocer por la agencia de noticias AFP un millón de canes son sacrificados cada año para satisfacer la demanda culinaria interna.
Todo empezó en 2017, cuando la organización animalista Care denunció a un criadero de perros de la ciudad de Bucheon, acusándolo de "matar animales sin razón”. La fiscalía presentó el caso y el tribunal declaró culpable al criadero, que debió pagar una multa. El fallo se conoció esta semana y puso en estado de máxima felicidad al abogado de Care, Kim Kyung-eun. "Es muy importante porque se trata de la primera decisión de la Justicia que estipula que matar a los perros por su carne es ilegal en sí mismo", dijo.
La presión de los activistas y las nuevas generaciones, más reacias a consumir la carne de un animal que consideran de compañía, parece tener contados los días de la industria. Ya el Partido Demócrata presentó un proyecto para prohibir el consumo de una carne que se considera un manjar de verano, que se come hervida y a la que se atribuye cualidades energéticas. Para muchos, el peso cultural de la tradición puede jugar en contra de la ola de quienes buscan impedir definitivamente la producción y venta de carne canina.
Todo esto se conoce en medio de las protestas por el festival de carne de perro que se celebró en Yulin (China) en los últimos días, y cuando se informa en Venezuela la denuncia de venta de carne de este animal en un mercado de Puerto La Cruz.
Ya en 2017 Corea del Sur buscó dar pasos en esa dirección, al cerrar el mayor mercado del país, ubicado en la ciudad de Seongnam. Los 22 comerciantes afectados se oponían a la medida asegurando que "el 80 por ciento de nuestros clientes vienen a comprar carne fresca de perro, ¿qué van a hacer si no podemos proporcionársela?”. Si bien comparativamente son pocos los surcoreanos que comen regularmente carne de perro, es posible hallarla en restaurantes y tiendas de alimentos saludables incluso en forma de infusión.
Los Juegos Olímpicos de Invierno de Pyeongchang hicieron que la presión internacional se oyera más fuerte y llevaron a las autoridades a invocar reglas sanitarias y leyes de protección animal que prohíben el uso de métodos crueles para sacrificar animales de criaderos para aplicarlos en los comercios que venden carne de perro. Sin duda la decisión del tribunal de Bucheon es un gran paso adelante, pero de seguro se seguirá enfrentado a la oposición de quienes buscan proteger una tradición.
Autor: Diego Zúñiga (EL)
Insectos, deliciosos insectos
¿Son los insectos la fuente perfecta de alimentos para el futuro? Muchos investigadores creen que sí, pues tienen muchas proteínas y se pueden producir masivamente sin grandes esfuerzos.
Imagen: picture-alliance/dpa
Buen apetito
Créalo: los insectos pueden ser deliciosos. ¿Entonces por qué no comer más? Razones hay muchas para sumarlos a la mesa: se reproducen con facilidad, comen menos que las vacas, ovejas o cerdos, no provocan efecto invernadero, ocupan menos espacio para una rápida multiplicación... Son casi perfectos.
Imagen: picture-alliance
Rico y sano
Escorpiones o cucarachas fritas acompañadas de una cerveza, toda una delicia en Asia. Y saludable, además: arácnidos e insectos, sobre todo las larvas, son una bomba proteínica y energética. Cien gramos de termitas tienen 610 kilocalorías, más que un chocolate. A eso se suman 38 gramos de proteínas y 46 gramos de grasa.
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Bomba vitamínica
Los insectos, arácnidos y otros pequeños invertebrados contienen una gran cantidad de ácidos grasos insaturados, hierro, minerales, grasas y vitaminas, según la FAO. La institución quiere popularizar el consumo de estos animales en todo el mundo.
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Ricas-ricas
En muchos países, los insectos siempre han sido bienvenidos en la mesa, especialmente en Asia, África y algunas zonas de Latinoamérica. Por ejemplo, las orugas mopane, como las de la foto, son un manjar en el sur de África. Pueden servirse asadas, cocidas o a la parrilla.
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También arañas y gusanos
En Europa y América se encuentran escarabajos, langostas y otras criaturas que suelen generar asco. También arañas y gusanos, que si bien no son insectos, pueden servir para alimentarse. Un ejemplo son las tarántulas fritas, muy populares en Camboya. Allá las adoran, aunque otros las miran con horror.
Imagen: picture-alliance/dpa
A la carta
También la alta cocina internacional sirve insectos y otros invertebrados. En restaurantes mexicanos los gusanos con guacamole son muy populares. E incluso en Alemania ya abren los primeros recintos que ofrecen langostas, gusanos u orugas, aunque todavía para un público refinado de gustos excéntricos.
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El secreto mejor guardado
Hay alrededor de mil especies de insectos, arácnidos y otros invertebrados comestibles en el mundo. Esa lista incluye a las abejas. Los insectos son una fuente de alimentos sana, sostenible, rica en vitaminas y proteínas y la mayoría de las veces, sabrosa. El mundo tiene que descubrir este secreto, dicen en la FAO.
Imagen: picture-alliance/dpa
Comprobado: los gusanos son ecologistas
En 2012 un grupo de investigadores analizó la producción de gusanos en una granja de Holanda, ateniéndose a criterios ecológicos. El resultado: para generar un kilo de proteínas se necesitaban menos espacio y energía que en las granjas lecheras o productoras de carne de vacuno.
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Abejorros en sopa
En el pasado, los insectos fueron comidos en abundancia en Alemania. Hasta mediados del siglo XX, la sopa de abejorro era muy popular. Se decía que su sabor recordaba a la sopa de cangrejo. Además, era posible encontrar escarabajos azucarados y confitados en las pastelerías.
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