Coronavirus: aún más pobreza en países menos desarrollados
Andreas Becker
3 de diciembre de 2020
La pandemia no ha golpeado tan duro como se esperaba a los países menos desarrollados, pero su impacto económico los está poniendo en un duro aprieto. Así lo revela un reciente informe de la UNCTAD.
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Al principio de la pandemia existía el temor de que el coronavirus pusiera especialmente contra las cuerdas a los países más pobres del mundo. Si estaban al límite sistemas de salud de países ricos como España e Italia, ¿qué podría suceder en países con una infraestructura mucho peor?
Finalmente, no ha ocurrido ninguna catástrofe en ninguno de los considerados por la ONU como los 47 países menos desarrollados del mundo (PMD). Esa es la conclusión a la que ha llegado un informe de la Conferencia de la ONU sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD o CNUCYD), con sede en Ginebra. Según el texto, estos países "han superado los aspectos sanitarios de la pandemia mejor de lo que se preveía en un principio", entre otras razones por sus experiencias previas con epidemias, la adecuada reacción de los políticos, así como una población más joven y no tan densamente distribuida como en otros países. Aun así, no es descartable que la situación se agrave también en los países más pobres durante una segunda ola. En términos económicos, sin embargo, la pandemia ha sido para ellos "devastadora" y le ha deparado "la peor evolución económica desde hace 30 años". Mientras su economía crecía hace un año alrededor del 5 por ciento anual en promedio, en 2020 se espera que se retraiga un 0,4 por ciento. Como consecuencia, el ingreso promedio se reducirá aún más en 43 de los 47 países. Más de la mitad de las personas que están en la extrema pobreza y que deben arreglárselas con menos de 1,90 euros al día viven en estos 47 países, aunque solo suponen un 14 por ciento de la población mundial.
Extrema dependencia
Ni los cierres de negocios ni otras medidas locales para luchar contra el coronavirus son responsables del descalabro económico. La responsable es la recesión mundial. "Se ha desplomado con fuerza la demanda extranjera de sus bienes y servicios", reza el informe. Como resultado, los precios han caído, lo que resulta especialmente problemático, porque los países más pobres tienen ya de por sí pocas cosas que puedan vender a nivel internacional. Países como Angola, Chad y Mozambique dependen del petróleo, la República Democrática del Congo, Zambia y Guinea dependen de metales y minerales, Bangladés, Camboya y Nepal dependen de la venta textil e islas como Vanuatu, Sao Tome y Príncipe dependen del turismo.
Otra fuente importante de ingresos son las remesas que las familias reciben de familiares que viven y trabajan en el extranjero, pero, según el informe, durante la pandemia se han desplomado al menos un 20 por ciento. En países subsaharianos incluso más. De acuerdo con el informe, en 2020 se harán más profundos los déficit fiscales de los países más pobres del mundo y dependerán más que antes de las ayudas al desarrollo, cuyo volumen está estancado desde 2013, entre otras cosas porque "los países donantes no cumplen su promesa de elevar sus ayudas hasta el 0,15 o 0,2 por ciento de su rendimiento económico".
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Más millones de personas en la extrema pobreza
La recesión global supone también un revés para los objetivos de desarrollo sostenible, que debían terminar con la extrema pobreza y el hambre en 2030. Solo en los países menos desarrollados, aumentará del 32 al 35 por ciento la proporción de personas en la extrema pobreza. "Eso supone un aumento de 32 millones de personas", dice el informe, y agrega que peligran también otros objetivos, como la salud, la educación y la igualdad de género. "El grupo de los países menos desarrollados son el campo de batalla en el que se deciden los objetivos de desarrollo sostenible para 2030", continúa el texto. La pandemia ha puesto de manifiesto los fallos y las injusticias del sistema económico y financiero global. Con el fin de mejorar las perspectivas de los países menos desarrollados tras la crisis, la UNCTAD urge a facilitarles las exportaciones y conmina a los propios países menos desarrollados a llevar a cabo reformas estructurales. Además, señala que es importante un alivio de la deuda.
(ms/ers)
Todo el ingenio de África para combatir el coronavirus
La Organización Mundial de la Salud felicitó a África por la creatividad desplegada para contener la pandemia. Acá les mostramos algunos ejemplos de inventos que pueden salvar vidas.
Imagen: John Muchucha/AP Photo/picture-alliance
Respiradores caseros
En Nairobi, Kenia, estos estudiantes de Medicina prueban un respirador de diseño propio controlado por computadora en la Universidad Kenyatta. Investigadores de toda África buscan maneras de crear sus propios ventiladores, equipos de protección y desinfectantes de manos, pues compras masivas de países como Estados Unidos han hecho escasear los suministros en todo el mundo.
Imagen: John Muchucha/AP Photo/picture-alliance
Soluciones económicas
Vincent Ssembatya, profesor de la Universidad Makerere en Kampala, Uganda, también desarrolló respiradores a un precio asequible para apoyar al débil sistema de salud de este país. Para ello, se asoció con el fabricante de automóviles Kiira Motors. "Todo el mundo está comprando estos productos, por lo que África tiene muy pocas posibilidades de comprarlos", dijo Ssembatya a DW.
Imagen: Prof. Vincent Sembetya
Centro de innovación en Senegal
Los estudiantes de ingeniería en Senegal se han sumado a la lucha contra la pandemia en su país. Gianna Andjembe, estudiante de maestría en ingeniería eléctrica, muestra un dispensador automático de desinfectante de manos diseñado por él mismo. Los estudiantes quieren usar todas sus habilidades técnicas para aliviar la presión que se cierne sobre los hospitales.
Imagen: Seyllou/AFP
Dr. Car se encarga de los pacientes
También el robot Dr. Car es un invento de los estudiantes de Senegal. Su característica principal es que puede tomar la presión y la temperatura de portadores del SARS-CoV-2. Los médicos pueden usarlo gracias a una cámara y a una App. Así, se comunican con los pacientes sin exponerse al coronavirus. Con esta herramienta tambén se podría llegar a enfermos en zonas de difícil acceso.
Imagen: Seyllou/AFP
Preparado para los cortes de energía
En Etiopía, el joven Ezedin desarrolló, entre otras cosas, un respirador mecánico y una máquina para lavar las manos sin contacto. Trece de sus 20 inventos ya están patentados. Su dispensador de jabón opera con un sensor, pero en caso de cortes de energía también puede seguir funcionando gracias a un pedal mecánico.
Imagen: DW/T. Filate
Ejemplos en colores
No hay límites para la creatividad en África. Desde Lagos (Nigeria) hasta Nairobi (Kenia) los artistas usan las paredes de sus ciudades para recordar a la gente las normas básicas para combatir la pandemia: mantener la distancia física, lavarse las manos y usar mascarilla todos los días. Esta obra se encuentra en el barrio de Kibera, en la capital de Kenia.
Imagen: Getty Images/AFP/S. Maina
El corte coronavirus
Con esas coloridas trenzas, las mismas personas se convierten en un mensaje de advertencia. "Con el corte coronavirus queremos pedirle a la gente que mantenga la distancia, use mascarilla y se lave las manos regularmente o use desinfectantes para cuidarse", dice el estilista Mable Etambo, de Kibera (Kenia). Para su invento incluso usa también los colores del virus.
Imagen: Donwolson Odhiambo
Comida saludable a la puerta de su casa
Los toques de queda nacionales dificultan mucho la adquisición de comida. Una start-up de Zimbabue, Fresh In A Box, despacha productos frescos directamente desde el campo a la puerta del consumidor. La empresa opera con una App y motos de tres ruedas reparten las cajas de comida. Se trata de alimentación balanceada, y sin contacto. Y si lo desea, puede también pedir que le manden una mascarilla.
Imagen: DW/P. Musvanhiri
Seguir aprendiendo, pese a todo
Las escuelas cerradas en toda África hacen imposibles las clases presenciales. Pero hay soluciones: en Tanzania, por ejemplo, los escolares pueden aprender de manera independiente gracias a la plataforma de aprendizaje en línea "Smartclass", que conecta a los estudiantes con 5.000 tutores. Todo sea para que los jóvenes nunca dejen de aprender, pese al encierro.
Imagen: Yasuyoshi Chiba/AFP/Getty Images
Seguimiento de la pandemia
Las redes sociales y las Apps se han convertido en armas contra el coronavirus. En Nigeria y Ghana, la App COVID-19 Triage Tool evalúa cuán alto es el riesgo que tiene uno de contraer la enfermedad. El gobierno de Sudáfrica usa un chatbot a través de WhatsApp para responder preguntas sobre la pandemia. Y unos jóvenes de Ciudad del Cabo desarrollaron una App para combatir las "fake news". (dz)